Mi amado padre viejo cumple hoy 101 años de vida; él me crió desde que yo era un niño. "FELICIDADES VIEJO". |
Por Arnoldo Fernández Verdecia.
Un 20 de abril de 1915, en la finca La Casimba, a ocho kilómetros de Baire, en el camino de Maibio, nació el segundo de los catorce hijos de Petronila Peña Escobar y Herminio Fernández Rosabal. Decidieron inscribirlo con el nombre de una de las iglesias más famosas de Francia: San Sulpicio; quizás también estuvieron motivados por el prestigio que había alcanzado en el mundo la Compañía de los Padres de San Sulpicio, dedicada a educar en la vida interior y en la formación del espíritu apostólico. También el trabajo tutelar de los Padres estaba en función de ayudar a las jóvenes al discernimiento de las vocaciones y a la formación inicial y permanente de los presbíteros. Así que Herminio y Petronila coincidieron en el nombre: Sulpicio Jesús, una manera de honrar a la famosa iglesia de París y a la Compañía de Padres de San Sulpicio.
Un 20 de abril de 1915, en la finca La Casimba, a ocho kilómetros de Baire, en el camino de Maibio, nació el segundo de los catorce hijos de Petronila Peña Escobar y Herminio Fernández Rosabal. Decidieron inscribirlo con el nombre de una de las iglesias más famosas de Francia: San Sulpicio; quizás también estuvieron motivados por el prestigio que había alcanzado en el mundo la Compañía de los Padres de San Sulpicio, dedicada a educar en la vida interior y en la formación del espíritu apostólico. También el trabajo tutelar de los Padres estaba en función de ayudar a las jóvenes al discernimiento de las vocaciones y a la formación inicial y permanente de los presbíteros. Así que Herminio y Petronila coincidieron en el nombre: Sulpicio Jesús, una manera de honrar a la famosa iglesia de París y a la Compañía de Padres de San Sulpicio.
La Casimba fue el lugar ideal para crecer y educarse en una
extensa finca, respirar el aire puro de la naturaleza y aprender los conocimientos
básicos de un hombre para trabajar el campo. Así Sulpicio Jesús aprendió a
ordeñar desde muy niño y eso explica la fuerza de sus manos, la musculatura que
allí todavía gravita. También fue vaquero y hacía largos recorridos en toda la
provincia Oriente llevando a vender ganado a importantes terratenientes de la
región como Federico Almeida, por solo mencionar uno de los más reconocidos.
El
Central América necesitaba camiones para
el tiro de caña, así que Sulpicio Jesús y su hermano Adrián, decidieron
embarcarse en esa empresa y compraron uno. Ambos aprendieron a manejar y se
turnaban en diferentes horarios del día y la noche para llevar la gramínea
destino al Reloj del Oriente cubano, nombrado así popularmente porque
las familias se orientaban con sus sonidos para dosificar el tiempo en cada
jornada de vida.
Pero
Sulpicio Jesús quiso probarse en otro trabajo, junto a su hermano Vidal compró
una máquina destinada a prestar servicios de alquiler; de manera que entró a formar parte de esos
legendarios autos americanos que trasladaban personas de Contramaestre a Baire,
Maffo, Santa Rita y Jiguaní. En esa labor se fue una buena parte de su
existencia hasta que llegó el triunfo de la Revolución y se
nacionalizó el transporte público. Sulpicio Jesús regresó a la Casimba, ya se había
casado, tenía seis hijos, así que Herminio parceló la tierra y la repartió a
partes iguales entre los catorce hermanos, a Sulpicio le tocó media caballería
de tierra. Junto a su adorada esposa,
Enma, emprendieron la colosal tarea de vivir de la agricultura, el ganado y las
aves de corral. Su matrimonio pasó las siete décadas de feliz unión, hasta que
ella murió el 29 de noviembre de 2011. Sulpicio quedó en su casita de La Casimba, allí sus hijos se
turnan día a día para
acompañarlo; goza de una salud de acero y hoy 20 de abril cumple 101 años de vida.
FELICIDADES PADRE VIEJO, ABUELO AMADO.
Muchas felicidades en este dia tan especial querido abuelo,mucha salud, te ves bello, le pido a Dios larga vida para Ud y que pronto me permita abrazarle
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