“Comencé a mirar la casa y sus interioridades, los alimentos, el tizne, el plátano fongo, el keroseno, el dominio del fríjol y encontré poesía en ese mundo doméstico”. |
Por Arnoldo Fernández Verdecia. arnoldo@gritodebaire.icrt.cu
En la mañana de este jueves, el Parque de la Revolución, en Baire, fue sede de la presentación del libro, “Otras fracturas”, escrito por Domingo González, una figura que, al decir del poeta Eduard Encina, encuentra belleza tras el tizne, el keroseno, o sencillamente un vendedor de piedras.
Baire es tierra de poetas, ha dicho el escritor Reinaldo García Blanco, en abierta alusión a los miembros del Café Bonaparte, del cual es miembro fundador Domingo González.
Domingo González es un negro que no escribe desde un enfoque racial; es un artista que busca luz desde lo teológico, por eso simbolizaciones como ángel, cruz y polvo, revelan agudeza en la mirada de este hombre sencillo, que antes de ser poeta fue fisiculturista, karateca, y profesor en la educación media.
González Castañeda confesó, en la presentación de Otras fracturas, en la ciudad de Baire: “Mi poesía es un mosaico de todas las cosas que rodean al individuo. Significar los hechos que lo envuelven y oprimen, justifica cada una de mis creaciones”.
También señaló: “Comencé a mirar la casa y sus interioridades, los alimentos, el tizne, el plátano fongo, el keroseno, el dominio del fríjol y encontré poesía en ese mundo doméstico”.
“Otras fracturas” fue Premio Fidelia 2008, importante reconocimiento que otorga la UNEAC de la provincia Granma a libros de poemas. Es un concurso que se convoca anualmente.
En la presentación de Otras fracturas, en Baire, Jorge Labañino señaló: “El poeta nos entrega así un sujeto lírico que se articula –valdría mejor decir se desarticula- en la inestabilidad de su existencia, entre los quebraderos citadinos o los silencios vigilantes de la Isla”.
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