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viernes, 6 de diciembre de 2019

Carlos Acosta y Cuba como dignidad espiritualizada (a propósito del filme Yuli)



Por Arnoldo Fernández Verdecia. caracoldeaguaoriente@gmail.com

He podido apreciar esta semana la película Yuli, basado en el libro autobiográfico del notable bailarín cubano Carlos Acosta, Sin mirar atrás. Muchos elementos saltan a la vista del espectador menos avezado, sobre los que quiero dialogar en las páginas de Caracol de agua.

Uno de ellos es el racismo, que a pesar de todos los nobles intentos institucionales, culturales y educativos de la Revolución, es un fardo que acompaña a los cubanos en sus relaciones sociales.

Llamo la atención sobre el tipo de familia del protagonista, disfuncional, madre blanca, padre negro, la primera, ama de casa, enfermiza, el segundo, camionero, hombre del pueblo profundo. Una precariedad asomando en todos los interiores del hogar. Los hermanos, una blanca, dos negros, por eso Yuli crece siendo marginado por sus abuelos maternos, que siempre venían a recoger a su hermana para llevarla los fines de semana a la playa; esa parte de su familia decide vivir en Miami.

Pero Yuli tiene un don con el que ha nacido, el baile, lo trae en los genes, culturalmente lo sabe al interactuar con los amigos del barrio; pero en medio de todo eso, su padre negro tiene la capacidad de ver lejos e intuye que su hijo será un primer bailarín de los grandes ballet del mundo; por eso lo empuja a superar las barreras raciales, culturales, los prejuicios.

La relación padre-hijo llega a ser intensa, dramática, pues Yuli es casi violentado por su progenitor para que alcance su sueño y pueda vivir del arte como dignidad suprema. Yuli le reprocha a su padre que no es su sueño, pero el futuro da la razón al viejo que lo ve triunfar en Rusia, Inglaterra, no así en Estados Unidos, porque muere antes, pero sigue desde el cielo guiándolo.

En todo momento esa aspiración es apoyada por una profesora que vio en el niño Yuli lo necesario para ser una estrella, ella envejece a su lado, arriesga su profesión en momentos donde el protagonista debe tomar decisiones tremendas, es de las personas que puede ver el triunfo del artista, disfrutarlo en toda su magnitud.

Algo queda muy claro en el drama autobiográfico Yuli; Cuba es el barrio, los amigos, la gente de a pie, un hecho sustancial que la identidad de Carlos Acosta o mejor dicho de Yuli, no negará nunca; sus experiencias cosmopolitas fortalecerán más su convicción de que Cuba es todo para él, de ella nunca se irá espiritualmente, por eso regresa y funda una escuela de danza y ballet.

sábado, 1 de julio de 2017

Soy un mambí incómodo, irredento


Peleo, sufro y me desgasto por la vida que quisiera para mí y los míos, desde aquí. Será “la utopía de las utopías” para algunos. O un sueño estúpido. Pero es el mío.

Por Luis Alberto García (Cuba) 

Soy un mambí incómodo. Insurrecto. Siempre irredento. Los que me quieren mucho, los que me quieren menos, los que me aborrecen y hasta los que no confían en mí, saben que acierto y yerro, siempre por convicción y no por compulsión. Es lo que hace que a diario ponga la cabeza en la almohada sin arrugas internas.

Si opino acerca de tantas cosas vitales y banales, y comparto aquellas que me mueven el piso en las escasas ocasiones en que consigo planear por Facebook, no quiero ni puedo ahora dejar de decir lo que pienso, sin presiones ni sugerencias y a mi manera, acerca de la obra protagonizada por el actual presidente estadounidense en un teatro de La Florida hace varios días:

No me gustó la locación, ni el nombre de la sala, ni el casting, ni la figuración, ni el contenido del libreto, ni la dramaturgia, ni las actuaciones, ni la labor de los asesores históricos (imagino que los hubo), ni la escenografía, ni la música. Los departamentos de vestuario y maquillaje funcionaron bien.

Se me antoja desde todo punto de vista, imposible, prestarle atención a un grupo de cubanos que asegura querer lo mejor para su gente y que pretenda hacerlo bajo una bandera y un himno que no son los de su país de origen. Está raro eso. Muy raro. No va conmigo. Hiede a anexionismo a 90 millas de distancia.

