jueves, 31 de marzo de 2016

Cuando Cuba puso a bailar al mundo con Buena Vista Social Club*



Juan Carlos Roque entrevista a Compay Segundo.
Por Rogelio Ramos. 

¿Por qué me llega la fama ahora? se preguntaba Ibrahím  Ferrer ante el micrófono del periodista cubano Juan Carlos Roque, el siglo XX era rematado por guerras y añoranzas y músicos cubanos sellaban la centuria con sones.

Era el furor del Buena Vista Social Club, la sorpresa de unos viejitos llenos de vida sobre los escenarios de casi todo el mundo. Eran los compañeros de fila de Benny Moré, Miguel Matamoros o Pacho Alonso, un puñado de historia viva, brillante, una suerte de alucinación.

20 años después el lógico paso de las horas insobornables ha deshojado la banda. Nombres como los de Compay Segundo, Ibrahím Ferrer, Rubén González, Manuel Licea Puntillita  o  Cachao se unieron en la eternidad a los de Sindo Garay o Arsenio Rodríguez, sin embargo otros siguen y la leyenda y la vida pueden contarse, eso ya está en las páginas de un texto de Juan Carlos Roque, un periodista que ha sumado sagacidad, talento y suerte para contar: Cómo Cuba puso a bailar el mundo. Con él conversamos.


Rogelio Ramos: ¿Cómo surge la idea del libro? 

Juna Carlos Roque: Desde hace algún tiempo estaba por escribir este libro dedicado a los fundadores del Buena Vista Social Club, a quienes conocí entre 1999 y 2000. Tras el anuncio de la gira “Adiós Tour” con los conciertos de despedida comencé a compilar las entrevistas que les hice a todos los integrantes del proyecto inicial como parte de la serie radiofónica “El camino del éxito”, que produje para la desaparecida Radio Nederland de Holanda. Luego las fui enriqueciendo y contextualizando como resultado de otros encuentros posteriores con algunos de los músicos. 

RR: ¿Qué cuenta el texto?  

JCR: A 20 años de la aparición del Buena Vista Social Club, el libro se adentra en la dimensión de un fenómeno musical inesperado y recrea la vida y obra de sus fundadores. Y para lograr eso, respondo a varias preguntas: ¿Cuánto de genio musical y cuánto de azar hubo en la conformación del fenómeno musical más internacional y exitoso proveniente de Cuba? ¿Existió una estrategia previamente trazada para llevar el proyecto original Buena Vista social Club hasta lo que es hoy? ¿Veinte años después de su origen, la leyenda musical del Buena Vista encontrará herederos que perpetúen el goce del son y los boleros en escenarios internacionales? ¿Por qué un proyecto musical tan legítimamente cubano pasó casi desapercibido en el país que lo engendró? ¿Cómo pudo esa eventualidad hacer que “El cuarto de Tula” retumbará en las paredes de la Casa Blanca? ¿Buscado o fortuito, estamos ante un suceso irrepetible? 

RR: ¿Dónde está la novedad que quiere mostrar Juan Carlos Roque en torno a este fenómeno tan publicitado?  

Roque entrevista a Ibrahím Ferrer.
JCR: Dejo atrás escenas endógenas —tan normalizadas entre nosotros, los cubanos— y me ocupo de fondo de desmitificar a las estrellas para elevar a la personas. Quiero mostrar, entre otras cosas, las confluencias que hicieron falta para que Omara, Compay, Eliades, Ibrahím, Rubén, Cachaito y Juan de Marcos, entre otros, se consagraran juntos en el Teatro Carré de Ámsterdam y en Carnegie Hall de Nueva York. ¿Hasta qué punto el componente humano e idiosincrático de los maestros septuagenarios, octogenarios —y hasta nonagenarios— convirtieron ritmos tradicionales de una isla caribeña en éxitos superventas? 

RR: ¿Personalmente cómo recibió Juan Carlos Roque a estos músicos?, ¿cuál fue el impacto que pudiste constatar?  

JCR: Mucha humildad constaté en mis encuentros con los talentosos músicos del Buena Vista Social Club. No se me borra de la mente aquella frase de Ibrahím Ferrer: “Yo no sé hablar de mí”. Me parece estar frente a Compay tomándome aquel buchito de café y disfrutando de esa sonrisa que siempre lo acompañó y tarareando su Chan Chan. Recuerdo la ternura de Rubén González sentado frente al piano tocando para mí sus más famosos temas. A Omara diciéndome que lo que le queda por vivir será en sonrisas. En fin, todos dejaron en mí su impronta, su capacidad para asimilar la fama y no perder lo auténtico como artistas que se deben a su público.

