Por Arnoldo Fernández Verdecia. caracoldeaguaoriente@gmail.com
He leído con atención un texto de Yamile Haber publicado en la sección Libre ejercicio de la revista Sic[1], Editorial Oriente, no. 57, pp. 21-22; reconozco el valor de teorías y conceptos que pone ante el lector insular; el nivel de actualización de las mismas, sin embargo aprecio una visión genérica del asunto, sin la necesaria mirada a lo nuestro. También leí con atención un interesante post de Juan Antonio García publicado en su blog Cine Cubano lapupila insomne, a propósito de la intervención de Milena Recio en el último panel del evento Cuba posible, sobre (“La legitimidad de nuevos modelos: horizontalidad, jerarquías y cultura”), y en especial, cuando habló de la blogosfera cubana y la penetración de Internet en Cuba. García afirma algo interesante: “… yo creo que hay que seguir insistiendo en que el acceso a Internet, a estas alturas, es un derecho de los individuos, no un favor que el Estado nos concede. En tal sentido, necesitamos un Estado que controle su uso (como se hace en todos los países, incluyendo los Estados Unidos), pero que al mismo tiempo (y sobre todo) facilite su acceso (…) Mi criterio es que, en sentido general, estamos conscientes de nuestros problemas, pero carecemos de la voluntad de pensar una posible política pública que estimule el uso creativo, ya no solamente de Internet, sino de todas las herramientas que nos brinda la revolución electrónica”.
Las valoraciones de Haber y Juan Antonio me llevan a una interrogante: ¿Qué necesita el periodismo on line cubano del siglo XXI para que realmente impacte en la esfera pública? Prefiero responder como si se tratara de un asunto literario, por eso he titulado mis respuestas:
En
una conversación bizantina entre colegas de la prensa uno dijo que los
problemas investigados no debían ser publicados en Internet, porque las
soluciones no estaban en ese espacio. Otro, tan conservador como su
colega, dijo que las cuestiones domésticas eran para la casa, nada de
trapitos al sol, porque las consecuencias no serían buenas. Nicanor, uno de
esos buenos reporteros que todavía prestigian la profesión, replicó que el buen
periodismo no puede tener esas fronteras, pues pareceríamos un jardín florido
en el ciberespacio donde no ocurre nada negativo.
La conversación subió de tono, pero todos llegaron a una conclusión: construir un país virtual, sin parecerse al hombre real era poco creíble, por eso nuestros vacíos informativos lo ocupan medios que no tienen relación con los oficiales. ¿Cómo se las agencian las personas no conectadas para leerlos?, la pregunta fue unánime, pero sólo Nicanor se atrevió a decir lo que pensaba. En los paquetes que semanalmente se venden en los cibercafé caseros vienen todo de tipo de textos, nadie escapa al placer de leerlos y eso no puede controlarse. Puso ejemplos de periodistas que escriben críticas sabiamente elaboradas en sus páginas personales, que influyen sobre elementos decisores del país, y gracias a ellos, se originan cambios de mucha intensidad para la solución de problemas. Pero nuevamente alguien se encargó de recordar que Internet no era para publicar críticas. Hacerlo era darle armas al enemigo. El silencio reinó. Cambiar ese modo de escribir llevaría tiempo y mártires, pero: ¿quién se encargaría de poner el cascabel al gato?
Con aquellas dudas en la cabeza, los reporteros concluyeron que mejor sería cumplir lo establecido y esperar que alguien de arriba decidiera por ellos, la vida se vivía una sola vez y no era recomendable saber por dónde entraba el agua al coco.
La conversación subió de tono, pero todos llegaron a una conclusión: construir un país virtual, sin parecerse al hombre real era poco creíble, por eso nuestros vacíos informativos lo ocupan medios que no tienen relación con los oficiales. ¿Cómo se las agencian las personas no conectadas para leerlos?, la pregunta fue unánime, pero sólo Nicanor se atrevió a decir lo que pensaba. En los paquetes que semanalmente se venden en los cibercafé caseros vienen todo de tipo de textos, nadie escapa al placer de leerlos y eso no puede controlarse. Puso ejemplos de periodistas que escriben críticas sabiamente elaboradas en sus páginas personales, que influyen sobre elementos decisores del país, y gracias a ellos, se originan cambios de mucha intensidad para la solución de problemas. Pero nuevamente alguien se encargó de recordar que Internet no era para publicar críticas. Hacerlo era darle armas al enemigo. El silencio reinó. Cambiar ese modo de escribir llevaría tiempo y mártires, pero: ¿quién se encargaría de poner el cascabel al gato?
