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lunes, 21 de diciembre de 2015

El suceso del año en Baire, oriente de Cuba



La nueva sede del templo Bautista de Baire, que ya cumple 110 años de ser fundado.

Por Antonio Domínguez García (Especial para Caracol de agua) 

Sobre las siete de la noche de este 18 de diciembre, luego de que la lluvia bañara levemente mí querido Baire, aquí en el oriente cubano y de hacer una modesta comida que compartí con mi mascota Punti; con cierta prisa y curiosidad me bañé y vestí para asistir a un evento que nunca imaginé fuera a tener tanta acogida. Ese día quedó inaugurada la nueva sede del templo Bautista de Baire, que ya cumple 110 años de ser fundado.
Se concentraron de 300 a 350 personas esperando lo que sería el suceso del año.
En la zona noreste del Parque de la Revolución se concentraron de 300 a 350 personas esperando lo que sería el suceso del año.  Hace unos tres años esa congregación  decidió restablecer su templo que databa de 1905 y resistió más de un siglo (107 años) sirviendo  a muchos y sobre todo difundiendo su “verdad” o mejor dicho el  Evangelio teniendo como referencia “una verdad que no admite discusión”, pero al mismo tiempo haciendo personas éticamente mejores, tolerantes, comprensivas y sobre todo más humanas, término este último que a decir de muchos nos falta a casi todos.

Sorpresa digo pues en un espacio tan pequeño si se quiere, pues se trata de  la intersección de las calles 6 y 7, o como la mayoría de por aquí decimos “la Iglesia que está frente al Parque”, estábamos personas de muy diversas posiciones ideológicas  y sobre todo líderes de otras congregaciones religiosas del pueblo, entre ellas me encontré al líder de la comunidad católica de Baire, joven que ha hecho despertar la conciencia de esos feligreses que a mi juicio estaba dormida. Su nombre es Rogelio, de andar rápido y sagaz pensamiento, no pude contener la admiración de verlo allí. Le dije lo importante de su presencia;  incluso reconocí en el gesto una soberana muestra de “Tolerancia y Respeto”. Ante mis palabras respondió con una frase resuelta: “Las divisiones la hacen los hombres. La Fe es de Dios. Ese es el camino”.
Líder de la congregación para Dios en Oriente.
Luego nos concentramos en el suceso de la noche: la reinauguración del Templo Bautista. Primero habló el líder de la congregación para Dios y luego para las autoridades, invitados, creyentes y no creyentes, pueblo en general. A continuación entramos y mis ojos recorrieron todo lo que pudieron alcanzar: lucía imponente, había mucho júbilo, expectativas, alegría y  respeto por la nueva casa de Dios.
Líder del Templo Bautista de Baire.
Luego de escuchar algunas referencias de cuándo, cómo y quiénes habían hecho posible que estuviera ahí esa construcción  y su labor durante estos 110 años; mi atención estuvo dirigida en especial a la prédica de los oradores que utilizaron la palabra para comunicar un sentimiento que era y es mayoritario: la grandeza del “Creador”; alegría por el nuevo local; satisfacción por el deber cumplido; por la presencia de tantos que apenas había espacio para trasladarse  de un lugar a otro.

La mayoría de los presentes estuvimos enfocados en los mensajes, alabanzas e himnos. A mí el segundo himno me impactó, se refería a lo grande de la naturaleza, su lógica y armonía, su relación única con el “Rey de reyes”. Para mí fue una revelación que me hizo sentir más convencido de que en nuestro entorno, todas las formas de vida están relacionadas no por casualidad, las dirige algo o más bien alguien, que tiene un orden perfecto y al mismo tiempo inexplicable de las cosas. Solo basta mirar el milagro de la vida en todas sus dimensiones y hacer algunas preguntas ¿Cómo funciona? ¿Por qué de este modo? ¿Quién ordenó que así fuese? ¿Por qué no de otra manera?

Otras interrogantes pueden conducir al mismo camino de la “Creación”, pero hay una verdad incuestionable, estamos conectados con un “Orden Universal”, un propósito desconocido, una verdad imposible de cambiar a pesar de 20 siglos según decía un orador; una verdad que nos mantiene unidos, fuertes, vivos, y al mismo tiempo nos hace mirar hacia adelante en la sagrada misión de llegar hasta el más humilde, el más desposeído, aquel que la multitud no dejar ver, ese que camina sin fe, aquel que tiene alma pero carece de una verdad, de ese hombre que la vida lo ha llevado por los rumbos que le dio el libre albedrío, de ese que no sabe o no quiere saber que lo más importante es SERVIR.

Al regreso, ya en casa, cuando hacía las tareas hogareñas, no dejé ni un solo momento de pensar en la necesidad de escribir lo que sintió mi corazón esa noche de inauguración del templo Bautista de Baire; estoy seguro de haber cambiado en muchas cosa que hasta ayer pensaba, del origen de las cosas, de la manera de ver al mundo y sus complejidades. Reconozco me sentí identificado con muchas de las palabras que fluían en aquella sala, donde solo respiré armonía y una tranquilidad pocas veces experimentadas. Mi corazón quizás no sabe definirlo, pero fue excepcional, había reconocido la existencia de un “Ser Supremo” que nos guía por difíciles caminos con objetivos que nadie puede  definir con exactitud, pero con una total certeza: “venimos a SERVIR con sencilla y total naturalidad”, ahí se encuentra la esencia de nuestros objetivos aquí en la tierra.

1 comentario:

  1. Querido compatriota, sentiste el Espíritu Santo... EL CONSOLADOR, que nos prometió Jesucristo al regresar a la diestra de nuestro Padre Celestial.

    "Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra." 2 Crónicas 7:14

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