jueves, 15 de abril de 2010

Carlos Alberto Montaner en el ojo del huracán

Yo tengo tres preguntas para Carlos Alberto Montaner: ¿Cuál es la nueva sociedad que integraría sin espíritu gregario a los cubanos en el siglo XXI? ¿Respetará esa nueva sociedad el derecho a la salud, la educación y a la convivencia pacífica que hoy tenemos? ¿El liberalismo burgués es la solución?

Por Arnoldo Fernández Verdecia. arnoldo@gritodebaire.icrt.cu
Varios medios de prensa del mundo occidental, entre ellos el Nuevo Herald y El País, se hacen eco del debate epistolar entre dos figuras públicas importantes de la sociedad cubana, que duró casi dos semanas en la Web: el escritor y periodista exiliado Carlos Alberto Montaner y el cantautor Silvio Rodríguez.

En las cartas cruzadas las dos figuras colocan los problemas de la sociedad cubana actual. Silvio, a través de argumentos pensados desde una realidad comprometida, señala: “Si Montaner quiere sentarse a dialogar, ¿por qué no exigir primero el fin del embargo y la normalización de relaciones? Es más, ¿por qué no exige a EE.UU. una compensación por todo lo que esa política ha costado al pueblo cubano?”.

Silvio le dice a Montaner en una de sus replicas: “Veo que te estás esforzando, pero yo no puedo pasarme la vida en esto, que para ti es como ir a tu oficina y para mí significa ausentarme a mi trabajo. Me despido con la misma propuesta que ya hice: abandona la guerra fría, ponte a luchar contra el bloqueo, hazle bien a la niñez de esta tierra en que tú fuiste niño. Si eres capaz de dignificarte ante la infancia, todos venceremos un poquito”.

Montaner, mediante una retórica bien ilustrada escribe: “Celebro que mantengamos este intercambio epistolar. No creo, como afirmó el profesor Emilio Ichikawa con humor, que es un diálogo imposible porque yo no canto y tú no piensas. Es verdad que yo no canto, pero es evidente que tú piensas. Sé que para ti esta polémica tiene un costo en fricciones y presiones. Conozco el paño.”

Para los cubanos residentes en la isla, una cosa está clara en este diálogo entre Silvio y Montaner, la Revolución del 1 de enero de 1959 abrió las puertas a todos por igual para conquistar un mundo, que hasta ese momento, era privilegio de élites entreguistas a los Estados Unidos. Los hijos del campesino se hicieron profesionales, los del obrero siguieron idéntico camino, en fin, las oportunidades fueron posibles y ya no eran un derecho de sangre o de añejo apellido burgués.

Los argumentos expuestos son los que me obligan a tomar partido a favor de Silvio, y no formo parte de “turbas sedientas de sangre”, ni tampoco de “vende patrias” que entregan información para terminar con la vida de algún compatriota.

Creo en el sacrificio y en la voluntad del hombre para construir las cosas que sueña. Creo que nuestros problemas deben mejorarse dentro de la Revolución, y no esperar soluciones que vengan de afuera, sobre todo de reformistas que han transitado por varios partidos, sin una frontera ideológica concreta y venden una retórica dulce para atrapar a los despistados.

Por favor señor Carlos Alberto Montaner, la idea de Silvio de oxigenar la Revolución con sangre joven y dotarla de ilusiones para seguir el trote hacia el futuro, es el criterio que compartimos los intelectuales jóvenes que vivimos el día a día dentro de la isla y luchamos por cambiar las cosas para bien de la mayoría.

Yo sólo tengo tres preguntas para usted señor Carlos Alberto Montaner: ¿Cuál es la nueva sociedad que integraría sin espíritu gregario a los cubanos en el siglo XXI? ¿Respetará esa nueva sociedad el derecho del cubano a la salud, la educación y a la convivencia pacífica que hoy tenemos gracias a la Revolución? ¿El liberalismo burgués es la solución?

Todos los que quieran polemizar sobre el asunto en la Web desde cualquier lugar del mundo, estoy abierto al diálogo, siempre que sea respetuoso y constructivo.

Fotografias:
1. Silvio Rodríguez.
2. Carlos Alberto Montaner.

FORO SOBRE LA CUBA REAL. INVITACIÓN A LOS SEGUIDORES. Invito a cada uno de los lectores de Caracol de Agua a leer la polémica orirginada por este post. Puede discrepar o no con los comentarios esgrimidos aquí. De todas formas, su opinión también es importante para comprender mejor a la Cuba de hoy y a la del futuro. No deje de poner su comentario

martes, 13 de abril de 2010

La Radio Santiaguera de la aldea a la 2.0: ¿Qué hacer?

Por Arnoldo Fernández Verdecia. arnoldo@gritodebaire.icrt.cu

En un curso sobre Redes Sociales que recibimos en Santiago de Cuba, nos dimos cuenta que para los sitios nuestros es difícil trascender en la red, si no cambiamos los criterios de trabajo sobre los cuales organizamos las rutinas profesionales.

La radio, en la provincia Santiago de Cuba, tiene sitios web en casi todas sus emisoras, sin embargo, funcionan como aldeas, no existe un espíritu de cooperación por encima de las miradas cosmopolitas que muchos tienen. No se deciden a utilizar la red como una comunidad virtual.