Con aquellas dudas en la cabeza, los reporteros concluyeron que mejor sería cumplir lo establecido y esperar que alguien de arriba decidiera por ellos, la vida se vivía una sola vez y no era recomendable saber por dónde entraba el agua al coco.
Narrar
la vida cotidiana de Cuba no puede reducirse al comodín: “hacerle el juego al
enemigo”. Blog no es sinónimo de portal o sitio oficial, no puede entenderse
así, pues reduce su alcance; es sobre todas las cosas, una forma de neutralidad
necesaria para el periodismo ciudadano que reclaman los tiempos.
Yo asumo mi blog como un espacio de libertad, por eso no puedo tolerar que esté regulado por nadie. Me permite decir lo que los medios masivos niegan a mis contemporáneos, y eso tiene un valor tremendo en las complejidades del mundo actual; pero también existe otra dimensión esencial: el otro también participa y lo hace en condición de igual, al extremo de democratizar la posibilidad de interactuar sin estar supeditado a la vigilancia que un censor impone. Colegas, la Blogosfera es una necesidad para Cuba si queremos construir una democracia deliberativa en la que crea nuestra gente.
Escribir sobre Cuba, en el ciberespacio, me recuerda al español Alfonso Sartre y los dilemas del escritor contemporáneo: ¿Implicarse con qué? ¿O con quiénes? Desde afuera se sugieren fórmulas y diagnósticos a veces acertados, otras no. La pregunta es medular: ¿implicarse con qué? Hacer buen periodismo en la red es estratégico, por eso estamos necesitados de la participación de los intelectuales para direccionar cambios y visualizar estados de opinión presentes en la complejidad social. Los blogueros, junto a esa vanguardia del pensamiento, tienen una responsabilidad tremenda en la definición del nuevo paradigma emancipador que se debe construir en el siglo XXI.
Yo asumo mi blog como un espacio de libertad, por eso no puedo tolerar que esté regulado por nadie. Me permite decir lo que los medios masivos niegan a mis contemporáneos, y eso tiene un valor tremendo en las complejidades del mundo actual; pero también existe otra dimensión esencial: el otro también participa y lo hace en condición de igual, al extremo de democratizar la posibilidad de interactuar sin estar supeditado a la vigilancia que un censor impone. Colegas, la Blogosfera es una necesidad para Cuba si queremos construir una democracia deliberativa en la que crea nuestra gente.
Escribir sobre Cuba, en el ciberespacio, me recuerda al español Alfonso Sartre y los dilemas del escritor contemporáneo: ¿Implicarse con qué? ¿O con quiénes? Desde afuera se sugieren fórmulas y diagnósticos a veces acertados, otras no. La pregunta es medular: ¿implicarse con qué? Hacer buen periodismo en la red es estratégico, por eso estamos necesitados de la participación de los intelectuales para direccionar cambios y visualizar estados de opinión presentes en la complejidad social. Los blogueros, junto a esa vanguardia del pensamiento, tienen una responsabilidad tremenda en la definición del nuevo paradigma emancipador que se debe construir en el siglo XXI.
Queridos colegas, tener un blog en
Cuba es una pasión si sabe llevarse con responsabilidad y alcance ético. Los
criterios se dividen a la hora de valorarlos. Unos lo ven como algo maldito,
otros como una extensión de la prensa tradicional. Ni una ni otra
clasificación describe la realidad acertadamente. Para mí, son una forma
de participación en la esfera pública que las instituciones de poder no pueden
desconocer o invisibilizar. Existen y reflejan la voz del otro, de los otros.
Lo de maldito quizás tiene que ver porque no pasa por ningún filtro y depende de los reales intereses de su editor. No es un reino sólo para periodistas; a decir verdad, otros se aventuran por esos caminos y se puede hablar con mayúsculas de ESCRITORES BLOGUEROS, CIENTÍFICOS BLOGUEROS, ARTISTAS BLOGUEROS, INTELECTUALES BLOGUEROS, en fin, una heterogeneidad valiosa en el tejido actual de la sociedad. Demonizarlos no resuelve nada, invisibilizarlos, tampoco. Navegan y cada vez atraen a un mayor número de lectores y generan respuestas ciudadanas en lo cívico y hasta en lo institucional. Esa es la realidad, ignorarla no conduce a ningún camino.
