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martes, 20 de mayo de 2014

No hay tiempo en Cuba para el discurso frívolo y la palabra gastada

Cementerio Remanganaguas.
Guitarra en mano regaló canciones a José Martí.

Por Arnoldo Fernández Verdecia. caracoldeagua@cultstgo.cult.cu 

Este 19 de mayo la ciudad amanecía preparada para el tradicional homenaje en el cementerio Remanganaguas, donde siempre se dan cita el orador ocasional y el  declamador habitual;  sin  embargo, el pueblo fue más allá de eso y preparó un Café martiano especial, que distinguió el día, tal parecía que José Martí estaba entre nosotros como un cubano más. No era la ceremonia frívola, sino la necesaria presencia de un hombre instalado en el siglo XXI.

Una niña, guitarra en mano regaló canciones; incluso se llevó uno de sus libros a casa, gracias a una pregunta respondida con lucidez. No faltaron escritores comprometidos, atentos siempre a las señales de la historia, para fijar lo inmediato en medio de la noche.

El plato fuerte fue la entrevista a nuestro martiano mayor, aquí en Contramaestre, el doctor en ciencias Luis Enrique Jerez, un sabio con ventanas abiertas al ruido de las olas. Respondió preguntas aceradas en el día a día y sorteó “espinosos asuntos” con inteligencia probada.
Doctor en ciencias Luis Enrique Jerez.
La canción visitó oídos sensibles y cada vez fueron más las personas que prefirieron quedarse en el Café y aplaudir infinitamente una jornada, donde el homenaje no fue improvisado, ni se escucharon discursos sin la pasión necesaria para creer en ellos.

Ramón David fue un virtuoso al cantarle a José Martí.
El corazón de Martí late en Remanganaguas, Contramaestre,  buenos  cubanos lo mantienen vivo. No es una invención nacida de un regionalismo trasnochado, sino una verdad florecida en las personas que llevan su doctrina para luchar por el mejoramiento humano. 
Poetas cultivan devoción a José Martí.
Remanganaguas viaja en la mente de poetas peregrinos, que a partir de este 19 de mayo, decidieron unirse a caballeros y damas de honor,  de este joven pueblo, para rescatar del olvido el primer lugar de Cuba donde  fuera enterrado el cadáver de José Martí.

En el Café martiano,  no pudieron posicionarse el discurso frívolo y la palabra gastada. 

1 comentario:

  1. Nelsy del Toro: Felicito a las personas que tuvieron esa brillante idea que entre sorbos de cafe degustaron a esos valiosos aristas y escritores..mi carño muy especial para nuestro poeta Eduard Encina que aun recuerdo en nuetsros talleres las sutilezas y belleza que siempre nos entregaba tambien a Jerez que con sum gran modestia nos lleva a lo mas remoto de nuestra historia...Felicitaciones para todos..para ti en especial Arnoldo un abrazo anuestro Caracol de Agua..

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