Hermanos Garcés. |
Por Arnoldo Fernández Verdecia. caracoldeaguaoriente@gmail.com
La
Sociedad Comercial
Hermanos Garcés tiene un importante papel en el surgimiento del pueblo. La
misma nació en 1902 en el término rural de Bijagual y se estableció en el giro
de víveres con una cantina para la venta de alimentos. La misma progresó hasta
convertirse en Tienda Mixta(1). A fines de 1910 los propietarios
decidieron ensanchar el negocio al comprar cinco caballerías de tierra, las
sembraron inmediatamente de café y cacao; la finca fue bautizada con el nombre
de “La Caridad”.
En 1912 la Sociedad
Garcés adquirió 40 mulos que le sirvieron para transportar lo
que cosechaban. Bijagual se convertía así
en uno de los poblados principales de todo el término municipal de Jiguaní,
gracias a la gestión y prosperidad alcanzada por los Hermanos Garcés.
La Sociedad
Garcés en 1916 amplió
el negocio y compró una máquina de descascarar café, la instalaron en el
naciente asentamiento urbano de Contramaestre, la misma generó significativos
ingresos a sus propietarios. En 1917 se dedicó a la venta de materiales de
construcción, por lo que instalaron un taller de aserrío, con una producción
diaria de 6 mil pies de tabla.
La Sociedad se disolvió en 1917, pues los hermanos unieron sus
capitales a Pedro Morín, Manuel Carnero Morín y Aquilino Fernández, surgiendo
así la Casa Comercial
Garcés Morín y Cía, que tendría un fuerte empuje en el desarrollo del
asentamiento poblacional de Contramaestre(2). Las inversiones fundamentales las
centraron en exportación de frutos, maderas preciosas, víveres, café a gran
escala y materiales de construcción. Desde el punto de vista técnico contaron
con un moderno aserrío, un Acueducto, la Descascaradora de
Café y una planta eléctrica para el servicio público. Dos factores ayudaron al
despegue de los Hermanos Garcés: el ramal del ferrocarril en 1910(3) y el paso
de la Carretera
Central en 1929, ellos potenciaron su desarrollo
agro-comercial y convirtieron al pueblo en un entronque que articulaba
operaciones comerciales de los términos municipales de Jiguaní, Palma Soriano y
Alto Songo –los mayores productores de café de la República entre
1940-1954 con Santiago de Cuba y Bayamo. El periódico Oriente publicó una
crónica que describió el avance económico logrado por la citada Casa Comercial:
“En 1934, Contramaestre sólo tenía 200
habitantes y en 1944 contaba con seis mil
almas (4) y cuenta con establecimientos públicos tan pulcros y bien
dotados como los de la propia Habana: cafés, hotel, farmacia. Desde el punto de
vista económico: sus fincas de café producen un promedio anual de dos millones
de pesos; sus negocios de maíz tienen un volumen de un millón, y los de cacao
aunque más pequeños no son despreciables”. (5)
Es
evidente, por lo dicho hasta aquí, que todo el conjunto de instituciones que
legitiman una conciencia de identidad cultural, fueron creadas por la Sociedad Garcés en
un primer momento y luego por la
Casa Garcés Morín y Cía. De hecho la gestión de esta empresa
comercial desarrolló en las personas que se establecieron en el lugar, la
posibilidad de encontrar empleo, casa y las bondades de la electricidad y el
acueducto, conquistas que hacían de Contramaestre una ciudad de futuro. La
prensa lo acuñaba así en aquellos tiempos:
El interés
de la prensa por el desarrollo del poblado de Contramaestre es visible,
destacándose dos medios promotores de suma importancia en cuanto al desarrollo
económico de la región oriental de Cuba, la revista Orto de Manzanillo y el
periódico Oriente de Santiago de Cuba. Ambos medios tuvieron una significativa
colaboración en la promoción del enclave comercial y la vida social de dicho
poblado. Con una imagen de modernidad y prosperidad se ponía énfasis en el
empresariado de origen español, llegando a crearse un eslabón de gran magnitud
simbólica, “Contramaestre: La
Ciudad del Futuro” (…). En los talleres
de impresión de la revista Orto se publicaron las Memorias del Casino
Hispano-Cubano de Contramaestre. Pero un ejemplo enigmático de fabricación de
una imagen de “progreso” fue la
publicada por el periódico Oriente el 24 de febrero de 1924, con el titular “La
más progresista y la más civilizada de las poblaciones orientales:
Contramaestre.”(6)
El
hecho de que los hermanos Garcés y los Morín fueran españoles tiene un
simbolismo especial, pues unido a las entidades económicas creadas por ellos,