Verlo como una extensión de la prensa tradicional es un sesgo. El periodista no puede desdoblarse y hacer de ciudadano en la aldea global y participar, sin que alguien desde el poder lo cuestione. Regulaciones de todo tipo y el vía crucis de plaza sitiada enmarañan la pasión de bloguear. Entonces nosotros, humildes reporteros, nos sentimos censurados por todos lados, caemos en el suicidio de volcar lo mismo que hacemos para el medio donde laboramos y perdemos credibilidad en la res pública; o sencillamente alguien se encarga de dictarnos al oído algunas frases: “Internet no va a resolver nuestros problemas”, “Internet no es para publicar críticas”; con esa carga a cuestas no nos queda otro remedio que sumarnos a un activismo cuantitativo porque alguien lo manda así y olvidamos lo cualitativo, tan necesario en tiempos donde el país necesita construir espacios de diálogo y participación que sean en verdad creíbles.
Lo de maldito quizás tiene que ver porque no pasa por ningún filtro y depende de los reales intereses de su editor. No es un reino sólo para periodistas; a decir verdad, otros se aventuran por esos caminos y se puede hablar con mayúsculas de ESCRITORES BLOGUEROS, CIENTÍFICOS BLOGUEROS, ARTISTAS BLOGUEROS, INTELECTUALES BLOGUEROS, en fin, una heterogeneidad valiosa en el tejido actual de la sociedad. Demonizarlos no resuelve nada, invisibilizarlos, tampoco. Navegan y cada vez atraen a un mayor número de lectores y generan respuestas ciudadanas en lo cívico y hasta en lo institucional. Esa es la realidad, ignorarla no conduce a ningún camino.
Verlo como una extensión de la prensa tradicional es un sesgo. El periodista no puede desdoblarse y hacer de ciudadano en la aldea global y participar, sin que alguien desde el poder lo cuestione. Regulaciones de todo tipo y el vía crucis de plaza sitiada enmarañan la pasión de bloguear. Entonces nosotros, humildes reporteros, nos sentimos censurados por todos lados, caemos en el suicidio de volcar lo mismo que hacemos para el medio donde laboramos y perdemos credibilidad en la res pública; o sencillamente alguien se encarga de dictarnos al oído algunas frases: “Internet no va a resolver nuestros problemas”, “Internet no es para publicar críticas”; con esa carga a cuestas no nos queda otro remedio que sumarnos a un activismo cuantitativo porque alguien lo manda así y olvidamos lo cualitativo, tan necesario en tiempos donde el país necesita construir espacios de diálogo y participación que sean en verdad creíbles.
4. ¿Colgar el sable o adaptarse a navegar en aguas tranquilas es el dilema?, dice Nicanor
Amigos, ojalá y las esferas decisoras aprecien el panorama desde esta lectura del asunto que estoy proponiendo y el periodista bloguero pueda sentirse libre al bloguear, tal y como lo hacen los intelectuales blogueros, aunque estos últimos están sujetos también a la presión de la autocensura, tan dañina como la más burda de las censuras. Entonces, muchas verdades necesarias en las actuales condiciones tendrían en ellos a valiosos aliados en el ejercicio del periodismo cívico, pero: ¿pueden hacerlo honestamente en pos del ideal emancipador que pretendemos construir entre todos?
Mientras llegan las respuestas, el rol comunicador en la Blogosfera lo asumen otros con más carisma y agallas para construir la vida cotidiana, sin los tintes y afeites que muchas veces le damos los periodistas y hasta los mismos intelectuales orgánicos, para que la verdad no suene dura ante los que toman las decisiones.
Lo real es que con la llegada de las nuevas tecnologías, la sociedad ha cambiado radicalmente sus hábitos y preferencias de consumo, como sus formas de comunicarse, conocerse y relacionarse. Internet ha estremecido los cimientos económicos y culturales de los medios tradicionales, pero además, ha abierto nuevas posibilidades y formas de narrar historias. Los medios tradicionales de comunicación masiva no están ajenos a ese fenómeno y entienden cada vez más el poder de Internet en la percepción de la realidad social, aunque se resisten a insertarse en ese complejo mundo, porque siguen atrapados en el pensamiento analógico y en las lecturas ideológicas del asunto.
Primero la web 1.0 nos ofreció un universo de informaciones, fotos, noticias, videos, fortaleciendo la frase de Picasso: “yo no busco, encuentro”. El internauta sin notarlo, estaba sumergido en un océano cada vez más concurrido de conocimientos y entretenimientos, pero no tenía posibilidad de intercambios.
