Arnoldo Fernández Ramos, nació el 4 de septiembre de 1945. |
Por Arnoldo Fernández Verdecia. caracoldeaguaoriente@gmail.com
El
hombre al que una vez llamé padre y amé por siempre está muriendo; su nombre: Arnoldo Fernández Ramos. A él están
dedicadas las páginas de este blog que hoy acabas de leer.
Creyó
que vivir era darlo todo a una princesa africana, veinte años menor que él.
Sólo
un milagro de Dios puede traerlo de vuelta, ojalá suceda y encuentre el camino de la familia, los amigos.
Mientras
el pueblo duerme y un inmenso aguacero desborda la ciudad; lo arropa una tela
roja y negra, perfumada con hierbas aromáticas del monte y una pulsa de ojos de
buey.
A
las 9:30 de la noche del miércoles 8 de enero de 2020, dijo sus últimas
palabras, después cayó en un coma del que nunca regresó.
Tantas
aventuras de caballería, todas victoriosas; pero la Dulcinea de ébano de sus
últimos suspiros lo llevó al abismo.
Es
la una de la madrugada del jueves 9.
Mi mascota Cuquita duerme; no imagina lo que está
sucediendo.
Padre
lucha por ganar el último torneo de sus fantasías caballerescas.
La
princesa africana burla la guardia familiar y llega a su cuerpo en Terapia
Intensiva, busca en su mano derecha la sortija de oro, -vieja reliquia traída
de España en los primeros 10 años del siglo XX-, que siempre quiso como muestra
de poder, pero no la encuentra.
El
viernes 10, a
las 8:40 de la noche, padre cae de Rocinante. Lluvias de flores invaden su
trono final. Luego lo llevan en hombros por la Avenida Jesús Rabí, por el
Parque de sus alegrías y tristezas; el pueblo de Contramaestre en un arranque
emotivo canta sus dos canciones memorables: Lágrimas negras de Miguel Matamoros
y Mi linda Guajira de Lorenzo Hierrezuelo.
El
aplauso es cerrado. Despiden al hombre que hizo del baile, una de las mayores pasiones
de su vida. Mi hermana llora sobre el Quijote que mi padre nunca dejó de interpretar.
Todos lloramos. La princesa africana está allí, pero nadie la ha visto.
QUIERO FELICITARTE POR LA EXCELENCIA DE ESA CRÒNICA QUE REVERDECE RECUERDOS DEL PERSONAJE Y SU ENTORNO Y HACE SENTIR, CASO NUESTRO, QUE LAS LETRAS BIEN CANALIZADAS, LLEGAN AL CORAZÒN DEL LECTOR.
ResponderEliminarGracias querido Claudio por esa valoración del texto. Un fuerte abrazo.
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