Por Arnoldo Fernández Verdecia. caracoldeagua@cultstgo.cult.cu
Tomarse una foto con el líder de
fondo puede ser importante para unos, otros los ven como un tipo de compromiso cultural.
Estoy entre los últimos, porque reconozco las oportunidades creadas para todos
y todas a partir del triunfo del primero de 1959.
Hay verdades que no se pueden ocultar usando nubes de polvo. Ahí están los momentos gloriosos donde hombres y mujeres humildes conquistaron la utopía y la hicieron bajo la conducción del Líder. Es cierto que toda revolución tiene excesos, sobre todo porque no puede quedar bien con todo el mundo.
Una frase del líder pronunciada en una célebre reunión con los intelectuales cubanos, es elemental para entender nuestra adhesión: “Ser revolucionario es también una actitud ante la vida”. Más de cinco décadas después, los que apostamos por la revolución de la dignidad seguimos aferrados a eso. Todo lo que niegue esa aspiración ética no entra en el camino al futuro.
Hay verdades que no se pueden ocultar usando nubes de polvo. Ahí están los momentos gloriosos donde hombres y mujeres humildes conquistaron la utopía y la hicieron bajo la conducción del Líder. Es cierto que toda revolución tiene excesos, sobre todo porque no puede quedar bien con todo el mundo.
Una frase del líder pronunciada en una célebre reunión con los intelectuales cubanos, es elemental para entender nuestra adhesión: “Ser revolucionario es también una actitud ante la vida”. Más de cinco décadas después, los que apostamos por la revolución de la dignidad seguimos aferrados a eso. Todo lo que niegue esa aspiración ética no entra en el camino al futuro.
¿Cómo es posible negarle a un cubano el derecho a expresarse según sus pensamientos? Nuestro máximo fiador intelectual dijo: “Libertad es el derecho que todo hombre tiene a ser honrado, y a pensar y hablar sin hipocresía”. Siguiendo ese apotegma martiano y la máxima fidelista citada anteriormente, Cuba necesita hoy más que nunca, no adorar ídolos fríamente, no cegarse en la condición de plaza sitiada, sino construir una cultura de diálogo, donde hombres y mujeres honestos asuman definitivamente, que ser revolucionarios es una actitud ante la vida, no un acto de domesticación de la verdad ante los que ejercen diferentes formas de gobierno, en medio de las herejías del capitalismo global.
Eddygil:
ResponderEliminarEscribes: "Es cierto que toda revolución tiene excesos, sobre todo porque no puede quedar bien con todo el mundo."
Pero el problema es que esa "revolucion" empezo como 'ROBOILUSION" por el "lider" y el pueblo ignorante en su mayoria se lo creyo!! millones ya no creen en ella esa la realidad.