Si ese mismo grupo aplaude de manera harto entusiasta que a su gente la sigan hostigando y tratando de rendir por hambre y más miseria, automáticamente no comulgo con él. Y conmigo, una inmensa mayoría que en este archipiélago hemos pasado las verdes, las maduras y las podridas. De igual manera, me consta que hay cientos de miles de compatriotas diseminados por todo el mundo, que quieren que terminen la asfixia y el cerco a sus iguales, que dura ya varias décadas.

Que el grupo de actores y extras en aquel “motivito”, además, vitoree la vuelta a la larga noche de bravuconerías y ukases imperiales de Goliat contra David, asusta y lo descalifica por completo en sus esperanzas de incidir en la vida futura de su pueblo. Los pueblos tienen memoria de elefante. Y el odio es mala hierba.

Las cosas iban. Lentas, pero iban. Obama y Raúl respetando y, sobretodo, respetándose, lo consiguieron para bien de dos naciones, de dos pueblos. Pudiera decir que hasta para bien del continente. Más aun, de la Patagonia hasta Alaska.

Ahora nos regresaron al stop motion. Al dominó trancado con los dos equipos llenos de fichas gordas. Porque si Goliat se pone guapo, por muy grande que sea, David no come miedo. Como siempre ha sido.

Hay muchas cosas buenas que me emocionan de mi tierra. Y otras muchas no me agradan del país actual que habito. Peleo, sufro y me desgasto por la vida que quisiera para mí y los míos, desde aquí. Será “la utopía de las utopías” para algunos. O un sueño estúpido. Pero es el mío. Y en ese sueño, equivocado o no, la bandera tiene una sola estrella y suena el Himno de Bayamo. Y en él caben todos los nacidos bajo las palmas reales y sus descendientes, más allá de sus posturas ideológicas o políticas siempre y cuando piensen y defiendan de corazón, con hidalguía y sentido común, lo que será mejor, de verdad, para todos los cubanos. Aquello de “con todos y para el bien de todos” no es letra muerta.

No me gustaría en absoluto que el presidente cubano intentara bailar en casa del Trump. No lo ha hecho. Y no lo hará.

De la misma manera no quiero que el Trump quiera dirigir las coreografías en la casa mía. No tiene clave.

PD: Y ahora, vengan a por mí los talibanes de todas las denominaciones. Estoy listo. 

(Tomado de La Jiribilla)

domingo, 27 de noviembre de 2016

La intolerancia de Trump al negar el valor histórico de Fidel Castro



Trump no entiende de Historia, no ha leído nunca a José Martí, por eso niega el valor histórico de Fidel Castro.

Por Arnoldo Fernández Verdecia. caracoldeaguaoriente@gmail.com    

La muerte del líder Fidel Castro este 25 de noviembre ha llenado titulares en los principales diarios del mundo;  yo diría que es la noticia de mayor prominencia del siglo XXI; será recordada por seguidores y detractores en mucho tiempo. Los cubanos de la isla y la emigración, no escapan a esa confrontación y se adversan a la hora de valorar su legado.   

Apreciando el programa Dossier de Walter Martínez, en la noche de este sábado por Tele Sur, el satélite mostró imágenes en tiempo real de la Calle 8 en Miami, allí muchos cubanos del llamado “exilio”, celebraban la muerte de Fidel Castro, “lo llamaron dictador, tirano, déspota, incluso hablaron de su parecido con Hitler”.

El legado del Comandante Fidel es viral para esa comunidad, altamente cuestionado allí, al extremo de considerarlo extraviado: “Nos muestra que si él hubiese llevado a cabo lo que prometió, mi Patria fuese hoy la Isla de Oro, La Perla del Caribe”, dice uno de las foristas en mi muro de Facebook; pero también alerta sobre el futuro: “la DOCTRINA fue grande y no será diferente a la memoria de su Comandante! La TOLERANCIA y el RESPETO SERÁN CRUCIALES”. En sus palabras hay una sabiduría generacional que llama, -si los cubanos aspiran a una reconciliación nacional-, a la tolerancia y respeto al otro diferente; serán cruciales; de lo contrario seguirán por décadas adversándose, culpándose, injuriándose;  lo que Obama y Raúl Castro sabiamente iniciaron, terminará abortándose en el vertedero de la Historia.

