Abordo un taxi después de una breve mañana con mi padre de 106 años. Alguien de voz gruesa dice al fondo: - Después de viejos no vamos a dejarnos morir de hambre. Nadie más habla. El silencio apoya lo dicho. El auto rueda sobre la carretera de Machado y los campos pasan veloces ante la muchedumbre de ojos que añora el verde, una invasión de verdes que salven la casa, los días, la cena de Año Nuevo; pero el verde no escucha y nuevamente al fondo la misma voz: -Viejos, pero daremos la batalla por la vida. Como Julio César, una frase vino a mi mente, pero no en el latín de entonces: "La suerte está echada". En 2021 cruzaremos El Rubicón. Dios se apiade de las almas que sean arrolladas por la crecida.
Arnoldo saludos, desde la distancia estiro mi mano para ti y para ese padre viejo al que también admiro y reconozco. Que bueno leer que ya son 106 y Sulpicio sigue dándonos el ejemplo por la vida. Pongo a disposición mis plataformas y programa de radio para que Guyana y un poquito más allá, conozca la historia de vida de alguien en Cuba, con su edad, tan cercano. Espero tu respuesta (+592 681 0827) Whatsapp.
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