Luego la aparición de la web 2.0 dio paso al periodismo ciudadano, a la interacción del usuario con el medio, rompiendo el paradigma: “nosotros hablamos, ustedes escuchan”, basado en comunidades de usuarios y una gama especial de servicios como las redes sociales, blogs y wikis que fomentan la colaboración y el intercambio ágil y eficaz de información.
Es el entorno tecnológico -y no los medios de comunicación- el que redefine el perfil y las habilidades de las personas que desean generar contenidos en la Web, pues con la 2.0 cualquiera puede escribir en Internet. Los antes usuarios (lectores, audiencia) debían conformarse con ser testigos o consumidores de la información emitida. Con la 2.0 y el creciente auge de los weblog, cualquier persona puede participar activamente de los contenidos noticiosos. A decir de Shayne Bowman y Chris Willis, el periodismo ciudadano o participativo es el “acto de un ciudadano o grupo de ciudadanos que juegan un papel activo en el proceso de colectar, reportar, analizar y diseminar información. La intención de esta participación es suministrar la información independiente, confiable, exacta, de amplio rango y relevante que una democracia requiere”.
En la concepción tradicional del periodismo cubano, el esquema de distribución de informaciones es lineal y unidireccional, pues, a través de los medios de comunicación masivos nos dirigimos a una audiencia heterogénea y por el contrario, desde la visión del periodismo participativo, la comunidad es a la vez, emisora y receptora de los mensajes. En la actualidad, el público tiene nuevas necesidades, no basta con acceder a la información actualizada, ahora es preciso comentarla, valorarla, remitirla a filtros sociales como YouTube o Facebook; guardar el enlace en los favoritos en línea, enviarla por correo electrónico a un amigo, compartir el enlace en su propia red social o republicar y comentar la noticia en su blog; este último se actualiza frecuentemente y permite a los visitantes responder a las entradas, funcionando como herramienta social para contactar con personas interesadas en los mismos temas y con los que llega a formar verdaderas comunidades en línea, siendo los valores más destacados: la participación y la independencia; una característica muy importante es su interactividad, sobre todo si se compara con las páginas web tradicionales, todavía atrapadas en el limbo de lo analógico.
En Cuba muy pocos periodistas tienen páginas personales con el fin de que el internauta se enfrente a algo diferente de lo que escucha en la radio, ve en la televisión y lee en la prensa plana. La Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) ha creado un directorio nacional donde se encuentran registrados los blogs de los reporteros del país. El mismo facilita la búsqueda para el usuario que esté interesado en un blog específico. Sin embargo, no está actualizado completamente.
El oriente cubano tiene una propuesta de integración de los bloguer-periodistas: Blogueros del Sol, creado por Reynaldo Cedeño el 5 de marzo de 2010 con el propósito de tocar de una sola vez el panorama múltiple y creativo, desde la crónica cotidiana y lecturas personales de la realidad. También sobresale la creación de Blogosfera Santiago, el 24 de junio de 2013, por Arnoldo Fernández, editor de Caracol de agua, con un alcance más abierto, pues integra a conocidos intelectuales santiagueros. No obstante a estas nobles intenciones, sólo 12 periodistas están registrados en el primero, y en el segundo, solo 34; de ellos, unos pocos actualizan diariamente. ¿Las razones?, muy diversas: en algunos medios de difusión no existe una diferenciación entre los sitios web concebidos como órganos de prensa y los blogs de los periodistas. Muchos directores aplican la misma política editorial del sitio a los blogs y así aparecen las hirientes palabras: “eso no puede publicarse”, “estás haciéndole el juego al enemigo”, “utilizas un doble discurso”, “eres un periodista de un medio oficial, no puedes desdoblarte” o “estás proponiendo lecturas entre líneas”. Por esos motivos, numerosos profesionales de la comunicación se autocensuran y sólo visibilizan lo políticamente correcto.
Mientras llega la Revolución digital a las mentalidades de los directivos, todavía aferrados a los esquemas analógicos o a las cuestiones ideológicas, a los blogueros no nos queda otro camino que sobrevivir y esperar un código de ética que defina lo permisible y lo no permisible: ¿colgar el sable o adaptarse a navegar en aguas turbulentas es el dilema?