Los cubanos de la isla expresan una manera sincera de sentir la muerte de su líder, nada es forzado, es real, la gente siente a Fidel Castro como alguien de la familia, una persona que por años ha estado junto a todos en lo difícil y en las alegrías; por eso impresiona saber que un vecino nombrado Miguel Bosa, se infartó en la madrugada de ayer sábado, al saber la noticia de la muerte y que hoy domingo, en la mañana, será enterrado en el cementerio de Maffo, aquí en Contramaestre. Las personas más que marxistas se sienten Fidelistas, así lo dicen cuando alguien pregunta. Entonces, es una realidad, la mayoría de los cubanos de la isla son sobre todas las cosas FIDELISTAS.

La reconciliación nacional entre los de afuera y los de adentro, tendrá que respetar esas diferencias, no se trata de imponer una vivencia,  una ideología; se trata de respeto y tolerancia, de lograrse, Cuba podrá posicionar la Nación en un espacio visible para todo el mundo y cada cual ayudará a hacer el país que aspira.

Sin embargo cuando se leen las recientes declaraciones del presidente electo en los Estados Unidos, Donald Trump, uno aprecia enseguida una visión parcializada de la historia y comprende que no será posible alcanzar una Nación unida en las diferencias y con respeto a los símbolos edificados por los cubanos de la isla. Quiere la rendición de La Habana. Trump impone así la mirada imperial arrogante, cree decir las palabras inteligentes cuando afirma: " fue un brutal dictador que oprimió a su propio pueblo, con su fallecimiento deja un legado de fusilamientos, robo, sufrimiento inimaginable, pobreza y negación de derechos humanos fundamentales."

La posición de Trump niega el camino recorrido por Obama;  el futuro de los cubanos queda así en suspenso;  los de la isla tienen al Fidelismo por escuela, a su contenido se aferran, no pueden esperar nada bueno de un xenófobo que mira a los latinos como seres inferiores. Trump no entiende de Historia, no ha leído nunca a José Martí y olvida algo elemental dicho por nuestro más sabio varón: “El gobierno ha de nacer del país. El espíritu del gobierno ha de ser el del país (…) Gobernante, en un pueblo nuevo, quiere decir creador”, eso es Fidel Castro para los cubanos de la isla; negarlo es extraviarse en un laberinto que no llevará a ningún lado.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

POR MUCHO QUE ME DIGAN EN FACEBOOK: los cubanos no queremos a Trump

Trump tendrá que decidir entre derogar la ley  de Ajuste Cubano o rendir a la Revolución cubana por asfixia económica y moral.
Por Arnoldo Fernández Verdecia. caracoldeaguaoriente@gmail.com 

Los cubanos que residen en Estados Unidos consideran a sus hermanos de la isla muy desinformados en la cuestión electoral de la gran potencia norteña, algo así como "analfabetos"  en la cuestiones de su muy conocida "democracia". Cuando alguien expresa una valoración, alguna pregunta, o sencillamente hace uso del ejercicio del pensar en Facebook, por citar la red más usada, te descalifican porque vives en una isla con un sistema ideológico diferente. A raíz de la entrevista de Donald Trump, del pasado domingo en la televisión, expresé algunos criterios, interrogantes y las pasiones se elevaron.

Filósofos de ocasión se erigieron fiscales de la migración cubana en los Estados Unidos y llegaron a llamar idiotas a los que criticaron la victoria electoral de Trump, según ellos, “por qué no fueron capaces de hacer eso mismo en su país de origen”; los nuevos discípulos de Platón acuden a una metáfora sexual para descalificarlos: “le faltaron c….”