¿Qué bueno sería que todos los sitios web de la radio santiaguera replicaran informaciones entre ellos? ¿Por qué no ocurre esto en la práctica profesional? ¿Es que los sitios de las emisoras municipales son tan malos? ¿O es que la radio provincial no funciona como un sitio líder que puede encabezar nuevos caminos en la búsqueda de una integración necesaria? ¿Por qué no se definen líneas de trabajo, metas provinciales, para conquistar espacios en la red, con un producto propio de la radio santiaguera? ¿Qué haría falta para que esto sucediera?

Honestamente, el espíritu provinciano nos marca dolorosamente, y es muy difícil para emisoras como Radio Revolución, reconocer que otros sitios le llevan la delantera en la Web y ya están en las 2.0. ¿Por qué no propiciar entonces una mirada renovadora permitiendo a otros liderar lo que yo no puedo hacer?

Les propongo a todos los sitios de la radio santiaguera crear un blog donde estemos integrados todos, y desde esa plataforma, construir espacios de interactividad y multimedialidad que borren el espíritu de aldea presente en la conquista de la red.

La aldea debe quedar en el pasado si queremos que la radio santiaguera funcione como una comunidad virtual donde se conozca una provincia, y no una capital provincial, una identidad, y no una cara de un pueblo, en fin, el santiaguero con todos sus matices sin falsos localismos, ni el comodín de vivir en el municipio o vivir en Santiago de Cuba.

Es hora entonces de pensar proyectos comunes de trabajo para conquistar la web 2.0, no como unos indios vestidos de levita, sino con traje y corbata o mejor dicho guayabera y sombrero.

miércoles, 7 de abril de 2010

Una enfermedad en el interior de Cuba: el Síndrome de Eróstrato

De hombres así está lleno el camino del infierno, es difícil soñar y tener a una hormiga sobre ti a cada paso. Sólo queda una opción: aplastarla y seguir, eso es lo menos que se le puede hacer a los que padecen el Síndrome de Eróstrato.

Por Arnoldo Fernánd
ez Verdecia. arnoldo@gritodebaire.icrt.cu

Vivir en el interior de Cuba tiene sus encantos, pero también sus crueldades, entre las que cito y argumento una de ellas: el Síndrome de Eróstrato, ya muy normal en personajes que creen, por obra y gracia del espíritu santo, estar dominados por la razón universal. Nunca se equivocan.

Esos personajes se presentan ante figuras públicas o personas comunes y deciden por la mayoría, incluso obran sin tener en cuenta a la comunidad social o virtual a la que deben su notoriedad.

De esos tipos está lleno el camino del infierno, me diría un caballero de oscuro linaje, sin embargo le objetaría, ¿pero debemos ser mansas ovejas y seguir sus dictados?, ¿acaso les debemos el grano de maíz o la flor de loto?

Eróstrato fue una persona que, para inmortalizar su nombre, incendió el templo de Artemisa (Diana) en la ciudad de Efeso, la misma noche en que nació Alejandro Magno, el 21 de julio del año 356 a.C. La obra estaba considerada una de las siete maravillas del mundo antiguo. A pesar de los intentos por reprimir a los que mencionaran su nombre a partir del hecho, nadie pudo impedir el uso del mismo en el devenir de la humanidad.

Un artista de teatro, muy mediocre por cierto, John Wilkes Booth, padeció el Síndrome de Eróstrato, no construyó una obra a base de talento y temía pasar al olvido, por eso planeó asesinar a Lincoln. Es cierto que nadie ha podido olvidar su nombre en la historia, pero el precio de la fama, cuando se consigue sobre la base de lo sucio, no trasciende y al referirse a su figura lo hacen lacónicamente.

Otro señor de una trayectoria mediocre en el devenir de la humanidad fue Lee Harvey Oswald, asesino de Kennedy, su nombre trasciende hacia el futuro gracias a la pesada carga que recayó sobre él, no hizo nada humano, ni grande para merecer la gloria, sencillamente padecía el Síndrome de Eróstrato.

En Cuba, un ser excepcional, José Martí, un hombre que hizo todo lo humanamente posible para liberar a los hombres de las tiranías, devino apóstol por la fuerza de sus argumentos y la conducta ejemplar que siguió para hacerlos efectivos en la práctica, sin embargo, a su lado florecieron personas como Enrique Trujillo, enfermo de envidia, que gana notoriedad por traicionarlo; en silencio le facilitó a la mujer de Martí, Carmen Zayas Bazán y al hijo, los pasajes para que lo abandonaran.

Con esos golpes bajos, los que padecen el Síndrome de Eróstrato, terminan en el interior de Cuba con los afanes creativos de muchas de las personas que intentan robarle una madrugada a la luna, o grabar en versos los sucederes diarios, tras la zarza ardiendo que viera Dios en uno de sus viajes.

De hombres así está lleno el camino del infierno, es difícil soñar y tener a una hormiga sobre ti a cada paso. Sólo queda una opción: aplastarla y seguir, eso es lo menos que se le puede hacer a los que padecen el Síndrome de Eróstrato.

Gloria a los que defienden una idea limpiamente, empalamiento a los que despedazan al otro para ganar notoriedad pública y olvidan que en el reino de la tierra, todos los hombres somos hermanos.


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