La mejor medicina para las dolencias es la risa. |
Por Arnoldo Fernández Verdecia. caracoldeagua@cultstgo.cult.cu
En la esquina más notoria del barrio, la noche casi entra en la madrugada; desfilan recuerdos, sonrisas, rones y buen café. Es una tertulia peculiar. La anfitriona es Irma, una señora de más de siete décadas de vida; tiene el don de la conversación y es experta en generar situaciones de humor criollo. Dice que la mejor medicina para las dolencias es la risa, y en verdad lo creo, pues cada cita es disfrute pleno.
Acodados en torno al fuego de sus palabras, apreciamos frutas exóticas, manjares olvidados, en fin, lo que la mayoría de los jóvenes llaman “ciencia ficción”. Gracias a su prodigiosa memoria casi vivimos las cenas de Navidad, los Reyes Magos y las fiestas del santoral católico.
Irma no tiene hijos, pero crió dos de su hermana fallecida de parto: uno de cuatro días de nacido y el otro de veinte meses; por eso dice con orgullo: “Madre es quien cría y educa”.
De vez en cuando sus familiares, de los Estados Unidos, se acuerdan de ella y le envían un dinerito. “Dinero fuerte", dice. Sus últimos años los ha dedicado a su nieta Elenita, un ser especial, al que complace en todos sus gustos y está muy pendiente de su desarrollo profesional.
La emblemática esquina se alza frente a un vetusto almacén hecho por Aquilino Fernández, hace más de cien años, aquí en Contramaestre. Irma y su familia lo convirtieron en hogar, porque el huracán Sandy destruyó el suyo. Mi barrio agradece la presencia de esta narradora oral, una persona que hace malabares con la palabra y produce efectos milagrosos en los que acudimos todas las noches a reírnos a tiempo completo.
Me mude para donde vivo ahora,hace tres años y te diré que no conozco a mis vecinos he visto un par de ellos de pasada y casi ni te saludan,que cultura extraña que tienen por aquí en el norte de Europa,recuerdo también mis largas y amenas conversaciones con amigos hasta tarde,en las esquinas de mi barrio,son cosas que no se pueden olvidar y pensar que para nosotros los cubanos es una cosa tan natural
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