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domingo, 10 de julio de 2016

Cuba, mi amigo y el Período Especial



Por Arnoldo Fernández Verdecia. caracoldeaguaoriente@gmail.com

Yo tenía un amigo que gustaba hablar largo de Darcy Ribeiro y su obra cumbre “El proceso civilizatorio”. Nos conocimos en los años crudos del Período Especial, cuando yo andaba con el sueño a cuestas de hacerme científico. Recuerdo estábamos en Beca y comíamos mal; muy mal, porque todo era racionado y hasta el té era inalcanzable. Mi amigo salió de la oscuridad del apagón y  su Ribeiro nos acompañó la noche entera. Pensamos Cuba, el mundo y creímos posible una vida distinta, donde los hombres no se lanzaran sobre los otros hombres y se pudiera ser Humano, demasiados Humanos sobre todas las cosas.

Yo seguí tras mi sueño y  llegué a máster en ciencias sociales y pensamiento martiano;  publiqué varios libros; mi amigo quedó allá en el silencio del Período Especial, aprendió de todo. Se unió a una  mujer, tuvo dos hijas, pero ella se fue con otro, más real, sin el anhelo de ser científico social y con mucha platica para llevar el absurdo Período Especial. Yo conseguí hacer el mapa de una vida  consagrada a varios propósitos, aunque sin hijos: nunca robé, no fui guataca, no chivateé, mantuve una ética ante las precariedades. 

Muchas tentaciones surgieron en mi azaroso camino, pero todas las evadí y no me monté al carrito de los arribistas, porque tenía un José Martí en el alma y veía con sus ojos el cáncer que todo lo podría a su paso, o mejor, casi todo, pues todavía desandan por ahí personas dignas, capaces de la revolución del decoro, como mi amigo, aunque no conquisten el espacio y los medios para conseguirla.

Mi amigo apareció después del Período Especial crítico, me narró su pasado; lo abracé, pero sin yo preguntarle se puso a hablar de extraños personajes que nos acompañaron en aquellos tiempos y se veía que los admiraba y quería ser como ellos.  Si  mi amigo volviera a nacer, el hombre que le gustaría ser no sería como yo, sin dudas no sería como yo, eso lo tenía muy claro y lo vi perderse en el nuevo Período Especial que ya teníamos en casa.   

Acaricié El proceso civilizatorio y lo regresé al librero. No volveré más sobre estas páginas de Darcy Ribeiro. Hay que seguir adelante. 

1 comentario:

  1. SI NO ESTUVIERA EN ESTE LAMENTABLE CHILE, DEFENDIENDO A MI DESCENDENCIA DE LAS MALIGNIDADES DE UN TRAIDOR AL PARTIDO COMUNISTA DE CHILE, FORMADO EN LA KGB, EN LA DIFUNTA URSS... ¡¡¡TE DARÍA UN ABRAZO ENORME!!!
    ME CONFORMO CON ENVIÁRTELO POR AQUÍ.

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