PORTADA

sábado, 26 de diciembre de 2015

La Navidad en Cuba debe traernos la familia que aspiramos en el "año de la misericordia"




Por Antonio Domínguez (Especial para Caracol de agua) 

Hoy miro con claridad el propósito de algunas  denominaciones, unas desde la palabra y otras con símbolos, pero con un mismo fin: ayudar a convertir a los fieles en personas con luz interior, capaces de irradiar a los demás, que abatidos por las circunstancias del hogar o de la vida que les tocó, están sumergidos en la oscuridad. Para compartir solo hace falta tener voluntad y disposición, bastan estas dos condiciones para hermanarse y confraternizar. Así aprecié la Vigilia que celebró la Parroquia San Bartolomé de Baire fundada en 1835, en la noche del 24 de diciembre en espera del nacimiento de Cristo, El Salvador. Para mí no fue significativa la fecha quizás por ignorancia o resistencia al mundo espiritual, que a decir verdad ya tiene unos cuantos siglos de existencia y continúa con más fuerzas y creciendo en número de personas que se animan y cambian. Me gustaría que creciera así el deseo de mirar en un solo camino, hacer el bien, servir.

La noche inició con cálidas palabras en torno a la familia. Fueron muy sinceras en verdad, porque el corazón fue el encargado de regir el momento. Había mucha expectativa en niños, adolescentes y jóvenes, que hasta aquí solo tenían influencias de la escuela, la “familia”,  sobre todo del entorno social que les tocó y que en la mayoría de las ocasiones no es educativo  pero los marca con una profundidad notable. 

Una pequeña obra de teatro ilustró con sencillez como llegó al mundo el niño Jesús; le siguió una especie de hoja de ruta para el “Año de la Misericordia”, iniciada por jóvenes de diversas edades, pero con mensajes contundentes, que llamaron mi atención, pues la boca no debe decir lo que el corazón no siente; algunos de ellos ya hicieron suyas estas sentencias (Vestir al desnudo, Alimentar al hambriento, Visitar al enfermo, Acoger al forastero, Liberar al cautivo, Dar de beber al sediento, Enseñar al que no sabe, aconsejar bien a quien duda, consolar al triste, Perdonar de corazón).Luego mediante dinámicas grupales, el sacerdote conminaba a la hermandad, a la jovialidad, al entusiasmo, a reír (sano remedio para el corazón) y no fue difícil entender que la Navidad tiene el objetivo de compartir en familia la llegada Jesús.

Muchas familias solo tienen en el recuerdo el significado del día; otras lo celebran con ostentación y abundancia; una gran parte no tiene como celebrarlo pues ya la generación que lo tenía en su ser no está y no lo pudo formar y sus cultores hasta hoy lo habían desarrollado en pequeñas parcelas. Por suerte en los nuevos tiempos han decidido aumentar su cultivo al aire libre, sin fronteras ideológicas.

La tecnología no se quedo atrás, pues fueron proyectadas algunas imágenes de antes y después de la restauración o mejor dicho del despertar de la Parroquia de Baire, fundadora del pueblo, portadora de una cultura inicial en el Cristianismo, y con esta, de valores que están hoy primero en la hoja de ruta de sus feligreses.

Coro de niños y niñas entonaban canciones alegóricas a la Navidad, improvisadas entrevistas, así como la didáctica de una Ola de alegría con la conducción del Sacerdote; en fin una noche para compartir.

Desde el punto de vista espiritual se está cultivando una flor no solo sujeta al mundo de las flores, sino a algo más. ¿El jardinero estará atendiendo la flor como debe? ¿Recordará en verdad cuál es la base fundamental del jardín?  La familia como estructura social depende del esfuerzo de todos mirando hacia un mismo lugar, queriéndola. Todos para el bien de Todos, ocuparse todos, cuidarla, darle abrigo, alimento. ¿Se perdió el rumbo? ¿Estaremos lejos de alcanzarlo?

Cuan bueno sería volver sobre aquel camino  de lozas amarillas que nos hicieron respetar la hora de la cena en la mesa, el respeto a las decisiones, la diversidad de criterios, el cuidado de los más añejos...

El rescate de la Navidad es un ejercicio de tolerancia, una modelación de la familia que aspiramos. Su maná fue el más tierno. Debemos aprender a cultivar, para no perder lo bello de las flores. Al final, el objetivo será siempre salvar la esencia del jardín.

1 comentario:

  1. Arnoldo:

    La formación cristiana del grueso de los que combatimos los desmanes de la tiranía batistiana nos hizo actuar por AMOR, eso que hace que se sea CRISTIANOS, como dijo JESUCRISTO solo amando a su prójimo como a sí mismo se alcanza la vida eterna.

    Es por ello que tanto la Santa Biblia, como el Marxismo-Leninismo reafirman que "LA FAMILIA ES LA BASE DE LA SOCIEDAD."

    ¡¡¡FELIZ TRIUNFO DE LA REVOLUCIÓN CUBANA!!!

    ResponderEliminar

MUY IMPORTANTE: No se publicarán comentarios anónimos en este blog, es necesario consignar siempre la identidad de la persona. No se admiten ofensas, insultos, propagandas de ningún tipo. Cada persona tiene la libertad de expresar lo que piensa, pero con respeto al otro diferente. d