La intimidad que logré con todos ellos me permitió dar forma a lo inasible, al desbrozar las razones por las que, un proyecto musical tan legítimamente cubano, inicialmente pasó casi desapercibido en el país que lo engendró. 

RR: ¿Quiénes publican el libro?, ¿Hay posibilidad de publicarlo en Cuba? 

JCR: Estoy en conversaciones con la Editorial Unión, de la UNEAC, para editarlo en Cuba este año. Mientras tanto lo pueden adquirir en la red en Libros en red:


*Tomado del blog Cubatiene, de Rogelio Ramos

domingo, 27 de marzo de 2016

Versos escritos bajo un plátano sonante


Por Arnoldo Fernández Verdecia. caracoldeaguaoriente@gmail.com 

Ha visto chocolate sobre asfalto, chas, y sólo quedan unos ojillos en la memoria de la tarde, una niña llamando al arco iris, una noche sin sombras, un trillo de mariposas  en un estanque de cera, quizás unos versos del Moro  escritos bajo un plátano sonante. Ha visto chocolate sobre asfalto y solo quedan unas siglas  más allá del pozo y un cachorro que no volverá a la casa, porque las ruedas de una  camioneta robaron su vida.

sábado, 26 de marzo de 2016

Oración ante mi propia estatua




Por Arnoldo Fernández Verdecia. caracoldeaguaoriente@gmail.com 

I
Llego a media vida con escasos amigos, la mayoría se fueron por el mundo, otros plantaron trampas a la luz; nunca les importaron mis libros, ni la soledad de una mujer que siempre dijo antes de irse, escribir no da comida; ni la ingenuidad de un padre maternal  regando agua fresca sobre mis ojos, ni mis compañeras de trabajo  que se la pasan inventando para no hacer nada, atrapadas en las volutas de humo que mandan al espacio sideral día por día.

Algunos me creen cansado; se alegran de la oscuridad  con que escribo y fabulan sobre una estatua de Rodin en un parque de Contramaestre donde los niños  se tomarán fotos junto a su padres, uno que otro forastero prenderá un cigarro y nunca sabrá el agravio que me produce el humo. Los gorriones construirán casas entre mis dedos y seré muy feliz porque al menos tendré uno cada día en mi ventana.

Tengo plena consciencia de que no tendré glorietas donde bandas de música entonen himnos a mi memoria; ni seré un oráculo al que acudan los jóvenes a preguntar sobre la patria y la dignidad. Sencillamente estaré ahí, muy atento a las flores de la loquita amante de mi barba rala y mi bigote martiano. Me tomaré su verde y con ese fresco haré una casa habitada por el silencio y en ese reino seré yo, allí, donde nadie me vea, donde nadie nos vea, donde pueda ser feliz y al menos tener algo más que un gorrión en la ventana.
II
A VECES ME MONTO COMO MARTÍ EN LA BICICLETA DE MIS PENSAMIENTOS Y QUIERO ENTENDER LA CUBA REAL, LA QUE VIVO A DIARIO, LA DE VERDAD, LA QUE DUELE PROFUNDO, LA QUE AMO CON SENTIDO DE CUBANÍA REFULGENTE, PERO MIS CUBAS AHÍ, ME INTERROGAN A DIARIO, SON TANTAS, PERO UNO SIEMPRE SUEÑA LA MEJOR, LA QUE NOS AYUDE A VIVIR CON MÁS DIGNIDAD Y ESA TENEMOS QUE FORJARLA AL CALOR DE LOS CAMBIOS NECESARIOS. 

SON TIEMPOS DE RECORDAR QUE LA JUSTICIA TIENE QUE SER TAN ALTA COMO LAS PALMAS REALES, QUE LA REVOLUCIÓN DEL DECORO, DEBE DAR PASO A LOS DIRIGENTES VIRTUOSOS, A LAS INSTITUCIONES VIRTUOSAS, AL PUEBLO VIRTUOSO. 

MAL ANDA UN PUEBLO QUE OLVIDA EL EJERCICIO DE LA DIGNIDAD COMO META SUPREMA DE LOS HOMBRES. BIEN ANDA UN PUEBLO DONDE TODA LA GENTE ES ESCUCHADA Y TENIDA EN CUENTA A LA HORA DE HACER POLÍTICA. BIEN ANDA UN PUEBLO QUE SABE HACERSE ESCUCHAR Y LOS QUE DIRIGEN LOS TOMAN EN CUENTA PARA HACER LA AGENDA DE GOBIERNO. 

