Por Ernesto Andrés. ernestoandres.delafe@nauta.cu
Hay que crear un campo magnético, una interrelación de fuerzas que provoquen riesgo y fluidez en el pensamiento del cubano, tanto dentro como fuera de la isla. En un post que me hizo circular un amigo, lo último que pude leer viene a confrontar ciertas preguntas; la cuestión insiste en desempolvar el fenómeno: ¿Cómo salir del subdesarrollo?
Pues bien, el deber es de los jóvenes. No veo en el reloj de las generaciones anteriores tiempo suficiente, ni intenciones de desprenderse del dogma y contribuir a un cambio de mentalidad, que a la postre provocaría el desarrollo necesario.
Miro a mis padres añorando los ochenta y no entiendo como la física no ha jugado su papel. En ellos se ha perdido el cinetismo, la energía pasó de verbo a adjetivo y esa generación de acostumbrados, no tiene suficiente valentía para enfrentarse a las transformaciones, ni capacidad de desarrollar alguna que otra tendencia dirigida a conseguir ese fin, pues han sido víctimas del facilismo, fetichismo y otros fenómenos, que los frenan.
Hemos perdido el amor al trabajo, las buenas costumbres, la capacidad creadora, preocupándonos, como buenos marxistas, por lo que vamos a comer a diario.
Cambiar la mentalidad no es mudar el maquillaje. El punto es llegar a la esencia de los problemas que bloquean el desarrollo. La mayor parte de ellos es, sencillamente, cuestión de perspectiva, ausencia de responsabilidad y pasan por el tamiz de los que toman las decisiones.
Una Cuba que brote de la perspectiva cultural requiere que las fuerzas interrelacionadas actúen de manera sincrónica. Basta ya de una Patria dividida por discrepancias políticas o culturales. Es hora de que los cubanos, todos, los de ambos lados, principalmente los jóvenes, “el futuro asegurado”, dejemos de reproducir slogans que nos hacen parecernos cada día más a las máquinas; es hora de pensar y hacer con responsabilidad el futuro, pero eso depende totalmente de nosotros.
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Jose Rovira: Amen por este post9!!!
ResponderEliminarEnelba Marrero: Detenidos en el tiempo es la realidaddi.
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