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| Nadie es imprescindible, dice el refrán. Un día descubrieron violaciones y el cuento narra cómo perdió sueños, amigos, secretaria, cosas. La tristeza de escuchar a su paso comentarios en voz baja. |
Por Arnoldo Fernández Verdecia. arnoldo@gritodebaire.icrt.cu
Hace años leí Confabulación de la araña, del fallecido
escritor tunero Guillermo Vidal Ortiz. Nunca
antes la imagen de los caudillos locales, en Cuba, se había tratado de forma
tan ingeniosa. Uno de sus cuentos relata el antes, el durante y el después de
un hombre, que llega a presidente del Poder Popular, en un pueblecito
imaginario llamado Raca Raca, en Victoria de las Tunas.
El protagonista
es maestro por más señas y ha vivido la odisea de instruir y educar en condiciones
épicas. Problemas materiales asfixiantes obligan a replantearse sus metas. Intenta
hacer carrera como jefe.
Primero fue elegido
delegado. Un arribismo inmoderado se instala en su imaginario; inicia una
metamorfosis que lo lleva a aspirar a un cargo protagónico en su pueblo natal. Sueña
carros, secretaria, la única habitación con aire acondicionado del hotel
cercano, la caja de cerveza diaria. En fin, esas menudeces que anulan la
inteligencia del dirigente.
Cumple el espejismo.
Saluda con una palmadita en el hombro. Le encanta que se pongan de pie a su
paso. Cree merecer las mujeres que circulan a su alrededor. Repite viejos
documentos, con que siempre convence a creativos y suspicaces que no entran por
el aro. Es un rey. En su trono no existe democracia alguna. Nunca creyó que el hombre,
para mejorarse, necesita enemigos, o sencillamente personas que lo superen en inteligencia.
Nadie es
imprescindible, dice el refrán. Un día descubrieron violaciones y el cuento
narra cómo perdió sueños, amigos, secretaria, cosas. La tristeza de escuchar a
su paso comentarios en voz baja.
Confabulación de la araña, de Guillermo Vidal Ortiz, es la metáfora de los jefecillos locales, que
se creen dueños de las ideas y protegen a capa y espada sus privilegios. Todo
debe quedarse en extraños tejidos de los que nadie puede escapar. Lo contrario,
para ellos, siempre es herético. Quizás por eso, en un tono burlón, uno de los
cuentos se titula “Los jefes se entienden
bárbaro”.
Lamentablemente, Cuba y miles de sus hijos dignos hemos perdido mucho tiempo en la batalla dura ... muy dura contra decenas de esímenes de este tipo. Yo digo que llegó el tiempo de comenzar a barrerlos sin contemplaciones ... También conozco a un caudillo local que es la otra cara de esa moneda. Al decir de sus vecinos que le tocan a la puerta hasta de madrugada, au auto es "la ambulancia del barrio" y en decenas de ocasiones puede llegar tarde a una reunión pero recoge hasta el último de los viejitos a los que le cuesta el andar por donde transita. Ese caudillo de verdad, adorado por su comunidad y tanmbién criticado por los herejes que sobreviven, es el Presidente del gobierno de mi pueblo.... Muchos debieran ser como él
ResponderEliminarÁngel, tienes razón en algo, no se puede generalizar, nunca olvido el ejemplo de un hombre llegado desde el Segundo Frente Oriental, que sin ser nativo de Contramaestre, logró lo inimaginable, pues movilizó al pueblo en torno a su agenda de trabajo y comenzó simbólicamente por poner a barrer las calles a los dirigentes, él los encabezaba, luego se reunió con todos los artistas del municipio y los interrogó en torno a cómo hacer de Contramaestre una ciudad bella...el resultado no quedó en palabras, sino en hechos, en un par de años los cambios fueron evidentes...Este hombre no descansaba y el pueblo lo idealizó al extremo de sentir su ausencia cuando fue promovido a otro cargo, pero a nivel provincial, su nombre Arnel Fernández Chaveco.
