Por Arnoldo Fernández Verdecia. caracoldeagua@cultstgo.cult.cu
Los escritores de mi pueblo, aquí en Cuba, quieren dinerito en el bolsillo para comer bien y sacar a la familia a pasear en el verano. Es triste verlos así, desaliñados, montados en unas chancletas de cuero, volando el diario vivir de la gente y reuniéndose en el café a provocar un mano a mano entre varias maneras de captar lo inmediato. Es una especie de periodismo poético, me atrevería a decir, desde mi condición de argonauta de la vida cotidiana. Son poetas de los extravíos y desajustes de una sociedad que no acaba de despegar hacia un aeropuerto seguro y ellos lo saben, por eso rastrillan una y otra vez sus versos, apuntan sobre lo oscuro del momento y no temen a la saga de los traidores, tan normales en tiempos donde delatar al amigo o al hermano suele ser la comidilla. La vida deja su huella en ellos, no perdona la cosa lúdica en la que algunos entretienen la lira, en vez de proyectarse al destino y SER, mejor dicho SER POETAS, para nombrar lo inmediato y crearles plazas de periodistas, en esa casa imaginada donde un buen día tendrán comida, dinerito, vino y podrán sacar a pasear a sus seres amados.
Eddy Gil: Cuba es un CDR
ResponderEliminarEddy Gil: ser poetas es vivir del cuento
ResponderEliminarpues la mejor opción para que los poetas de tu pueblo tengan dinerito en el bolsillo y saquen a pasear a la familia el fin de semana es que TRABAJEN, y se lo ganen con el sudor de su frente. En ningún lugar del mundo los poetas son mantenidos por ningún Estado. Plácido hacía peinetas para subsistir, por solo mencionar un ejemplo. ¿Por qué crearle plazas? Si están prefesionalmente preparados, que trabajen en escriban sus versos en el tiempo libre. Si no, que le empiecen a hacer una Oda a la mandarria, al pico, al azadón.
ResponderEliminarJose Miguel Garofalo Fernandez: Arnoldo, esta es la incognita de siempre a que se enfrenta el escritor. Escuchar al lector receptor, que puede salir con la simple respuesta, raquitica, de me gusta o no me gusta, el likes o dislikes, el to be or no to be. Bueno, pues a mi me gustan estas evocaciones que titulas, Pasado/ Presente, el recuerdo de una fotografia en Chicago Arte Institute. Tome notas sueltas de una segunda lectura.No es propio. La poesia en prosa no admite demasiado raciocinio, o ninguno. Lo sientes o no lo sientes. Te dice, o no te dice nada.Esta evocacion de Hiroshima, lo inmenso y vulnerable de un ser humano. No habias nacido ni siquiera tu madre en el 45. Envidio esa juventud pensante que poetiza la vida y la razon de existir desde tan temprano. Te auguro muchas ilusiones cumplidas pero tambien inmensas tristezas y desalientos. Vivir es sufrir, pero no somos bueyes de arados. Te sientes conmovido por ese cuerpo como una sombra. Eso lo experimente con un documental de la ciudad que quedaban en las paredes las siluetas de personas que unos instantes antes amaban, sufrian...eso mismo experimente cuando observe en Pompeya una pareja haciendo el amor, y un perrro al lado de la cama que ipso facto quedaron plasmados en roca ignea con la explosion del volcan.Te conmueves...eres sensible, eso duele y te dolera mucho pero es mejor que ser insensible. y vendran las evocacione, del contorno del museo y la imaginacion incontrolada te llevara de la ciudad inmensa al univeso y al cosmos. Y el tiempo y el dios Kronos y lo complejo y vulnerable que somos los humanos y el tiempo efimero de vida y entonces te aparece mezclado como Dios controlador, el dios Saturno, una especie de hijo maligno eterno de Cronos. Y terminas con el suplicio de Sisifo y el pene como instrumento que clava la simiente de la vida, pero ya no tiene donde fertilizar, ha quedado solo... Disculpa esta loca interpretacion. A mi no solo me gusta, si no que pienso que el hecho de evocar a partir de la visita al museo a Hiroshima y el destino y la temporalidad del ser humano ya me conquista como lector. Y es prosa poetica de la mejor raigambre, y no soy critico ni vivo de eso ni busco con lisonjas conquistar simpatias. Un abrazo. JMGarofalo.
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