Por Arnoldo Fernández Verdecia. arnoldo@gritodebaire.icrt.cu
Viejos autos de procedencia norteamericana y rusa colorean el transporte particular en Contramaestre; sus propietarios, personas que los habían adquirido antes del triunfo de la Revolución, y profesionales estimulados por su servicio en diferentes facetas de la vida social y económica después de 1959: médicos, abogados y profesores entre muchos otros. En su conjunto, el pueblo los identifica con el nombre de “boteros”.
El significado literal del término botero es patrón de un bote, en clara alusión a un objeto fabricado para surcar las aguas, sea una barca, canoa, lancha, balsa, en fin, todo el tejido de posibles medios que sirvan para la transportación marítima con diferentes fines. En el caso del botero al que hacemos referencia en nuestra estampa, es una persona que se sirve de su vehículo o jeep para transportar pasajeros.
Una parte de ellos se les llaman chóferes de alquiler, pues pagan una patente mensual y obran según las leyes dictadas por el Estado en cuanto a la tarifa de precios y la calidad del servicio. En su conjunto formaron parte hasta 1989 de lo que se conoció con el nombre de ANCHAR, aplicación que en nuestros días está en desuso.
Hoy, los autos de aquellos célebre chóferes como Chuchú, Tití el Pelú y el Burro, entre muchos otros, son conducidos por hijos, nietos y el pasaje no cuesta 50 centavos como lo fue históricamente en el tramo Contramaestre-Baire, sino $5 hasta la 6 de la tarde, después, lo que pueda ofrecer el cliente; el primero, un precio normado oficialmente, pero en la práctica disfuncional, pues la mayoría de los boteros lo ignora.
En tramos más largos, entiéndase Contramaestre-Bayamo, Contramaestre-Santiago, o Contramaestre-Holguín, el precio se dispara y es normal que te cueste de $300 en adelante. Este tipo de servicio generalmente es usado por cubanos americanos de visita en la isla, según ellos, más económico que el ofrecido por el Estado. Es notablemente curioso que personas, procedentes de Estados Unidos y la vieja Europa, recorran las calles del pueblo en viejos ford, cadillas y dodge de la década de 1950.
Pero también están los profesionales que arriendan sus autos rusos y polacos a un precio de $600 o $700 mensuales. El que lo conduce, en calidad de arriendo, con tal de ganar el dinero que debe pagar y el que debe ganar, hace lo imposible. Su procedencia social es diversa, desde un profesor de bachillerato, hasta un médico, o un estudiante universitario... Los autos generalmente son ladas, fiat polacos y moscovich, muy confortables si lo comparamos con los tipos de carros pequeños que circulan en Cuba actualmente.
Todas las personas descritas hasta aquí identifican al botero y prestan un servicio, que en honor a la verdad, debe reconocerse como bueno, pues sus autos tienen confort, técnicamente están buenos y son personas que tratan bien al cliente, aunque el precio del pasaje es extremadamente caro para el obrero de a pie.
Artículos relacionados:
A Contramaestre en coche
El camionero: qué personaje!
El arquetipo del demonio: el Machacante
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Aviso a los lectores de Caracol de agua
Este blog admite juicios diferentes, discrepancias, pero no insultos y ofensas personales, ni comentarios anónimos. Revise su comentario antes de ponerlo, comparta su identidad y debatiremos eternamente sobre lo que usted desee. Los comentarios son propiedad de quien los envió. No somos responsables éticos por su contenido.
Amigo Arnoldo: Creo que vais por el camino del interés del foraneo, por lo que os felicito.-
ResponderEliminarLos temas culturales, a mi personalmente me gustan, pero no dejo de reconocer, que el que tiene cierta cultura en general y en particular de nuestro pais,todo esto lo conoce de sobra;no así el " día a día " de Contramaestre, amén del pais en general.- Abrazos
Arnoldito, me gustó el comentario, y los otros también, solo me queda la duda, pues la marca de carro que menciones parece ser un Dodge, que todavía esa marca existe en
ResponderEliminarlos carros americanos, que se pronuncia docche...
Gracias: Eduardo
Arnoldo:
ResponderEliminarAcabo de darte mi opinión sobre el "botero", pero no consideré oportuno el decirte lo siguiente, que de alguna manera avala lo que yo estaba ya notando en tus
escritos, y que muchas veces te comenté ¡más claridad!
Te repito la frase del otro día "caminando se hace camino al andar "; así me gusta,
los cubanos, somos pacientes, pero cuando hace falta tenemos en su sitio y mostramos (en sentido metafórico) lo que ponen las gallinas.-
Un fuerte abrazo para ti tu familia y colaboradores: Pepín.
Eddy Gil: Esos boteros los usabamos mucho para la transportacion en los pueblos y a otros pueblos. Los autos casi todos eran de marca Chevrolets y Fords (americanos),para ir de Palma Soriano a Santiago de Cuba y regreso. Ellos daban un buen servicio al pueblo. Aunque tambien teniamos servicios, muy buenos de autobuses como buses de la cia. "La Cubana" que hacia un recorrido desde Santiago hasta Manzanillo. Otra que hacia ruta hasta la capital cubana llamada "Santiago-Habana". Habia una tercera cia. les llamabamos la "Flota Amarilla" tambien de ruta desde Santiago hasta la Habana. Todos bastantes puntuales. Loa boteros tenian sus propios autos o se los rentaban a sus dueños. Todos eran personas con poca escuela (nadie era universitario) pero sabian mucho de negocios de transportacion por autos. Los que los manejaban ganaban buen dinero y eran muy dinamicos. Los pasajeros de esos autos ivan "embotellados" porque se metian muchas personas en sus autos para mas productividad.
ResponderEliminarEddy Gil: El precio del pasaje estaba regulado por la competencia entre ellos mismos y no pertenecian a ningun sindicato. Eran en su mayoria sus propietarios y independientes teniendo mas de un auto en linea.
ResponderEliminar