martes, 28 de septiembre de 2010

“TV cubana: Aquí... SÍ estamos”: una polarización necesaria

(La experimentada Alina Rodríguez y la joven Camila Arteche como Cecilia. Madre e hija en un conflicto que pone a la muchacha entre la conveniencia del dinero y el descubrimiento del amor)

Por Arnoldo Fernández Verdecia.

He leído un excelente artículo del colega Reinaldo Cedeño en su blog La Isla y la Espina con el título, más que sugerente, “TV cubana: Aquí... SÍ estamos”, en respuesta a un texto publicado en el periódico Granma, que sataniza la novela que se trasmite actualmente por el canal Cubavisión. Cedeño Pineda es contundente en su réplica, primero describe momentos de su vida cotidiana para mostrar la cara sucia de la sociedad, para luego adentrarse en las escenas de la novela y presentar sus logros temáticos, los aciertos de las actuaciones, los lunares que tiene como obra artística.

Con el desenfado que es habitual, en este polemista infatigable, aprovecha para dejar caer sutilmente valoraciones sobre otros espacios de la televisión cubana que no funcionan, sin embargo, merecen elogios de la crítica y son ampliamente promocionados.

Cedeño Pineda señala: “Aquí estamos, la novela, va dejando algunos personajes que en su humanidad, nos tocan, como Adonis (Armando Gómez) y Shidarta (Denis Ramos). La superficial Paula (Claudia Álvarez), también, aunque de diferente manera. Están bien actuados. Aquello de que estamos viendo en pantalla “una sociedad grosera porque sí, de paso mal actuada, sin matices”; resulta un frase generalizadora y reduccionista”.

Coincido plenamente con el criterio citado, pues muchas “personas”, yo diría que una amplia representación, tienen la costumbre de construir falsos didactismos para programar la vida de los demás seres humanos y hasta decretan lo artísticamente correcto y lo que no es así.

Es natural que reaccionen de esa forma, pues se le vienen abajo sus máscaras y lejos de favorecer las posibles enseñanzas de una sociedad altruista, la novela muestra una visión agresiva de la misma, al montar el ómnibus, al ir al mercado, en cualquier lugar te la encuentras y casi te ahoga si no tienes los instrumentos para sobrevivirla y tomar distancia.

El artículo Aquí no estamos de Leticia Martínez Hernández, del periódico Granma fechado el 21 de septiembre de 2010, sencillamente lo que hace es reproducir un criterio de algunos sectores épicos de la sociedad, agotados en presentar una realidad idílica y se arraciman temerosos ante obras artísticas como la que tenemos el gusto de apreciar en Cubavisión. Muy temerosos la cuestionan, la maldicen e incluso algunos plantean que se está validando lo malo de la realidad cubana.

Ante visiones edulcoradas como las señaladas, Cedeño Pineda señala: “En el 7. Congreso de la UNEAC (2008), más de una intervención insistió en la necesidad del abordaje en los medios y el arte cubanos de la marginalidad, la discriminación racial y la diversidad sexual, temas necesitados de visibilidad y debate, como parte de una mirada integral a nuestra sociedad”.

El autor del blog La Isla y la Espina cita palabras del compositor y músico Roberto Valera para evidenciar que los artistas e intelectuales cubanos tienen claridad sobre estos problemas y la necesidad de reflejarlos en una obra artística a través de los medios: "(…) nos duele que después de tanto trabajo en la educación de nuestro pueblo, aún haya jóvenes así, huecos, vacíos, absolutamente idiotas. ¿Por qué junto a tanto joven valioso, producimos aún tanta escoria? (…) No podemos alardear de ser una potencia educativa porque educación no es sólo instrucción. No se trata de falta de educación formal, pues no hablamos de formalidades, sino de esencias: se trata sencillamente de mala educación. (..) ¿Qué podemos hacer específicamente escritores y artistas para ayudar a cambiar esa situación? Pienso que si tenemos los medios de difusión masiva en nuestro poder (…) debemos aprovechar todas las técnicas modernas (…) para usarlas inteligentemente (…)"

Honestamente creo que Leticia Martínez equivocó su análisis al anclar sus criterios en el señalamiento de la visibilidad que toma la cara sucia de la sociedad cubana en pantalla. Llamar a la novela Aquí estamos “vulgaridad crónica, extendida y hasta televisada con tres dosis a la semana y sin "agua para destrabarla" es un didactismo trasnochado que el colega Reinaldo Cedeño Pineda cuestiona con una lucidez impresionante.