5. Interrogantes de Nicanor a sus colegas
En la práctica el discurso periodístico de Cuba en Internet es cautivo de la propaganda ideológica. Desde el condicionamiento aludido, colegas: ¿Es posible un nuevo paradigma, cuando normativas, indicaciones, censura, falsos triunfalismos y elementos extra-laborales, no permiten ir más allá de lo posible imaginado? ¿Es viable un nuevo paradigma, cuando el periodismo on line no se concibe como forma de deliberación en la esfera pública? ¿Es permitido imaginar una élite de poder informada y una sociedad civil pronta a responder, sirviéndose del periodismo on line como mediador? ¿Por qué los mensajes difundidos a través de blogs, e-mail, sms y redes sociales no tienen impacto en la esfera pública? ¿Es imposible hacer un periodismo condimentado por la Web 2.0 y la 3.0, cuando las publicaciones críticas en la Blogosfera y las redes sociales, por citar dos ejemplos necesarios, tienen que ser revisadas y aprobadas por nuestro director? ¿Influyen los medios digitales en el discurso público? Queridos colegas, mi conclusión es apocalíptica: Hace falta una alfabetización en Cuba, en términos de cultura pública, para ayudar a nuestra población a seleccionar contenidos, interactuar a partir de ellos y generar información, aprovechando las inmensas ventajas que ofrece Internet. Mientras eso llega, no hay mejor metáfora que la del pavo real.
Bibliografía
CASTEL,
MANUEL (2011) El nacimiento de los
medios de masa individuales, en Revista Criterios, no. 9, junio, 2011.
GIRAR,
CHARLES (2012) De la prensa en
democracia: La revolución mediática y el debate público, en Revista Criterios,
no. 27, mayo, 2012.
RASMUSSEN,
TERJE (2012) Internet y la diferenciación en la esfera pública, en Revista
Criterios, no. 21, febrero, La
Habana.
MANCIC
(2013) La democracia deliberativa e
Internet: ¿puede la democracia deliberativa
en línea sustituir la democracia clásica?, en Revista Criterios, no. 46,
septiembre, La Habana.
1. Publicación de la Editorial Oriente en Santiago de Cuba, perteneciente al Instituto Cubano del Libro.
Julio Cesar Rosales: Yo realmente no se como podríamos, como país, seguir apostando porque la base fundamental de nuestros ingresos sea la prestación de servicios fuera del país( como de hecho ya lo es) sin acceso pleno a internet para poder hacer frente a la preparación efectiva y con las competencias técnicas que exige el mundo. El capital humano enorme que tenemos, no es suficiente. Cuando llegas a otro país a trabajar, te encuentras con un cúmulo de protocolos técnicos y una necesidad diaria de actualizarse que es agobiante si no se tiene la internet.Por otro lado es maravilloso, como profesional, poder acceder a cualquier materia en solo segundos. También pienso en lo útil que seria hasta para nuestros niños en la primaria, saber hacer búsquedas y descubrir la maravilla del conocimiento. Como el sol, creo que la internet tiene más luz que manchas; con esas últimas, habrá que saber lidiar, como lo hace el oso con las picadas de las abejas,para acceder, por fin, a su miel.
ResponderEliminarJulio Concepcion: Bueno papa . hasta aqui es bien caro . pero llegara.
ResponderEliminarGladys Mariela Perez Gonzalez: Tenemos como cuatrocientos años de atraso ;internet es desarrollo.
ResponderEliminarHola, le felicito por su interesante artículo, comparto con usted la mayor parte de su exposición, en verdad que aún existen personas en posición de poder que no quieren entender que internet abierto es una fuente de información a la cultura universal, que hoy por hoy es considerado como un nuevo derecho humano, por la UNESCO y la ONU, sabemos que los dueños de los medios masivos de comunicación mundiales no son nuestros amigos, o mejor dicho no son amigos de nadie, pero no por ello dejamos de usarlos en el mundo entero, sabemos elegir,elegimos lo que queremos y no hay que esconderse de ellos y evadir las responsabilidades de interactuar con el mundo real y tener el derecho a saber, que es otro derecho fundamental que no se puede negar a ningún ser humano en este planeta, bajo la premisa de que daña a la revolución, existe un inmovilismo en la prensa oficial y en la instalación de internet, desde hace ya tiempo y si no cambian y se actualizan, verán cómo perderán los propósitos para los que están hecho, leer e informar, nadie los leerá al final y optarán por lo alternativo, sin dudas.Si no se actualizan perecen y provocan más daño que beneficios a la ciudadanía, que es rehén de ese desandar en el desarrollo tecnológico mundial. Siempre creo que no hay que sentarse a esperar que otros piensen por uno y esperar que decidan hacer, la realidad se transforma a partir de la intervención de cada uno de nosotros de la realidad que nos afecta, porque los derechos, son eso, derechos que no se otorgan por capricho o placer, sino que se exigen por que nos pertenecen.