ResponderEliminarEduard Encina dijo: Arnoldo, hermano, yo fui amigo del Guille Vidal. En una de esas Ferias del libro de la Habana, compartíamos la habitación con un amigo común, también narrador y poeta. Nunca había visto a Guille tan desesperado, su amigo acababa de recibir la noticia de que su hijo estaba muy enfermo. La cosa parecía escaparse de sus manos, pero en ese mismo instante, el autor de Matarile, se levantó y le dijo: “yo no puedo salvar a tu hijo, pero Dios sí”. Le puso la mano en la cabeza y comenzó a orar por él, yo también cerré los ojos. Creo que ese día entendí lo que Dios quiere de nosotros. Muchos de esos jefecillos de Raca Raca vivieron en Las Tunas, y jodieron al Guille hasta después de muerto, pero los tales se dan en todas partes, “como la mala hierba”, lo sabemos bien. Ojalá alguno pueda leer tu comentario, ya que de seguro no se leyeron el libro, ni bailaron con Los Van Van. La cosa es que no basta con que sean la ambulancia del barrio, ni los dadores de botellas a los viejitos y demás. Su encargo es aún mayor, consiste en dialogar con la gente, salir de las reuniones y las oficinas, y no tenerle miedo a discutir los problemas, a volver telúrico su gobierno y crear resistencia, con imaginación, soluciones. El ejemplo que pones lo viví. Arnel Fernández Chaveco tenía un proyecto político definido. Alrededor suyo la burocracia camaleónica traía la lengua afuera. No era músico de oído. Estaba donde tenía que estar. Ejercía un poder accesible para la gente. Varias veces lo vi en un parque o en un barrio convocando al pueblo, pero no con verborrea, sino con la moral que da la participación, la sensibilidad, la fe, esas cosas la gente la sigue, la respeta. Lo más duro es que algunos no aprenden, y continúan haciéndose “los cheches”, como diría el Guille, enseñoreándose del poder que les da el pueblo, y en no pocas ocasiones, impunemente.
ResponderEliminarRudis Quesada Moreno (I): Arnel Fernández Chaveco marcó un antes y un después en la forma en que la personas veían a los dirigentes de Mi pueblo. Me temo que el de la jefatura anterior a él vino de Raca Raca jajajajaja.
ResponderEliminarRecuerdo perfectamente una vez en que hubo una reunión en el cine donde estaban los principales dirigentes de ese entonces, Lay y muchos que aún continúan en sus puestos, había un miembro del partido provincial como es normal y también una representacion de algunos artistas del municipio y funcionarios de los medios de prensa. Prado, el periodista de la TV, y yo cubriamos el evento. Se hablaba sobre un tema del cual ahora no recuerdo pero si estaba relacionado con la cultura del municipio, cuando de momento un valiente miembro de la Asociación Hermanos Saíz levantó la mano para pedir la palabra. Muchos de los jefes se privaron de habla y yo alcancé a escuchar a uno decir y... ese de qué va hablar..., a mi personalmente me mandaron a decirle que él no tenía voz en aquella reunión. fuí y se lo dije, pero de antemano sabía lo que me respondería porque tengo la dicha de ser su familiar cercano, se trataba de Rafael Moreno Fajardo. Ese Muchacho se levantó y hubo un momento que parecía que iva estallar una bomba, el silencio invadio el Cine Belic. Comenzó diciendo: ...Yo vine hasta aquí para pedir el apoyo a todos los dirigentes de este pueblo para que le permitan a los Artistas tratar de darles color a Contramestre. “porque Contramestre está feeeooo, pero feoooo” y no es justo que nosotros los artistas dejemos morir a nuestro pueblo.... Después habló de otras cosas que también eran de mucho valor para Contramaestre. No sé que hubiera pasado si el miembro del buró provincial no hubiera estado allí porque hubo más de un comentario desfavorable a su opinion y a su presencia en aquella reunión.
