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jueves, 5 de noviembre de 2015

Perro verde sirve a los ladrones del palmar en Contramaestre, Cuba




Verde fue sorprendido una noche ayudando a los ladrones a agarrar los chivos del Palmar.
Por Luis Enrique Jerez (Especial para Caracol de agua)

El Perro verde por los días ladraba, al sentir algún ruido, pero era un perro demasiado cariñoso para tomarse en serio el rol de verdugo por las noches cuando todos dormían en El Palmar. Perro verde en verdad se entretenía buscando perras a siete leguas de distancias a la redonda, sin prestar mucho empeño en cuidar a chivos, ovejos y cerdos.

Así en los últimos años de su vida,  Perro verde no se tomó en serio su misión  de cuidador nocturno y prefirió dársela de Galán Perruno, así fue que conquistó el amor de “Laica”, “La Perra azul” y hasta la bella “Princesa de Pozos Grises”, por la que se buscó de enemigos a los Perros Sultán y al Gran Perro Mudo, con ellos combatió muchas veces ganando y perdiendo batallas.

Pero Verde fue sorprendido una noche ayudando a los ladrones a agarrar los chivos del Palmar, obedecía al pie de la letra las órdenes que le daban, “agarra al chivo negro el más grande y tráemelo” y así lo hacía, tal vez esperanzado  en merecer como regalo un mondongo nuevo. Perro verde era enfermo a los mondongos de cerdos y panzas de chivos, pero no imaginó  que aquella noche “los ladrones” querían más, y decidieron comérselo a él también, para no tener que compartir más las vísceras.

Tres días después apareció en un farallón cercano al palmar, la cabeza y el cuero a los cuales se les dio sepultura con todos los honores de perro viejo y hasta se perdonaron sus vicios, porque en definitiva no somos perfectos y los perros favoritos también cometen errores.

Todavía en el Palmar se recuerda la leyenda del Perro verde y sus dos caras, pero se reconoce que nunca les faltaron los sentimientos de su casta perruna.

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