LLEGÓ CAÑÓN DON PEPE A SEIS AÑOS

Por Arnoldo Fernández Verdecia. 

Un 2 de marzo de 2017 sonó el primer disparo, la diana mambisa se escuchó en todo el barrio, la voz de Cachao y el Son  a Maffo tocó puertas, ventanas y la historia despertó a la gente que salió de sus casas e hizo del espacio, un sitio de encuentro con la cubanía más fervorosa.

Decidimos bautizarnos con el nombre del pequeño cañón que, con sus disparos, rompía la fiesta de San José, el patrono de Maffo. 

Mucha gente, jocosa hasta la médula, iba buscando a Don Pepe, el del cañón; pero detrás de aquella picaresca muchos llegaron y se quedaron para siempre. 

Polo de Maffo se ganó el alias cantando las canciones del hombre del montón de estrellas y de flor pálida.

Pachango se convirtió en el Buda de la Guaracha. Expresión con la que ya es identificado por todos en el pueblo. 

Carla tenía 8 años cuando empezó el convite, hoy tiene 14. Creció unida al espíritu de Cañón Don Pepe. Es orgullo de todos por sus valores y la ternura con que canta y declama.

Seis años parece una eternidad, pero cuando el espíritu de Martí convoca, los que aman y fundan, se unen en la virtud y crean espacios como Cañón Don Pepe. 

Un 2 de marzo de 2017, la Sociedad Cultural José Martí disparó el cañón, sonó la diana y aún hoy, seis años después,  apuesta por el espacio donde los martianos celebran la memoria, la identidad, la cultura. 

¡FELICIDADES, CAÑÓN DON PEPE!