Algunos acudieron al pasado para mostrar el acierto de sus decisiones al tomar el camino de la emigración; se sienten totalmente aplatanados en los Estados Unidos, para ellos si cabe el estatus de refugiados políticos, en otras palabras, la Ley de Ajuste Cubano, que fue concebida para proteger a aquellos que huían del régimen comunista de La Habana, funcionaba en el contexto de los 60 y los 70, después se convirtió en algo económico;  así que los auténticos sentidos  por las que se elaboró se perdieron y ya es un anacronismo del que se valen muchos  “fidelistas” para irse allá, hacer fortuna y regresar a la isla. Derogarla es una necesidad histórica, porque no responde a los dictados iniciales que la justificaron, reconocen la mayoría de los foristas participantes en mi muro de Facebook.

Trump ha dicho en declaraciones de su agenda electoral, que La Ley de Ajuste Cubano  la eliminará en los dos primeros años de su mandato, así que ya es una promesa; los cubanos que ya tienen el estatus de residentes, ahora miran con malos ojos a las oleadas que llegan a través de la frontera mexicana, ya se valora como una cuestión doméstica de peligros potenciales para la estabilidad del sistema. En el nuevo escenario, creen algunos; valdría la pena etiquetarlos como indocumentados y devolverlos a Cuba, porque vienen a apropiarse de los empleos,  fracturan las creencias  ideológicas, domésticas, culturales: "...si se te meten personas desconocidas a tu casa a la fuerza y tu por evitar los dejas dormir una noche, pero al pasar los días no se van y en una semanas se adueñan de tu casa y quieren mandar más que tu y te exigen como dueños y señores... ¿Qué tú haces?”, dice una de las foristas amiga.

Lo real es que un cubano desde que entra a los Estados Unidos, por la vía que sea, automáticamente  tiene una residencia verbal llamada Parolet, en un año puede hacer sus papeles: “(…) enseguida que pone pies en tierra, tiene beneficios como permiso de trabajo para comenzar a rehacer su vida como cualquier otra persona ya residente ... De hecho tiene los mismos beneficios que cualquier otro cubano emigrante, no importa si haya sido sorteo o reclamación familiar”, dice una de las jóvenes foristas. “Cuando tiene 1 año y un día ya puede aplicar para la residencia”, precisa otra. Acogerse al Parolet elimina cualquier semejanza con cualquier otra  migración. ¿Podrá Trump usar sus facultades para derogar esa Ley?  En lo personal,  es posible hacerlo, porque cuesta mucho a los contribuyentes mantenerla y se ha convertido en una pesada carga para el sistema. Así que la mentalidad pragmática del nuevo presidente millonario se impondrá; veremos qué posición asumen sus compañeros de fila en el Senado y la Cámara, ¿estarán con él, o jugarán en la banca contraria?

Otros se explayaron en consideraciones sobre las crisis de Camarioca (1965), el Mariel (1980), los balseros (1994) y desenfundaron  argumentos cargados de mucho rencor por los agravios de La Habana, así el gobierno de la isla se convirtió en objeto de críticas ácidas y al parecer los únicos que se equivocaron en esos escenarios fueron los “fidelistas”. Muy pocos asumen el clima que se vivía en cada una; las tensiones  de la Guerra Fría, en fin, los cubanos en medio de esos  dilemas ideológicos, políticos, qué elecciones tenían.

En algo parecen coincidir los foristas, Obama ha sido el culpable de  erradas políticas que llevaron a Estados Unidos  a la situación de crisis sistémica que sufre actualmente: “(…) ha hecho lo que le ha dado la gana, ha gobernado por Decretos o sea firmando leyes a pantalones”…  Aquí uno siente el temor de los ya establecidos, porque el primer  presidente negro en Estados Unidos, intentó facilitar programas que beneficiaran a  la migración, entre ellos sobresalen: cobertura médica, ubicación laboral, seguridad social, en fin, así lo tenía proyectado en su agenda electoral, pero muy poco pudo hacer en sus dos períodos de gobierno.

A la Clinton se le valora como continuadora de esa política fallida, sin embargo, cuando se sopesan los resultados electorales fríamente, los cubanos volvieron a apostarlo todo por la opción demócrata. Así sucedió en Miami Dade, New Jersey y Las Vegas, el voto popular allí favoreció a la Clinton. ¿Por qué sucedió así? 

