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lunes, 27 de octubre de 2014

Dignidad vs. Souvenir en la Convención Internacional de Radio y Televisión, La Habana, Cuba




Por Arnoldo Fernández Verdecia. caracoldeagua@cultstgo.cult.cu

La dignidad no se cotiza en ningún mercado, es un terreno de la espiritualidad que no tiene precio; por eso resulta contraproducente observar a compatriotas haciendo colas ante expositores extranjeros para recoger souvenir que estos regalan diariamente, durante la Convención Internacional de Radio y Televisión, La Habana, Cuba, 2014, desarrollada en el Palacio de las Convenciones entre el 19 y el 24 de octubre.

Día tras día el mismo ritual, largas colas; formas de comportarse asombrosas ante los visitantes, que colocan intencionadamente sus cámaras y graban cada una de las acciones y hacen de "nuestras miserias", una postal etnográfica de la Cuba visible y la invisible.

Muchas veces el trabajo en comisiones cuesta arriba, como decimos por estos lares y el río de personas bordeando los límites culturales de los expositores, acosándolos, pidiéndoles el souvenir, el anhelado souvenir, el necesario souvenir…

Una amiga chilena dijo: “Es inaceptable ver imágenes así en un país que ha hecho tanto por los seres humanos. Duele verlos detrás de cualquier baratija. Es una especie de retrospectiva muy parecida a los tiempos de Cristóbal Colón.

“Así son los cubanos, -no todos, precisé-, necesitados de esas “baratijas” para hijos, amigos o sencillamente algún compañero de trabajo. En esa acción diaria de cercar a los expositores y esperar la entrega del souvenir, se esconden claves de sus vidas cotidianas”, dijo.

La dignidad no tiene precio, -señalé con fuerza-, pertenece a los goces del espíritu; lógico, si se acepta todo fluye hacia un destino: el CRECIMIENTO MORAL. Sin embargo, no puedo obviar algunas interrogantes necesarias: ¿La precariedad condiciona la pérdida de dignidad? ¿Tenemos tan pocos contenidos en el alma, que un souvenir nos hace olvidarlos cada día?

Ojalá y en la próxima Convención Internacional de Radio y Televisión, Cuba, 2015, no regalemos al mundo nuestra “precariedad económica”; espero ocurran reflexiones necesarias en cada participante,  para que personas, como mi amiga chilena, no se ruboricen y digan: “Es la parte oscura que no me gusta de ustedes los cubanos”.

3 comentarios:

  1. EDDYGIL:SI EN CUBA HUBIERA DIGNIDAD LOS CASTROS YA NO ESTUVIERAN EN EL PODER.

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  2. EDDYGIL: YO ACUSO.
    http://www.diariodecuba.com/cuba/1414509669_11009.html

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  3. Mientras el papi dé, a vivir con el ron, guararey etc; y presumiendo de titulos universitarios, que en el exterior no valen para nada ( abogados, médicos, economistas etc. repartiendo publicidad por la calle o chapeando maleza en jardines privados.- Viven varias familias en una casa ¡ imaginense el caldo de gruillos !

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