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“Víctor Mesa; porque cuando no llega, se pasa”. |
Por Arnoldo Fernández Verdecia. arnoldo@gritodebaire.icrt.cu
El béisbol en
Cuba es una pasión. Todos en casa construyen opiniones sobre su equipo
favorito. Una mala decisión siempre es valorada, pues los cubanos presumen de
saber mucho de su pasatiempo nacional. Sin embargo, yo preguntaría con toda la ingenuidad del mundo: ¿Cuál
es el manager que más se parece a los cubanos?
Esta interrogante la he formulado a varias personas aquí en Cuba. Muchos se han quedado
pensativos y luego han respondido:
“Víctor Mesa, porque cuando no llega, se pasa”. Revisando su trayectoria, como
manager del equipo Matanzas, uno encuentra pasión y garra en cada una de sus decisiones.
Por eso, puede equivocarse, pero siempre hace lo que está pensando cada cubano
que lo sigue y admira.
Saca a los
lanzadores cuando hay que hacerlo, o se apresura al extraerlos; manda a robar el jon y le sale bien. Asume
la dirección de un equipo joven, que lleva veinte años sin ir a una semifinal y logra que jueguen elegante; ya enfrentan a Industriales por el campeonato en la zona occidental de Cuba.
Pero: ¿Qué otros aspectos hacen único a este hombre?
Sobre todas
las cosas, una guapería tropical que moviliza a jugadores del equipo que dirige y presiona
a árbitros y contrarios; pero una guapería inteligente, a veces incómoda, otras jocosa; pues logra sacarle a
cada pelotero lo mejor de sí y pone a los contrarios en situación de estrés.
Para muchos,
es un tipo charlatán; pero, qué cubano no disfruta una victoria y no parece
vanidoso cuando la cuenta a sus contemporáneos. Víctor Mesa soñaba llevar a Matanzas
frente a Industriales, y ha dicho “jugaremos bien, y el terreno tendrá la última
palabra”.
Un conocido
comentarista deportivo del oriente cubano ha dicho que Víctor Mesa es
síndrome de down, en abierta alusión a su falta de compostura ante cualquier
decisión que lo perjudique, “no sabe pensar, y por eso obra con falta de seso”,
remata. Yo creo que está equivocado este colega; pues creo que
Mesa es una simbolización del pueblo cubano; así somos la gente de a
pie, a veces con mucha solar en las decisiones; otras con una jococidad delirante; nos gustan las personas que hablan directo y obran según el cerebro
colectivo. Así que Mesa es un político astuto en la pelota, adivina el espíritu de la
nación y lo pone a gravitar en cada decisión; o en contra o a favor. Por eso digo en todos
los lugares de esta isla, que Víctor Mesa
debe ser el manager del Cuba. No es un doctor en ciencias deportivas, no tiene
una maestría en deportes, no es un hombre que habla bonito, pero es el que hace
del pelotero, un ser que ama a su camiseta:
¿Qué otro mejor dirigente usted propondría para el béisbol? Un cubano así, ni mandado a hacer en probeta.
Víctor Mesa es Cuba, y no es pasión; para mí, y creo que también para muchos,
es el que más se parece a lo que somos y queremos ser; quizás un día timonee a Industriales, entonces toda Cuba estará en su contra.