Una gran mayoría de esas generaciones históricas, las de los 60, los 70, del siglo XX, permanecen cerradas a la posibilidad de reconciliación nacional, unidad de la Patria y asumen como peligrosa la normalización de las relaciones con Estados Unidos, así que la política de mano dura con La Habana no debe cambiar desde su punto de vista.

Trump tendrá que decidir entre derogar la Ley  de Ajuste Cubano o rendir a la Revolución cubana por asfixia económica y moral; la segunda de las opciones tiene mucho lobby  en cuestiones de poder y se impondrá a larga, aunque las estadísticas la consideren insostenible. Así que Trump lo apostará todo a la desmoralización de la alternativa comunista de La Habana. El gabinete que ha formado, parece darme la razón. 

viernes, 7 de octubre de 2016

Ha muerto el ídolo de los Marlins



Ha muerto José Fernández. Tenía apenas 24 años.
Por José Manuel Garofalo.  

Estoy tan conmovido que me tiemblan los dedos sobre el teclado de la computadora. Acaba de matarse en un trágico accidente el pitcher cubano José Fernández.

Un día vino a los Estados Unidos tras un sueño. Una madrugada, luego de tres intentos para salir de su isla amada, supo que una mujer había caído al agua; se tiró a salvarla con apenas 15 años, era su madre que se ahogaba y por esas casualidades del destino, pudo devolverla a la vida.

Al llegar matriculó en la High School en Tampa y se apuntó en las prácticas de béisbol. Los scouts de los Marlins lo captaron para el equipo de Miami. Ya acabando esta temporada iba por 14 o 15 triunfos, en un equipo que no tiene gran poder ofensivo. Que si es con el Chicago Cubs, o Boston o lo royales de Toronto, que si tuviera más de 2O victorias, eso no es lo principal; la verdad: era orgullo y paradigma de voluntad y superación para la juventud. En sus palabras siempre se declaraba sencillo, modesto, pero con un énfasis puntual donde no había espacio para la derrota. La principal divisa de su vida: GANAR, TRIUNFAR.

La lancha rápida en que viajaba tropezó con un islote y junto a dos amigos nunca se enteró que salía de la vida para entrar a la muerte.

No puedo quitarme de la cabeza imaginar el rostro de su madre y familiares al recibir la noticia; sus compañeros de los Marlins, los peloteros de otros equipos de Grandes Ligas y toda la comunidad de latinos y sajones, amantes de su pericia al ganar partidos de béisbol.

Ahora llega una muerte súbita que nos lo arrebata; les juro que lo siento como si me hubieran arrancado a un hermano menor, a un hijo, un nieto... Caramba, el destino, la fatalidad se ensaña en los nobles, en las buenas personas; por eso desprecio a la muerte, al diablo, las carabelas; porque no tienen piedad y destrozan vidas de tanto valor.

Estoy triste. Ando bien triste. No puedo remediar el hecho de sentirme muy triste. Ha muerto José Fernández. Tenía apenas 24 años. Todos los cubanos lo sentimos como si se nos hubiera ido un familiar muy querido.

sábado, 13 de agosto de 2016

El sastre de Fidel Castro en la Sierra Maestra



Osmán Pantoja, el sastre de Fidel Castro en la Sierra Maestra.( La niña que está a la izquierda es Rosa María Pantoja Dieguez)
Por Arnoldo Fernández Verdecia. caracoldeaguaoriente@gmail.com 

Conocí a Rosa María Pantoja Dieguez*, gracias a las redes sociales; no me equivoco si afirmo que es una de las seguidoras más apasionadas de mi blog Caracol de agua. Hace un par de días, a raíz de las historias sobre Fidel Castro que fui compartiendo en Facebook me dijo: “Eres el historiador nuestro, pensé que debías saber algo de esta historia”. Entonces me habló largo de su padre, uno de los sastres más famosos de Cuba, que cosió para algunos presidentes de la República (1902-1958) como Carlos Prío Socarrás y Fulgencio Batista.  También fue el sastre de Fidel Castro en la Sierra Maestra.

