viernes, 13 de enero de 2017

Fabulilla de la mediocridad


La vanidad lo ciega, porque se llama así mismo “elegido”.
Por Arnoldo Fernández Verdecia. caracoldeaguaoriente@gmail.com

Cualquier parecido con la realidad, es pura ficción.

Donde vivo alguien se autocalifica periodista. En cualquier tribuna llama a todos montón; pregona a diestra y siniestra, extorsiones, megalomanías. Es amplificador de odios, rencores y falsas historias, donde asesina la reputación de los otros.

En su ceguera de reconocimiento, cubre de heces a los que están a su lado, con tal de subir, subir, subir, aunque sea hundiéndolos.  El  mismo es el rey, no quiere sombras a su lado; se sabe protegido.

Lo mismo se le ve cerca del gran hermano, que junto a personajes oscuros; Orwell temblaría al escribir su nombre;  la pluma de Sweig expulsaría hiel al esbozarlo. Este señor  dice tener el don de la ubicuidad, lo mismo está en la oficina de un alto dirigente, que en un pasillo triste de la vida.

Busca a los humildes, promete soluciones; a cambio llena jabas y crece su ego, al extremo de creerse el mismísimo Dios, porque el poder lo arropa; canta loas a su quehacer.

Siempre recuerdo la anécdota del pavo real, mucha belleza en el plumaje, pero patas sucias que no pueden esconderse. 

Se dice graduado de muchas cosas y escribe con faltas de ortografía; ni el profesor Astromar le haría competencia, pues olvida el tiempo y sus leyes. Se enseñorea de sus audiencias. La vanidad lo ciega, se llama así mismo “elegido”.

En su almacén de ambigüedades no cabe otra fórmula que la de José Fouché; no importa si Capeto, Robespierre o Napoleón; a todos traiciona, porque en su reino, la oscuridad es el cielo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

MUY IMPORTANTE: No se publicarán comentarios anónimos en este blog, es necesario consignar siempre la identidad de la persona. No se admiten ofensas, insultos, propagandas de ningún tipo. Cada persona tiene la libertad de expresar lo que piensa, pero con respeto al otro diferente. d



Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Aviso a los lectores de Caracol de agua

Este blog admite juicios diferentes, discrepancias, pero no insultos y ofensas personales, ni comentarios anónimos. Revise su comentario antes de ponerlo, comparta su identidad y debatiremos eternamente sobre lo que usted desee. Los comentarios son propiedad de quien los envió. No somos responsables éticos por su contenido.