ResponderEliminarArnolldo, hace unos días publiqué en Rebelión un ensayo que de algun modo tiene que ver con este excelente trabajo tuyo. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=223771 Ese es el enlace.
ResponderEliminarSaludos Giordan, ya estoy leyendo en Rebelión el ensayo......Abrazos
ResponderEliminarCoincido en muchos argumentos contigo Arnoldo y creo que la blogosfera tiene que ser un espacio real de democratización de la información. Pero también entiendo que los blogeros que apuestan por un proyecto alternativo a la restauración del capitalismo en Cuba, no necesitan de una política editorial de nadie sino de su propia conciencia y libertad de creación honesta para determinar el equilibrio entre la crítica justa y necesaria y la crítica descarnada, el criticar cualquier cosa y de cualquier forma, como un ejercicio de demostración de "libertades". En ocasiones tengo la impresión que con ese argumento de que no me publican en los medios de comunicación controlados por el Estado y el gobierno, damos rienda suelta a criterios desmedidos y peor que todo que no aportan a fórmulas prácticas y concretas de transformación de la realidad. Las experiencias personales, no pueden siempre marcar la dialéctica entre individuo-sociedad, el "yo" no puede ser la medida del "nosotros" y más si usted sabe que está influyendo con sus opiniones, con su blog a un proyecto social que está cercado por una globalización de la información internacional que es agresiva y manipuladora de muchas realidades. Será casualidad que la en muchos blog y medios alternativos hoy en Cuba se publique solamente artículos que generalmente rondan las fronteras del cuestionamiento al proyecto revolucionario? será casualidad que no se publiquen artículos, aunque sean como réplicas, que no es de voz a autores calificados como "oficialistas" aunque en realidad sean muy críticos con muchas cosas? será casualidad que los comentarios que se hacen generalmente en esos blog y medios alternativos sean atacando despiadadamente al socialismo y la revolución que hemos intentado hacer y negando logro alguno en casi 60 años? puedo hablar de una verdadera libertad de expresión y prensa ya sea alternativa u oficial cuando ella sirve para negar todo, demonizarlo todo...para mi un blogger y un blog que sea revolucionario debe pensar ante todo en librarse de prejuicios personales y pensar que el blog "personal" cuando sale a la blogosfera ya deja de pertenecerle y él tiene el deber de tener su propia línea editorial y en dependencia de cómo la traza estará siendo consecuente o no con "libertar" a las personas para que piensen y saquen sus propias conclusiones o para "esclavizarlas" a sus puntos de vista y a criterios parcializados y limitados...que contradictoriamente es lo mismo que le señalamos a la prensa oficial. Es decir que de víctimas nos convertimos en perfectos victimarios.
ResponderEliminarEl artículo es muy bueno, el internet, además de ser una herramienta indispensable en el mundo actual, es poder en muchos sentidos y necesita de periodistas y personas ajenas a la profesión, muy valientes, capaces de hacer valer ese poder. Si no tienes otro medio para expresar tus opiniones, sean estas conformidades o inconformidades, ahí está esta herramienta maravillosa. Espero el día en que aquellas personas recitentes a las opiniones abiertas, se hagan a un lado y permitan, desde una perspectiva diferente, usar internet como medio de superación y desarrollo en nuestro país . Sé que eso llegará.
ResponderEliminarArnoldo:
ResponderEliminarLos Medios son el envase de los contenidos, la cuestión es decir lo que necesita la nación para garantizar su desarrollo armónico y proporcional... ¡¡¡PROPORCIONAL!!!
En una sociedad que tiene el propósito de edificar la FES Comunista, lo primero es lo primero, que los medios fundamentales de producción sean verdaderamente propiedad de los trabajadores; y su Estado, ejerciendo su PODER DE ABAJO HACIA ARRIBA, desde los centros de trabajo propiedad de sus trabajadores.
La comunicación social es para lograr que todos los integrantes de la sociedad se integren en la solución de sus crecientes necesidades materiales y espirituales... Otra cosa hace que la forma sea más importante que el contenido, una aberración que provoca el desinterés y el inmovilismo.