Logo de "Creaciones Pantoja".
“Creaciones Pantoja” era una sastrería ubicada en el lateral izquierdo del Hotel Pérez, frente a la Carretera Central de Cuba, de oriente a occidente. Estaba especializada en la confección de artículos para caballeros. Tenía un logo  reconocido y muy bien valorado en toda la isla por la calidad de sus producciones. El dueño era el señor Osmán Pantoja Jiménez, un hombre que apoyó con recursos a los insurgentes y hasta subió a la Sierra tres veces a tomarle las medidas a Fidel Castro,  coser la ropa, probársela y  entregárselas según los pedidos.
La ropa que vestía Fidel Castro cuando entró a La Habana  en enero de 1959 fue cosida por Osmán Pantoja Jiménez.
El verde olivo para Fidel se cosía de madrugada; acompañaba a Osmán en la faena una operaria de su total confianza, de las siete que tenía empleadas. Durante el día la  tela era enterrada en el patio de la sastrería para evitar sorpresas que pusieran en peligro la vida de los trabajadores, la familia y especialmente de Osmán. Dice Rosa María que “si se rebusca la tierra detrás de la casa que pegaba a la tienda en los bajos del Hotel Pérez, tal vez se encuentren rastros de eso hilos y pedazos de tela”.

La casa de Osmán era uno de los sitios clandestinos en el cual se recibían todos los martes “unas cajas grandes de medicina y se llevaban a la Sierra los miércoles de madrugada, todas las semanas”. Cuenta Rosa que “un domingo vinieron de La Habana, como 5-6 agentes de Batista, a las 5 a.m., y nos sentaron a los cuatro (papi, conmigo en las piernas; mami, con mi hermana en las suyas), y no nos dejaron mover hasta que terminaron, ya de noche. Buscaban las medicinas. Solo se equivocaron de día. Cuando se fueron, con la casa completamente virada al revés, mi Mamá buscó una fotografía de Fidel escondida en el fondo de una gaveta; no la encontraron, sino, nos hubieran matado”.

Emocionada Rosa María me dice: “Mi vida está entrelazada a esa revolución y mi familia luchó con uñas y dientes. Mis tías iban a Santiago con las peinetas de balas alrededor de las caderas y las faldas anchas encima. Después Batista prohibió el uso de esas faldas y solo se podían usar ajustadas”.

El fervor por Fidel Castro era parte de la vida cotidiana de las familias, la de Osmán no escapó a esa imantación;  según Rosa María “el cubano que no luchó a favor de Fidel, era batistiano. Fidel representó la esperanza de un gobierno justo, que no robara; la esperanza de un pueblo con hambre de justicia”.

En julio de 1961 el Gobierno Revolucionario interviene “Creaciones Pantoja” y congela las cuentas bancarias de la familia;  no obstante permanecen en la isla por seis años, hasta que comprenden que no pueden vivir más en su tierra natal; no aceptan los nuevos cambios; deciden irse a la emigración.

Rosa se va de Contramaestre el 1 de septiembre de 1967, tenía 14 años. Con dolor me dice: “Cuando Fidel  se declara Marxista Leninista se traicionan los sueños; muchos no éramos comunistas y eso fue muy difícil aceptarlo; nos sentimos traicionados; pero somos una familia grande, regada por todo el mundo, la sangre y el amor a Cuba están vivos”.

Al partir, Osmán tiene cuarenta y tres años y su esposa Aida Dieguez Tamayo, 40; los acoge Puerto Rico: “el hermano mayor de mi Papá vivía allá y nos reclamó”, dice Rosa. Por nueve años estuvieron en tierras borinqueñas. Allí se entera de la muerte en combate de su primo hermano, Orlando Pantoja Tamayo: “Fue un día negro para todos; lo lloramos entre primos. Era difícil saber que lo habían matado así; alguien tan amado por la familia”. Luego se mudan a Miami, Estados Unidos, en 1976, país donde  fallece Osmán el 6 de  abril de 2014.

Muy pocas personas saben que la ropa usada por Fidel Castro en la Sierra Maestra y con la que entró vestido a La Habana, como parte de la Caravana de la Victoria, fue cosida por Osmán Pantoja Jiménez, un hombre de Maffo,  principal impulsor de “Creaciones Pantoja” en Contramaestre, una sastrería de fama nacional.

