Orlando Concepción ha muerto - les respondí. Pero esa no es la noticia.Un día, Él también resucitará.
Por Eduard Encina.(Poeta y narrador)
Orlando Concepción ha muerto. Intento una frase puntual para que el mundo lo sepa. “Lo acabo de oír en la radio”, me dijo una vecina. Yo, comenzaba a darle la cena a mis hijos. Ellos, recibían la noticia con inocencia, quizás con el amor de escuchar el nombre de “Conce”, ese viejecito que les dedicó poemas y picardiosas conversaciones al teléfono.
“Nací en 1932, en el Central América, al borde del río Contramaestre donde se bañó Martí pocas horas antes de morir”, respondió vanidoso en su última entrevista pública, a la que accedió ya muy enfermo. “Hoy tengo ganas de contar lo que he vivido” le advirtió a los jóvenes que le escuchaban hablar de aquel chico curioso que disfrutaba llevarle el almuerzo a su padre, trabajador del central de Fico Fernández Casas, al adolescente que ya publicaba en periódicos del país pequeñas crónicas y artículos sobre variados aspectos de la vida de Contramaestre, al joven revolucionario de la clandestinidad, orgulloso discípulo de Chile Morín, “un maestro de la cultura -según él - al que un día habrá que volver”, al poeta que conoció a Lezama y lo hizo desbordar de la risa al confesarle que lo había leído, pero que no había entendido ni J, al intelectual y animador de nuestra vida cultural, al enamorado de la sorpresiva y única Sonia Ducasse.
Orlando Concepción ha muerto.
Pienso en el camino del hombre que siempre confesó ser mejor amigo que escritor, el que aprendió las equivocaciones y el perdón, las desilusiones y la fe. Pienso en la resistencia de su palabra aislada y solitaria que superó el tiempo necesario hasta durar en nosotros, que aprehendimos la fe, el amor, la irreverencia y la búsqueda de la verdad.
Ante tal noticia mis hijos no pudieron llorar ¿Se murió Conce papá?, preguntaron, todavía con una sonrisa sobre los platos.
Orlando Concepción ha muerto - les respondí. Pero esa no es la noticia. Un día, Él también resucitará.
Orlando Concepción ha muerto. Intento una frase puntual para que el mundo lo sepa. “Lo acabo de oír en la radio”, me dijo una vecina. Yo, comenzaba a darle la cena a mis hijos. Ellos, recibían la noticia con inocencia, quizás con el amor de escuchar el nombre de “Conce”, ese viejecito que les dedicó poemas y picardiosas conversaciones al teléfono.
“Nací en 1932, en el Central América, al borde del río Contramaestre donde se bañó Martí pocas horas antes de morir”, respondió vanidoso en su última entrevista pública, a la que accedió ya muy enfermo. “Hoy tengo ganas de contar lo que he vivido” le advirtió a los jóvenes que le escuchaban hablar de aquel chico curioso que disfrutaba llevarle el almuerzo a su padre, trabajador del central de Fico Fernández Casas, al adolescente que ya publicaba en periódicos del país pequeñas crónicas y artículos sobre variados aspectos de la vida de Contramaestre, al joven revolucionario de la clandestinidad, orgulloso discípulo de Chile Morín, “un maestro de la cultura -según él - al que un día habrá que volver”, al poeta que conoció a Lezama y lo hizo desbordar de la risa al confesarle que lo había leído, pero que no había entendido ni J, al intelectual y animador de nuestra vida cultural, al enamorado de la sorpresiva y única Sonia Ducasse.
Orlando Concepción ha muerto.
Pienso en el camino del hombre que siempre confesó ser mejor amigo que escritor, el que aprendió las equivocaciones y el perdón, las desilusiones y la fe. Pienso en la resistencia de su palabra aislada y solitaria que superó el tiempo necesario hasta durar en nosotros, que aprehendimos la fe, el amor, la irreverencia y la búsqueda de la verdad.
Ante tal noticia mis hijos no pudieron llorar ¿Se murió Conce papá?, preguntaron, todavía con una sonrisa sobre los platos.
Orlando Concepción ha muerto - les respondí. Pero esa no es la noticia. Un día, Él también resucitará.
Cuanto lamento no haberle dicho cuanto admiraba su permanencia, su fe.
ResponderEliminarQuiero pensar que lo deje entrever en nuestros encuentros casuales, literarios, aquí o allá.
Quijote de tierra adentro.
Aquellos que admiramos su don de gente, que le abrazamos sin tocarle, que leímos incluso lo que no escribió, estamos desolados.
La Filial de Escritores de la UNEAC de Santiago de Cuba, lamenta profundamente la pérdida de Orlando Concepción, quien fue durante largoss años miembro de nuestra filial y a quien todos recordamos con cariño y respeto.
ResponderEliminarDaysi Cue
Presidente de la Filial de Escritores de Santiago de Cuba
No importa cómo, no importa cuándo, simplemente nos magulla el alma esa manera de cambiar, esa manera de dejar la palabra, el cuerpo, la poesía, el amor.... No aceptamos que el hermano se fuera hace trece años, que el amigo Sinesio Ramírez se marche en esta huracanada noche de noviembre, que el amigo Conce se haya ido hace unas eternas horas. También mi hijo fue portador de la noticia, hace solo un instante, y me duele.
ResponderEliminarAsí es la vida, se nos escapa en un suspiro o por falta de él, es el simple paso a la verdadera e inaceptable eternidad. Y me llega a la memoria la Canción del sainete póstumo de Villena y en las no pocas veces que El Conce le fragmentó el sentido. Estoy seguro que, entre tantos amigos, aún hoy abejeará su casa, aunque ya sin su rostro, toda la vecindad. Y sé que soy de aquellos, Los amigos de [ahora] –para entonces dispersos–, pero con más dolor y la deuda del libro que no le hice llegar. Cuando la distancia es grande, el dolor se acrecienta. Por eso se acrecienta ese viaje hasta el cielo, donde Conce estará.
Bismar Galán (Desde Santo Domingo)
Martí dijo: La tumba es vía y no término.
ResponderEliminarEsto se cumple también en Conce.
Queridos amigos, estamos unidos en la admiración y el respeto por Cancepción,
tambien ahora en el dolor y la pérdida.
Un abrazo a todos.
Quizás no fui uno de los íntimos amigos de Orlando Concepción, pero sí me considero uno de los más fieles admiradores de su obra. Conservo uno de sus libros
ResponderEliminarautografiado y su recuerdo como compañero d e trabajo y amigo.
Descanza en paz,Concepción. Puedes estar seguro de que Contramaestre todo te re cordará por siempre.
Noel Pantoja Guillén
Envio mis mas sentidas condolencias por el falleci miento de Orlando Concepcion
ResponderEliminara su familia y amista des.Lo recuerdo como un gran escritor y amigo.
Triste noticia, hermoso final de la crónica de Eduard.
ResponderEliminarPor la información que poseo, el Sr. O Concepción, ha sido un escritor muy localista,, sin proyección externa
ResponderEliminarSolo puede ser universal lo verdaderamente local. Troya , Itaca, Macondo, Contramaestre ...
EliminarSolo puede ser universal lo verdaderamente local. Troya, Itaca, Macondo, Contramaestre ...
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