viernes, 27 de noviembre de 2009

A Contramaestre en coche

Por Arnoldo Fernández Verdecia. arnoldo@gritodebaire.icrt.cu

Pasear en un coche tirado por corceles ha sido motivo de inspiración para bardos, pintores y músicos en todos los tiempos.

En Cuba es célebre la canción “A Bayamo en coche”, del sonero Adalberto Álvarez, que narra su visita a esta ciudad del oriente cubano en tiempos de carnavales. Sin embargo, lo que fue una tradición devino necesidad y el coche se convirtió en una de las alternativas de transporte durante la década de 1990 en Contramaestre, Cuba.

El personaje del cochero forma parte de la acuarela del periodo especial, tiene matices que muchas veces lo hacen inolvidable, desde el niño que lo conduce y olvida darte el vuelto, hasta el adulto cargado de sombrero y látigo, estilo oeste, que te abofetea si le reclamas algo.

Este personaje olvida muchas veces las normas de la más elemental higiene y los pobres animales orinan y defecan en la calle sin control alguno, hecho que torna desagradable la presencia en el lugar donde pernoctan, sobre todo para los vecinos que sueñan algún día tenerlos bien lejos de sus casas.

Otras veces es agradable tener la presencia del cochero y muchas parejas de enamorados prefieren este medio de transporte, más romántico e íntimo para el ritual que marca el paso de soltero a comprometido.

También funcionan como una alternativa segura en caso de problemas de salud repentinos, pues te los encuentras a cualquier hora y siempre están disponibles para servirte, aunque en horas nocturnas cobran más caro.

Si la ciudad de Bayamo es célebre por sus coches, Contramaestre no queda rezagado. Llegará el momento en que algún poeta o músico le dedique un poema o un son que fije para siempre al cochero, no el de la escritora Dora Alonso, sino el de Pancho, el loco que vive en América y tiene delirio de vaquero.

2 comentarios:

  1. Hermano, no solo en Contramaestre son famosos los coches y sus cocheros. Aquí en La Maya, donde vivo también los hay y son muy útiles por cierto para cada situación de la vida, el trayecto desde el centro del pueblo hasta el barrio La Esperanza o el de la Mina de Ponupo( muy extenso en ambos casos)se recorren día a día con esta alternativa del transporte nacida en los 90. Ojalá y también aquí en La Maya se le escriba un poema o un buen son para perpetuar a nuestros cocheros.

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  2. Muy bueno tu artículo. Creo que es junto que se le haga un reconocimiento a tan importante medio de transporte que tomó fuerza en el paríodo especial, pero que debe mantenerse además como una alternativa para paseos, emergencias, etc.
    Ya en Contramaestre el artista local Hernández, los inmortalizó con su obra en la céntrica esquina de Carretera Central, Camilo Cienfuegos y Calle 10.
    Pienso que no obstante la función social que cumple el cochero con su caballo y su coche, se deben dictar normas que regulen esta labor, además de las que ya existen, para controlar el mantenimiento de la higiene y eliminar las muestras de maltrato al equino, que con frecuencia vemos.

    Noel Pantoja Guillén
    Temuco. Chile

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