* Testimonio concedido a este autor, vía Facebook, miércoles 10 de agosto de 2016.

lunes, 24 de agosto de 2015

El San José de Maffo en Miami, Estados Unidos



“Ser de Maffo  o Contramaestre, es el santo y seña del Tropical Park de Miami cada 19 de marzo”.
Por Arnoldo Fernández Verdecia. 

Milagros Vega es una de esa mafferas incondicionales a su pueblo natal, Maffo, actual municipio Contramaestre, en el Oriente de Cuba. Aprendió la tradición del San José de sus ancestros, lo cultivó desde niña y lo mantiene vivo.
Milagro tiene hoy un peso esencial  en la celebración del San José de Maffo, pero ya en los Estados Unidos, específicamente Miami. De 1995 a la actualidad, junto a su primo Ricardo del Toro, han logrado incorporar esta festividad a la memoria de contramaestrenses y mafferos de la emigración.

El San José de Maffo, en Miami, es parte ya de una fiesta que reúne, año tras año, a la gente de la tierra añorada; vienen de todo Estados Unidos, incluso de otros países. Contramaestre y Maffo se visualizan en la mente de cada uno y son recreados en una interacción cultural que marca y une para siempre. “Ser de Maffo  o Contramaestre, es el santo y seña del Tropical Park de Miami cada 19 de marzo”.

Caracol de agua agradece, a esta ilustre maffera, sus palabras  para nuestros lectores en el mundo. 

Maestro Antonio Sierra.
Arnoldo Fernández Verdecia (AFV) ¿Dónde nace Antonio Sierra?

Milagros Vega (M.V) En Maffo. Estudió magisterio. Fue maestro de varias generaciones en la Mariana Grajales. En la mía, pasó a ser su director. 
AFV. ¿Estudiaste en la Mariana? 

Sí, a la Mariana fui desde el Kindergarten, 1961, hasta el sexto en 1967, año en que empecé la secundaria en el curso 1967-1968. Allí estuve hasta que salí de Cuba en 1970, muy sola para el Convento Sagrado Corazón de Jesús, en España. Mis padres me mandaron como menor de edad con las monjas. Ellos salieron después con mi hermano. Hace 45 años me fui de Maffo, pero Maffo no ha salido nunca de mí, no me he ido nunca, el sigue vivo en mí, jajajajaaaaaaaaaa. 
Milagro antes de salir de Cuba.
Milagro en el Convento Sagrado Corazón de Jesús.
Milagro llega a Estados Unidos.
AFV. La Mariana Grajales surge gracias al dinero de un importante evento que se hizo en Maffo. ¿Cómo sucedieron los hechos?

M.V. En 1952 se hizo el primer certamen de “Simpatía” para recaudar fondos y hacer la escuela. En ese certamen mi mamá fue elegida “Reina”, porque fue la que recaudó más dinero, aunque todas las competidoras ayudaron; lo recogido se entregó a la Asociación de Padres, Vecinos y Maestros y se construyó la escuela. Luego se ofreció un banquete y se invitó al jefe del Ejército de Santiago de cuba; aceptó la invitación. Después de los discursos del evento inaugural, designaron a mi mamá para que hablara con él, porque era la “Reina”. Ella pidió todo lo que necesitaba la escuela para abrir sus puertas, y vaya sorpresa, -a la semana-, llegó todo lo que hacía falta. 

AFV. ¿Cuál es la relación de Antonio Sierra con Maffo y su San José?

M.V. Su relación con San José es la misma que la de todo el pueblo de Maffo,  con la diferencia que, como era Maestro y Director,  era uno de de los organizadores principales. Mira, en esa época no se contaba mucho con el gobierno para hacer las cosas públicas;  existían lo que se llamaban comisiones. La Comisión Pro Mejoras del pueblo de Maffo, Comisión estudiantil, Comisión de la sociedad. Todas se reunían para celebrar el San José.

¿Cómo surge San José? Antiguamente el poblado era pequeño y tenía una plazoleta donde se reunían los hombres a conversar y a tomar sus traguitos; un día se dieron cuenta que habían muchos José en el grupo y decidieron tomar a San José como patrono del pueblo, era algo normal en todos los pueblos de Cuba. El de Contramaestre es San Juan, por si no lo sabes. 