QUIZÁS SEAN DEMASIADO INGENUAS ESTAS PALABRAS, PERO ME SALEN DEL ALMA Y HONESTAMENTE CREO EN ELLAS.ESTÁN DIRIGIDAS A MI PROPIA ESTATUA. 
III
De saludar a una persona te invade. Abraza el cuerpo. Lo desborda con fiebres. Noquea la voluntad. Te hace sentir gris. El paladar pierde la capacidad de definir. La cabeza pesa una montaña. Lo único que quiere uno es tomar sopa de gallina, acompañada por un mogo de plátano o malanga. Genera tos continua, picazón en la garganta, mal aliento. Anda en mi pueblo como reina. Toma a los que quiere. Su fuerza es espantosa y eso que todavía no andamos en invierno. Se llama GRIPE. Ahora soy esclavo de sus designios. Espero vencerla con limonada caliente, calmantes, vitamina c y fuerza para que no mande al cuerpo a la cama y me gane.

martes, 22 de marzo de 2016

No somos pigmeos* inmorales, Obama nos respeta como cubanos


El saludo de la cordialidad y el respeto a lo diferente.
Por Arnoldo Fernández Verdecia. caracoldeaguaoriente@gmail.com 

Cuba vive un momento excepcional en su historia, un Presidente de Estados Unidos llamado Barak Obama la visita y muchas cosas para bien, quizás para mal, cambiarán. Desde el pasado algunas luminarias se levantan para recordar que no se puede confiar ni un tantico así en el imperialismo yanqui.

La memoria histórica prohíbe olvidar, el yanqui siempre se ha creído superior al latino y más a los cubanos, aunque estos últimos han jugado pelota al duro con ellos y han ganado respeto por eso.

Lo importante no es hablar mierda, sino reconocer el derecho de un pueblo a elegir su futuro, independientemente de las realidades; es descabellado suponer que alguien nos traerá, lo que nosotros debemos hacer por nuestra propia cabeza y hechos.

Pensamientos extraños siempre generan caminos torcidos, no olvidar a José Martí cuando desconfiaba de las soluciones nacidas de los males de otros pueblos. Son tiempos de lógicas abiertas, atentas al latir de lo real, con los ojos en Internet para empoderarnos en nuestras verdades, por encima de espíritus de secta, caudillismos locales o estrechos feudos, donde la verdad a veces nos quema.

Habrá reconciliación entre cubanos y estadounidenses, pero lograrlo requerirá inteligencia y sentido del momento histórico. Cada cual tiene sus verdades, sus valores, será un choque de culturas, quizás miradas encontradas, experiencias diferentes, pero el cubano no padece amnesia calculada, el yanqui orinó muchas veces sobre nuestro José Martí, al menos Barak Obama reconoce abiertamente el valor del Apóstol y de alguna manera enmienda esos errores.

Cuba cambiará. No debemos tenerle miedo a la crítica, si sabemos identificar bien de dónde viene la misma. A personas sanas moralmente, crítica sana, edificante. Lo triste es cerrarnos a lo que nos eleva, porque creemos que de esa forma le damos luz al enemigo. ¿Quién es el enemigo entonces?

*Utilizo la palabra con toda justicia aquí, pues la cultura anglosajona ha querido vernos hasta como  vagabundos,  míseros, incluso unos pigmeos inmorales. Leer + en Vindicación de Cuba

domingo, 20 de marzo de 2016

Mis criterios sobre la visita de Obama a Cuba




Por Arnoldo Fernández Verdecia. caracoldeaguaoriente@gmail.com 

Los cubanos nacidos con la Revolución fuimos educados en el rechazo profundo a los gobiernos de Estados Unidos, siempre se nos dijo que eran los máximos responsables del Bloqueo, no el pueblo de ese país, al cual debíamos amar, por encima de nuestras diferencias culturales e ideológicas.

A cualquier niño de esta isla puede preguntársele sobre nuestro enemigo histórico y enseguida responderá: el gobierno de Estados Unidos; sin embargo hoy llega a Cuba uno de los presidentes de ese gobierno: ¿en calidad de qué viene, si nos guiamos por la educación recibida en más de cinco décadas de historia? ¿Acaso puede decirse que ese presidente llamado Barak Obama al fin reconoce un proyecto de país que no corre sobre el cauce de la democracia construida en más de dos siglos de historia? ¿Reconoce el Gobierno de Cuba, las buenas intenciones de ese Presidente?

