Por Arnoldo Fernández Verdecia. caracoldeagua@cultstgo.cult.cu
La noticia la da el mismo canal por donde nos enteramos, hace algunos días, que Antonio Pacheco solicitó el estatus de refugiado político en los Estados Unidos. Casi los mismos móviles, aunque con la diferencia de que el Capitán de Capitanes no ofrece declaraciones políticas, alegando que lo suyo “es la pelota, enseñar y convertirse en entrenador de las Grandes Ligas”. Gabriel Pierre, junto a su familia, si concede una entrevista en Miami y los argumentos esgrimidos, por él y su esposa, para justificar el cambio de aires, aluden a la discriminación religiosa de que fue víctima por ser Testigo de Jehová en Cuba. De ser ciertas, abren un capítulo a debate sobre el que regresamos en Caracol de agua con particular fuerza. ¿Qué consideraciones pueden argumentarse sobre un asunto tan delicado?
El hecho de que Pierre fuera invitado a casi todos los juegos de las estrellas retiradas del beisbol cubano, en los últimos años, niega el hecho de ser un marginado por su condición religiosa. Incluso, en la demostración de habilidades previas, en ese tipo de evento, él era uno de los elegidos en el bateo de largo alcance.
Sin embargo, sobre Pacheco, Kindelán y Pierre pesa una decisión errada de la Comisión Nacional de Beisbol que en el programa televisivo Confesiones de grandes fue fundamentada por ellos con mucho dolor; pues fueron apartados de las series nacionales cuando estaban en el mejor momento de sus carreras deportivas. ¿Acaso hay heridas no cerradas en estas estrellas, que llevan a dos de ellos a tomar decisiones como la de solicitar el estatus de refugiado en el país que por más de 50 años consideraron el peor enemigo de Cuba?
Pierre habla de darle una mejor vida a sus hijos. Pidió, a través del citado medio de prensa, ser contratado como entrenador de algún equipo de las universidades estadounidenses. Su esposa puso la nota clave, al informar sobre la invisibilidad que anuló la vida personal del estelar pelotero, desde que disidiera profesar la religión de los Testigos de Jehová. ¿Será cierto esto?
Creo, con toda honestidad, que Cuba ha cambiado en los últimos años y nadie es marginado por profesar una u otra religión, incluso la Constitución de la República es clara en su artículo 8: “El Estado reconoce, respeta y garantiza la libertad religiosa. En la República de Cuba, las instituciones religiosas están separadas del Estado. Las distintas creencias y religiones gozan de igual consideración”.
No obstante, si algo tarda en cambiar en cualquier sociedad son las mentalidades. No dudo que todavía queden militantes del Partido Comunista aferrados al dogma de ver con mala vista a algunas corrientes religiosas, entre ellas la de los Testigos de Jehová. Ojalá y me equivoque en esta apreciación, pero tenemos que profundizar en elementos socioculturales que minan, para desgracia nuestra, la unidad de la nación, en momentos donde se potencia la diversidad y pluralidad de voces y grupos. Cuba cambia, pero muchos siguen anquilosados en viejas creencias. Ojalá y lo de Gabriel Pierre sea una construcción mediática suya para insertarse en esa sociedad y no errores de las autoridades deportivas al darle tratamiento como religioso.
El hecho de que Pierre fuera invitado a casi todos los juegos de las estrellas retiradas del beisbol cubano, en los últimos años, niega el hecho de ser un marginado por su condición religiosa. Incluso, en la demostración de habilidades previas, en ese tipo de evento, él era uno de los elegidos en el bateo de largo alcance.
Sin embargo, sobre Pacheco, Kindelán y Pierre pesa una decisión errada de la Comisión Nacional de Beisbol que en el programa televisivo Confesiones de grandes fue fundamentada por ellos con mucho dolor; pues fueron apartados de las series nacionales cuando estaban en el mejor momento de sus carreras deportivas. ¿Acaso hay heridas no cerradas en estas estrellas, que llevan a dos de ellos a tomar decisiones como la de solicitar el estatus de refugiado en el país que por más de 50 años consideraron el peor enemigo de Cuba?
Pierre habla de darle una mejor vida a sus hijos. Pidió, a través del citado medio de prensa, ser contratado como entrenador de algún equipo de las universidades estadounidenses. Su esposa puso la nota clave, al informar sobre la invisibilidad que anuló la vida personal del estelar pelotero, desde que disidiera profesar la religión de los Testigos de Jehová. ¿Será cierto esto?
Creo, con toda honestidad, que Cuba ha cambiado en los últimos años y nadie es marginado por profesar una u otra religión, incluso la Constitución de la República es clara en su artículo 8: “El Estado reconoce, respeta y garantiza la libertad religiosa. En la República de Cuba, las instituciones religiosas están separadas del Estado. Las distintas creencias y religiones gozan de igual consideración”.
No obstante, si algo tarda en cambiar en cualquier sociedad son las mentalidades. No dudo que todavía queden militantes del Partido Comunista aferrados al dogma de ver con mala vista a algunas corrientes religiosas, entre ellas la de los Testigos de Jehová. Ojalá y me equivoque en esta apreciación, pero tenemos que profundizar en elementos socioculturales que minan, para desgracia nuestra, la unidad de la nación, en momentos donde se potencia la diversidad y pluralidad de voces y grupos. Cuba cambia, pero muchos siguen anquilosados en viejas creencias. Ojalá y lo de Gabriel Pierre sea una construcción mediática suya para insertarse en esa sociedad y no errores de las autoridades deportivas al darle tratamiento como religioso.
Sobre la relación religiosos, militantes del Partido Comunista en Cuba recomiendo leer los siguientes post:
*Militantes del Partido vs Religiosos en Cuba
*Perfil estalinista de algunos militantes del Partido en Cuba
Eddygil: A la larga y a la corta no importa ya porque motivos los cubanos se fugan de Cuba. Lo cierto es que son muchos que lo hacen por cualquier vereda y el motivo principal es que en Cuba solo "viven" los adoctrinados por el sistema, los vive-bien, los castrista, doble moras y la cupula. Eso es innegable. Ademas no importa lo que se escriba en la llamada constitucion. El papel aguanta todo lo que se le escriba. PUNTO!!
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