Prolepsis de una Decadencia

Por Javier Montes

Impera derruir ciertos informes sacados a la luz por ególatras defensores de una fruición inane, con el único objetivo de abrirse paso en el inefable espacio de la poética,pululan muchos de estos onerosos artistas contemporáneos. Hasta el día de hoy son contados los materiales literarios que rozan la enérgica conquista de la excelencia.

Las razones de mi aserción descansan en el fundamento de la escasa revelación de la crítica artística.

"Si yo veo a un hombre de letras, no oprimido por la miseria, desdeñar lo que constituye el placer de los ojos y la distracción de la imaginación, me siento inclinado a creer que es un hombre de letras muy incompleto, por no decir algo peor".(1)

La inteligencia pensante sufre varias enfermedades definitivas, ejemplo: el allanamiento epistémico, la regurgitación del oxímoron, pero la que no debemos tomar como cosa baladí es la validación contemplativa del creador. Toda creación artística extraordinariamente bella es en sí misma resultado del enriquecimiento del aparato cognitivo, a priori, cuidemos las estructuras de conformación de esa creatividad para así evitar la senectud del interés por el arte.

Preveo en el futuro cercano, que el arte crítico se enfrentará a la más grave imputación que jamás se le ha hecho, la ineficacia para detectar lo sublime, una afección para nada beneficiaria, esto solo contribuiría a hipotecar la creación de las generaciones de artistas venideros.

Nos vendría bien proscribir, todo intento denodado por parte de quienes promueven el pecado de la inobservancia artística, de pasar al flanco cimero de la enseñanza.

¿Qué hacer?

Algunos atribuyen esta problemática a una cuestión endógena e inmanente, no podría decir que no, si el núcleo de la estructura deja de ser consistente efluye de ello toda una serie de reacciones catastróficas, que nos conducirían al total fracaso de la fascinación crítica, revisemos nuestros espacios de construcción y regresemos a lo primordial, no basta con saber usar algo, es necesario una investigación profunda para tener certeza omnímoda de como funciona el campo donde nos insertaremos.

Para su reflexión les dejo esta cita de Kant:

“La inteligencia es sublime; el ingenio, bello; la audacia es grande y sublime; la astucia es pequeña, pero bella".(2)

Referencias bibliográficas

(1) Charles Baudelaire: La crítica del arte.

(2) Inmanuel Kant: Lo bello y lo sublime.