En lo personal nunca creí posible ver a un Presidente yanqui recoger el ramo de olivo puesto en sus manos por un líder de la Revolución cubana, es más, es algo inadmisible desde nuestra lógica ordinaria; creo que la mayoría de los cubanos, vivan  donde vivan, piensan lo mismo.

Pero hoy 20 de marzo, domingo de Ramos por cierto, la historia da una vuelta de tuerca y estamos recibiendo en La Habana a un Presidente de Estados Unidos, unido a eso, presenciaremos un tope amistoso de béisbol entre  dos  equipos, lamentablemente no el preferido de Obama en las grandes ligas, pero sí el de los cubanos de la Florida y una selección de la Liga  cubana en la isla, expresión cimera del llamado deporte revolucionario. ¿Cuánto simbolismo en este hecho?  El deporte nacional de ambos países nos hermana en las diferencias y parece decirnos que es posible una convivencia civilizada en medio de las diferencias. El juego será presenciado por los dos presidentes: el de Estados Unidos y el cubano.

Otro hecho, también interesante, en términos simbólicos, es la presencia de Obama en el Teatro “Alicia Alonso”, un emblema de nuestra cultura arquitectónica. Nuestra Bailarina nacional, La  Alonso, todavía viva, es admirada universalmente, sobre todo en Estados Unidos, país con el que la Escuela de Ballet cubana creada por ella, ha sostenido relaciones fraternales, por encima de diferencias ideológicas y culturales. Allí Obama pronunciará un discurso y dialogará  con una representación del pueblo. Su comparecencia allí será televisada en vivo por nuestra televisión. Todos podrán ver su discurso y cada quien podrá formarse una opinión muy personal sobre lo que él diga.

Simbólico resulta también el recorrido que hará el Presidente de Estados Unidos por la Habana Vieja, donde se respira la huella de una colonia pasada y una tormentosa guerra todavía viva en la memoria de los cubanos. El Morro y La Cabaña ahora serán testigos de un diálogo respetuoso, de un momento fundacional. En las aguas del mar habanero no se detonará un Maine, o un barco de cualquier nacionalidad, ni ocurrirá nada que sirva de pretexto para un ejercicio de fuerza imperial; ahora los dos países se sientan a la mesa de negociaciones y se tienden la mano de la hospitalidad; ojalá y lleguen lejos en el camino emprendido, porque todos lo necesitamos para bien de nuestros pueblos, que nunca se odiaron, según recuerda la historia.   Se espera que Obama rinda homenaje al más universal de los cubanos, estoy seguro que lo hará, porque sabe lo que significa el Apóstol para los hijos de esta tierra, vivan, donde vivan.

No olvido tampoco que durante la reciente Feria Internacional del Libro de La Habana, se hizo una tirada significativa de la obra preferida de Obama: “1984”, de George Orwell, así que el Presidente negro, hijo de ese pueblo estadounidense que amamos, tiene ante sí, más allá de gestos simbólicos y un ajedrez político complicado, un conjunto de evidencias sabiamente construidas para mostrar claramente que Cuba  ha cambiado y seguirá cambiando, siempre que se respete su soberanía y autodeterminación en el concierto de las naciones libres e independientes del planeta.

martes, 1 de marzo de 2016

Algo más que una canción de Ricardo Arjona




Por Arnoldo Fernández Verdecia. 
 
Solo me queda un papiro sobre la mesa
y una mujer imaginada que parece un  mastín de ceniza
los guardo en mi biblioteca mordida
por las sombras y la luz.
En mis pensamientos
me veo recorrer las calles de Chicago
los viejos pedestales que vio nuestro Martí.
Me veo junto a ella tomado de la mano
catando vinos franceses
cenando carnes blancas, vegetales, frutas
pero  esa mujer  tiene una libertad exclusiva,
no quiere ser un mastín de ceniza
atenta al collar del verso.
Teme a las falanges del pueblo
donde vive su poeta de bolsillos vacíos.
Lo ha visto en sueños
-desde muy lejos-
recorrer el mismo trillo día por día.
Siente el peso de la noche
sobre sus libros fieros
sus palabras que no vuelan.
Desde muy lejos la mujer llora,
quiere ser algo más que una
canción de Ricardo Arjona.


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