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| “Martí revólver en mano arengaba a los mambises a avanzar, cuando fue herido de muerte.” |
Por Arnoldo Fernández Verdecia. arnoldo@gritodebaire.icrt.cu
La tercera tesis sobre la
muerte de José Martí en Dos Ríos, lugar de confluencias del Cauto y el
Contramaestre, el 19 de mayo de 1895 aparece en los periódicos: Diario de
la Marina, La Discusión y El Herald. En los mismos se plantea: “Martí revólver
en mano arengaba a los mambises a avanzar, cuando fue herido de muerte.” 1
“Esta versión circuló
ampliamente, pero no la corroboró una fuente cubana, y Ángel de La Guardia, el
único que podía hacerlo, murió en combate, nunca se ha valorado. Sin embargo no
puede ignorarse totalmente.” 2
A propósito de lo planteado,
Cintio Vitier manifestó: “la circunstancia de su muerte, según los relatos
existentes, revisten carácter insólito, que recuerdan las palabras de una de
sus últimas cartas:
“Todos los testimonios,
coinciden en un punto: Martí alejado del grueso de las fuerzas cubanas;
desobedeciendo la orden de Gómez de quedar en la retaguardia, se lanzó al
combate en su caballo blanco, acompañado sólo de su joven ayudante Ángel de la
Guardia, y cayó atravesado por balas entre un dagame y un fustete.” 3
Según el criterio
esclarecedor del historiador cubano Rolando Rodríguez: “Después de eso, en la
acción de Dos Ríos sólo quedaría un arrebato hijo de la frustración, de la
obcecación, de la desilusión, porque lo hacían salir de la manigua. Se
desconocería u olvidaría que Martí era un político depurado que sabía de
litigios, ataques injustos y hasta de humillaciones, sin que estos lo condujeran
a depresiones, por la sencilla razón de que no podía permitírselo.” 4
Notas:
1 Citado en Rodríguez
Rolando. La Forja de una Nación. La Ruta de los Héroes. Editorial Ciencias
Sociales. La Habana. 2005. Pág. 66.
2 Ibidem. 66.
3 Vitier Cintio. Vida y Obra
del Apóstol José Martí. Centro de Estudios Martiano. La Habana. 2004. Pág. 78.
4 Rodríguez Rolando. La Forja
de una Nación. La Ruta de los Héroes. Editorial Ciencias Sociales. La Habana.
2005. Pág. 66.
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