¡LA CONCIENCIA ES IMPARCIAL!

Por Javier Montes Miclin.

En el proceso de atentar, ofender o pleitar,  efluye una actividad interactiva que caracteriza la inclinación natural de cada individuo a defender su posición cognitiva,  esto genera a la postre una escalada de reacciones debido a la confrontación o aceptación del primer impulso.

La postura intelectual ajena, lejos de ser condenada radicalmente debe aceptarse como un proceso de la interlocución del pensamiento y del lenguaje humano. Cuando se usa la coersión o la coacción para obstaculizar la construcción de esquemas especulativos se contricta la libertad de la conciencia individual. 

"La conciencia le brinda al hombre la posibilidad de distinguir lo que él es, de lo que él no es, o sea, lo que le rodea. (Manual de psiquiatría clásica)."

Ahora bien, el pensamiento populista izquierdoso no pretende vender violentamente la concepción del silencio intelectual a costo de generar el reverdecer de una conciencia altruista; salvo siempre y cuando no atente contra sus intereses de casta. 

¿Quién me puede culpar de haber generado una conciencia crítica? ¿O no tuve maestros que me impartieron sentencias matemáticas? 

En lo que a mí respecta, no temo asumir las consecuencias de llevar mis pensamientos políticos al más alto nivel de su manifestación y es la impugnación de lo aberrante socialmente hablando; sería semejante a los que me acusan sino aceptase el ejercicio ajeno del otro pugnante a refutar mis especulaciones para nada absolutas en sí mismas.

Existe también la seducción del establisment para alinear a través de las diversas militancias a la intelectualidad,  cosa digna de aversión.  Pero si alguien supone un radicalismo egolatra e individualista,  aquí derrumbo su contrariedad. 

"Por más egoísta que se pueda suponer el hombre,  existen evidentemente en su naturaleza algunos principios que lo mueven a interesarse por la suerte de los otros, y hacer que la felicidad de éstos le resulte necesaria, aunque no derive de ella nada más que el placer de contemplarla." (Adam Smith, Las riqueza de las naciones).

*Foto de Ruber Esmil Osoria.