Todas las razones apuntadas hasta aquí, me obligan a remitirlos al artículo TV cubana: Aquí... SÍ estamos”; sus opiniones ayudarán a polarizar este debate y tal vez permitan a muchos sectores de la sociedad mirarse por dentro sin complejos de culpa.

8 comentarios:

  1. Arnoldo, hermano:

    Te agradezco muy mucho tus consideraciones sobre el artículo y el enlace que haces. Bueno, ya estamos enlazados hace tiempo en ideas. El que le hayas dado eco y análisis en tu blog, es un privilegio.

    La crítica iresponsable es como pedrada.

    Sigo leyéndote

    Cedeño

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  2. En verdad lo mereces Reinaldo, pues tienes inteligencia y herramientas para estar atento ante los problemas de nuestra sociedad, sobre todo en los medios.
    Las consideraciones que brotan en tí siempre serán una alerta ante lo mediocre o lo falso.

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  3. Mirian Velázquez Rodríguez1/10/10 6:11 a. m.

    Leí el trabajo que me comentaste. Me parece interesante, aunque en verdad coincido con algunos de los puntos de vista expuestos por Leticia. Creo que solo se refleja lo peor de nuestra sociedad y hay muchos, muchísimos jóvenes valiosos en ella. ¿Dónde Están? No los veo en la novela.

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  4. El problema es que se trata de una obra artística, se toma un fragmento de la realidad, no necesariamente toda, las moralejas son buenas para las fábulas. Creo que el guión es excelente y presenta una cuadro sociológico que nadie puede negar. Creo que hacer una novela para reflejar lo bueno tiene su mérito, pero es hora de asaltar los medios y presentar esa cara sucia de la sociedad para que aprendamos a evaluarnos en ellas con nuestras miserias y nuestras virtudes. Cuba ha cambiado mucho hoy y ese retrato sociológico de alguna manera hay que presentarlo, ¿no lo crees?

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  5. Miriam Velazquez Rodriguez7/10/10 5:59 a. m.

    Arnoldo. Disculpa el atraso en contestar tu mensaje y sí coincido contigo en que hay que presentar esas manchas de nuestra sociedad, pero creo que faltó presentar también las luces que perduran. No creo que todos los jóvenes sean así como los presentan, ni creo que muchas de esas situaciones se presenten en hogares donde se supone los hijos hayan recibido algo de educación. No sé me parece un poco exagerado. Es mi opinión, aunque respeto la de otros

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  6. Mirian. El mundo de algunos de los personajes como Adonis es marginal, sin embargo en el coexisten rasgos de una ética que lo hace solidarizarse con el bien. Su vocabulario no puede ser otro, al menos el teatro puede salvarlo. La sociedad cubana presenta un cuadro sociológico de nuestra juventud muy estremecedora, para una gran mayoría la realidad los avoca a un conflicto de elecciones, cuantas familias en Cuba optan por utilizar a sus hijos como carnada para resolver sus problemas existenciales. Cecilia es la imagen, pero cuantas Cecilias hay en la sociedad cubana actual, cuantas madres como Cecilia existen. Para lo que dices hubo programas entre los que sobresalen Algo más que soñar y muchos más. Aquí estamos es una excelente propuesta de diálogo para los cubanos de hoy. Vale...

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  7. Miriam Velazquez Rodriguez8/10/10 9:50 a. m.

    DE acuerdo Arnoldo. Respeto tus criterios, solo que podríamos pasarnos mucho tiempo polemizando,. Saludos.

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  8. Mi amor, agradezco mucho tus opiniones. Me encantaría escribieras un post sobre las cosas buenas que debía mostrar la novela y lo publicaría en mi blog para seguir nuestro intercambio, créeme, sería muy provechoso.

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