Cañón Don Pepe. Actualmente se utiliza como reconocimiento para disitinguir a personas dignas del San José en Miami.
AFV. ¿Qué cosa era el cañón Don Pepe?

M.V. En verdad existió. Era muy pequeño y se utilizaba para empezar  el San José con sus disparos.  Las fiestas duraban cinco días. 

AFV. ¿Por qué Maffo no puede imaginarse sin Antonio Sierra?

M.V. No se puede olvidar al Sr. Antonio,  porque no solo fue maestro en la cultura,  sino un hombre muy recto; todos los padres les entregaban a sus hijos como si fuera un segundo padre. No solo enseñó cultura, sino también educación social y moral; era un ser de grandes valores cívicos. Cuando te graduabas de sexto grado salías prácticamente preparado para hacer tu vida y con una educación exquisita, como se puede comprobar a través de las generaciones de alumnos graduados por él. Mi mama todavía le llama “El Sr. Antonio” y tiene 87 años. 

AFV. ¿Por qué el San José es tan celebrado y recordado por los mafferos ausentes?

M.V. Nos trae los recuerdos de unas celebraciones que eran como una reunión de familia; todos esperaban esa fecha para venir al pueblo, no importaba donde estuvieran. Al llegar se abrazaban, compartían y se divertían de lo lindo y muy sanamente. Venían muchas personas de pueblos vecinos,  porque ya el San José era muy popular.

Arnoldo, me acuerdo yo chiquita no me permitían ir a los bailes, pero recuerdo haber escuchado desde casa la orquesta Aragón, Barbarito Diez, Benny Moré; ellos siempre venían al San José de Maffo.

¿Cómo recordamos al San José en la emigración?, pues te explico: Los mafferos cada vez que se moría uno de Contramaestre o Maffo, la funeraria de Miami se llenaba de nosotros. Un día vino a casa mi primo Ricardito del Toro y le digo; primo, si me saco la lotería voy a hacer una fiesta y voy a invitar a todos mis coterráneos. Él me dice, pero no hace falta la lotería, por qué no nos metemos y organizamos un picnic y celebramos el San José en el Parque; le contesté, pues dale vamos y enseguida fuimos al Tropical Park de Miami y reservamos fecha para el día más próximo al 19 de marzo, que es el San José. Desde 1995 lo hacemos así. Vienen personas de varios  lugares de Estados Unidos y Puerto Rico. Mafferos y contramaestrenses estén donde estén, siempre vienen. Si revisas mis fotos del grupo de Maffo en Facebook, veraz que  desde 1995 hasta el 2010 lo celebramos ininterrumpidamente, luego tuvimos una pausa de 4 años.  Paró porque hubo regulaciones en el parque, como prohibir la música alta porque afectaba a los vecinos de otras casillas cercanas. Ya buscamos remedio y en 2015 retomamos el San José de nuevo y decidimos consolidarlo para el bien de los que lo sienten suyo y siguen embullados. 

AFV. ¿Qué harás con todos esos recuerdos valiosos sobre Maffo? 

Bello, sabes, uno de mis sueños es hacer un Museo en Maffo con todos mis recuerdos, no quisiera se perdieran cuando no esté, solo tengo una hija, ella se pone brava conmigo cuando digo esto porque dice que también valora mis cosas pero como quiera que sea nació aquí y esto es algo que se siente en los huesos, la sangre, el corazón.

No se pueden dejar caer las costumbres sanas que nos dieron nuestros antepasados. Lucharon mucho para que fueramos personas sanas de alma, sin odios, ni rencores que no nos llevan a ninguna parte, solo a la separación y al olvido, y eso es feo. Me gusta lo bello de la vida, lo positivo; ya de por sí la vida tiene mucho de feo para seguir en eso. 

AFV. Milagro esta entrevista salió del corazón, creo sinceramente en cada una de tus palabras. He visto en ti un amor por Maffo y su San José tan inmenso, que agradezco a Dios ponernos en el camino de la amistad.  

M.V. No solo puedes contarte entre mis amigos, sino uno más de los cercanos a mi corazón. Tenemos muchas cosas que nos acercan.

Galería con  algunas imágenes del San José de Maffo en Tropical Park de Miami




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