Rudis Quesada Moreno (II)Luego de que el miembro del buró provincial se llevo aquella impresion, comenzo a surgir un movimiento entre los artistas y los dirigentes, relación que estaba muy afectada por fricciones acaloradas de anteriores encuentros, pero el hecho es que unos meses después deciden en la provincia darle las funciones de primer secretario del PCC en Contramestre a Arnel Fernandez Chaveco, un hombre que desde el principio dio a concer sus dotes de lider, de dirigente y de verdadero revolucionario. En tan solo dos años Contramestre alcanzó una belleza espectacular y eso se logró gracias a la accion de Unidad de Arnel, que supo darles a todos una tarea concreta, que el personalmente chequeba a cualquier hora y cuando lo hacia no iva a criticar si no hacer las cosas personalmente para dar el ejemplo de como habia que hacerlo. Hay imagenes guardadas de lo que estoy hablando, lo mismo lo podias encontrar en un campo de caña, en una comitiva barriendo las calles, caminado y entre la gente y ayudándolos cuando hubo inundaciones, preocupado por lograr en cada centro de trabajo que las personas aprendieran “ Cultura del detalle”
ResponderEliminarMi pregunta es, es qué acaso no se pueden formar personas como él? Yo tuve la oportunidad de hablar con él, compartir, conocer a su familia y como dirigente era tan bueno como padre. Jamás lo vi llegar a una UBPC y sentarse en una mesa si no era para discutir un determinado problema de trabajo. Recuerdo que una vez llegamos a una UBPC y después de acabar la reunión lo esperba un caldero de arroz congrí y fricacé de puerco y le dijeron ... Secretario venga para que almuerce... y el muy respetuosamente dijo, no se preocupen por eso yo tengo mi almuerzo en Contramestre cuando llegue, yo no vine aquí a comer yo vine a chequear los acuerdos que tomamos y que ustedes no han cumplido. ese almuerzo repártalo entre los trabajadores... Cualquiera podia pensar que a el lo esperaba un manjar en Contramaestre pero no... su almuerzo era tan sencillo como su forma de ser.
Me atrevo a decir que con toda seguridad que Contramestre nunca tubo un dirigente como ese y que con tantos problemas de recursos y demás haya logrado lo que se logró en su mandato. Nada que ver con el anterior.
Como Arnel deberían ser todos los dirigentes de Cuba, que sepan darle el frente a las situaciones dificiles y que sepan defender su trabajo no solo con la palabra si no hasta con los punos si fuera necesario. Muchas veces lo vi poner en su lugar unos cuantos mercenarios que les pagan solo por hablar boberias. Lograr aglutinar las diversidades de ideas en aras de lograr un objetivo común. Con Arnel aprendí que dirigir más que una ciencia es un arte y que como tal viene intrinsico en los genes el ser humano. Cuántos Arneles hacen falta para resolver los problemas de Cuba?
Antonio Maceo: yo creo que podemos ayudar para que existan otros Arneles, te aseguro que existen como el compañero Arnel, MUCHOS. bien formados por el Partido .
ResponderEliminarFidel fallo por completo el crear su "hombre nuevo" o "seremos como el che", eso es innegable. El hombre por su naturaleza tarde o temprano y dada las circuntancias reaparece como de verdad es. Fidel, cogio el poder y mintio a todas la clases sociales. Fidel creo odio y envidias y ya vemos los resultados. La historia desde siglos no a cambiado ni cambiara.El que no aprende y es flexible perece.
ResponderEliminarEddy Gil, MBA
José Millet:....creo haber vivido a distancias de tales "jefecillos" muy bien definidos por Julius Fucick en Al Pie de la horca. Una vez uno de ellos, todavía vivo, usó un informe mìo cuando era Presidente de los Hnos Saíz en la provincia para ponerlo en manos de un un Gran Cacao que casi me condena a la horca, no exagero. Fue la segunda vez que sufrí el desmadre sin verme sin empleo con una mujer sintrabajo y cuatro hijos pequeños.
ResponderEliminarEs la triste realidad de nuestro país generada por el sistema corrupto, arcaico y ortodoxo que nos impusieron hace poco más de medio siglo. Fuimos engañados y utilizados por el Genio del Mal para lograr sus fines, pero el cambio está cerca y depende del sacrificio y la voluntad de los hijos de nuestra Cuba
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