
Por Arnoldo Fernández Verdecia. arnoldo@gritodebaire.icrt.cu
Varios medios de prensa del mundo occidental, entre ellos el Nuevo Herald y El País, se hacen eco del debate epistolar entre dos figuras públicas importantes de la sociedad cubana, que duró casi dos semanas en la Web: el escritor y periodista exiliado Carlos Alberto Montaner y el cantautor Silvio Rodríguez.
En las cartas cruzadas las dos figuras colocan los problemas de la sociedad cubana actual. Silvio, a través de argumentos pensados desde una realidad comprometida, señala: “Si Montaner quiere sentarse a dialogar, ¿por qué no exigir primero el fin del embargo y la normalización de relaciones? Es más, ¿por qué no exige a EE.UU. una compensación por todo lo que esa política ha costado

Silvio le dice a Montaner en una de sus replicas: “Veo que te estás esforzando, pero yo no puedo pasarme la vida en esto, que para ti es como ir a tu oficina y para mí significa ausentarme a mi trabajo. Me despido con la misma propuesta que ya hice: abandona la guerra fría, ponte a luchar contra el bloqueo, hazle bien a la niñez de esta tierra en que tú fuiste niño. Si eres capaz de dignificarte ante la infancia, todos venceremos un poquito”.
Montaner, mediante una retórica bien ilustrada escribe: “Celebro que mantengamos este intercambio epistolar. No creo, como afirmó el profesor Emilio Ichikawa con humor, que es un diálogo imposible porque yo no canto y tú no piensas. Es verdad que yo no canto, pero es evidente que tú piensas. Sé que para ti esta polémica tiene un costo en fricciones y presiones. Conozco el paño.”
Para los cubanos residentes en la isla, una cosa está clara en este diálogo entre Silvio y Montaner, la Revolución del 1 de enero de 1959 abrió las puertas a todos por igual para conquistar un mundo, que hasta ese momento, era privilegio de élites entreguistas a los Estados Unidos. Los hijos del campesino se hicieron profesionales, los del obrero siguieron idéntico camino, en fin, las oportunidades fueron posibles y ya no eran un derecho de sangre o de añejo apellido burgués.
Los argumentos expuestos son los que me obligan a tomar partido a favor de Silvio, y no formo parte de “turbas sedientas de sangre”, ni tampoco de “vende patrias” que entregan información para terminar con la vida de algún compatriota.
Creo en el sacrificio y en la voluntad del hombre para construir las cosas que sueña. Creo que nuestros problemas deben mejorarse dentro de la Revolución, y no esperar soluciones que vengan de afuera, sobre todo de reformistas que han transitado por varios partidos, sin una frontera ideológica concreta y venden una retórica dulce para atrapar a los despistados.
Por favor señor Carlos Alberto Montaner, la idea de Silvio de oxigenar la Revolución con sangre joven y dotarla de ilusiones para seguir el trote hacia el futuro, es el criterio que compartimos los intelectuales jóvenes que vivimos el día a día dentro de la isla y luchamos por cambiar las cosas para bien de la mayoría.
Yo sólo tengo tres preguntas para usted señor Carlos Alberto Montaner: ¿Cuál es la nueva sociedad que integraría sin espíritu gregario a los cubanos en el siglo XXI? ¿Respetará esa nueva sociedad el derecho del cubano a la salud, la educación y a la convivencia pacífica que hoy tenemos gracias a la Revolución? ¿El liberalismo burgués es la solución?
Todos los que quieran polemizar sobre el asunto en la Web desde cualquier lugar del mundo, estoy abierto al diálogo, siempre que sea respetuoso y constructivo.
Fotografias:
1. Silvio Rodríguez.
2. Carlos Alberto Montaner.
FORO SOBRE LA CUBA REAL. INVITACIÓN A LOS SEGUIDORES. Invito a cada uno de los lectores de Caracol de Agua a leer la polémica orirginada por este post. Puede discrepar o no con los comentarios esgrimidos aquí. De todas formas, su opinión también es importante para comprender mejor a la Cuba de hoy y a la del futuro. No deje de poner su comentario