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sábado, 26 de diciembre de 2020
NUESTRO QUIJOTE DEL AZÚCAR
Por A. F De niño, cuando iba al río con mi madre, mediamos el tiempo por sus sonidos; era puntual, una vez cuando marcaba hora redonda y dos veces la media, por eso la gente comenzó a llamarlo Reloj de Oriente, orgullo de la patria chica. Gracias a la presión ejercida por su dueño inicial, Federico Fernández Rosillo y el grupo Powell, llegó el ferrocarril y produjo el parto del poblado de Contramaestre, proyectado por Van Horne en un memorable papel de trazas. Dicen que por muchas décadas conservaste la memoria de todas tus moliendas, hasta que un "sabio" las quemó para ocasionarte una amnesia que muchos no aceptamos; incluso tienes en el cementerio de Maffo un sitio para enterrar a tu gente, -casi en ruinas por cierto-; pero ya llevas años sin sonar, el tiempo muerto señorea, el campo de pelota no está, la casa de tu dueño fue demolida inexplicablemente, pero todavía permaneces en pie como Quijote, desafiando los molinos de viento, ojalá y consigas mantenerte erguido por varios siglos, en una eternidad que respete tu vejez venerable.
Mis abuelos maternos eran de allí. Mi madre nació allí y mis tíos. Mi abuelo Herminio era mecánico y su hermano Pedro también, desde muy jóvenes trabajaban en el ingenio y toda la vida me hablaron bien de la familia Fernández-Casas. Allí también fui de pequeño.Es muy triste todo pero el ingenio sigue en pie, gracias a DIOS.
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