se sumaron las de carácter cultural, entre las que sobresalen la celebración
todos los 24 de Junio del San Juan, la creación del Círculo Hispano Cubano en
1919, el Casino en 1926 y los clubes
Leones y Rotario en la década de 1920. Todas esas instituciones crearían una
autoconciencia histórica y cultural en los pobladores; de su gestión nacerían
la construcción de las primeras escuelas públicas, los parques de recreo, las
esculturas, los espacios de sociabilidad, las sociedades de beneficencia, el
cine-teatro Isabel, la
Iglesia Católica, los restaurantes y la red de tiendas y almacenes que se
establecieron en la Avenida Jesús
Rabí, primero, y a la orilla de la Carretera Central que atravesó la Rabí después, así como la
celebración de los carnavales (se hacían coincidir con el San Juan). Así que se
puede aceptar como definitivo el hecho de que en la conformación de
Contramaestre como pueblo, intervino un contingente migratorio hispano:
gallegos y canarios. Los mismos, como parte del proceso de etnicidad y
adaptación sociocultural, recrean parte de la cultura de sus lugares de origen,
en el nuevo espacio sociocultural compartido, actuando la fiesta de San Juan
como factor de reforzamiento de dicho proceso.(7)
Virgen de la Caridad utilizada por Juan Ríos y familia durante la Procesión. |
Un
referente ineludible que no se puede obviar en ningún análisis sobre el San
Juan de Contramaestre tiene que ver con el factor canario, pues Juan Ríos
Rodríguez, -canario de nacimiento-, es considerado el precursor de esta
celebración al adquirir en 1909 una finca de 20 caballerías de tierra para la
cría de ganado.(8)
Unido
al argumento anterior se suma otro de gran peso simbólico: En Contramaestre se
da la especificidad de que en el mismo espacio geográfico, -río Contramaestre-,
el referente más significativo es el de la procesión de la Virgen de la Caridad (8 de septiembre),
asociada ésta con una promesa hecha por la familia Ríos a la misma.
Así
que se puede concluir afirmando que el 24 de junio y el ocho de septiembre de
1909 nacen dos tradiciones que se celebran como parte de la catolicidad
practicante de los emigrantes procedentes de España y Canarias, entendidas como
sistemas adaptables de usos y costumbres dignas de conservarse, respetarse y
practicarse por los miembros de la sociedad, recreadas y fundamentadas por la
descendencia de la familia Ríos y vecinos:
“La
fiesta de San Juan era el marco propicio para romper el estricto orden de las
familias canarias y la vecindad en general. Se producía después de concluidas
las duras faenas de la zafra, y ¿qué mejor oportunidad para vestir las
guayaberas y trajes de ocasión, que aquel ambiente de feria popular gigante?”(9)
El
San Juan y la Procesión
de la Virgen se
convirtieron en marcadores culturales creados y recreados continuamente, hasta formar parte del capital
simbólico de los emigrantes e hijos naturales de esta tierra, algo que nadie
puede ignorar, ni soslayar en el presente.
Citas bibliográficas y notas
1. Ver Juan Carlos Rosario: Contramaestre, un
pueblo entre jurisdicciones territoriales y fronteras culturales, Batey: Revista Cubana de
Antropología Sociocultural. Vol. II Número 2. Año (2011, p. 17-18.
2. Ver Carlos Carnero: Memoria de la Directiva del Círculo de
Contramaestre. Manzanillo, Editorial “Arte”; 1924 y Memoria del Casino Hispano-Cubano de
Contramaestre (1926 - 1934). Manzanillo, Editorial ‘El Arte’, 1934.
3.
Ver de Pura Real Cobo su tesis de grado: Organización escolar de Contramaestre y mejoras
de que esta necesitada, Universidad de La Habana, 1952, donde afirma:
“Contramaestre nace a la vida pública el día 4 de octubre de 1910, en que pasó
por el lugar el primer tren que
inauguraba el ramal que habían tendido
los Ferrocarriles.
4.
Los datos del censo de 1952 registran la población de Maffo en 11 388, de esta
población, 7, 834 correspondían al pueblo de Contramaestre, y representaba 68 %
de la población total, que era la sumatoria total de los núcleos poblacionales
de América, Contramaestre y Maffo.
5.
Ver Diario Oriente, Santiago de Cuba, 1944, p. 4
6. Juan Carlos Rosario: Almacenistas, viajantes
y bodegueros en Contramaestre: instaladores de tiendas, enganchadores de
cosechas y fabricantes de clientes. En: La alimentación. El dominio invisible
de las mujeres canarias en Cuba. Santa Cruz de Tenerife. Ediciones Ideas.
Letras de Cuba, 2007, p.84-85.
7.
Juan Carlos Rosario y Guillermo Sierra: Estudio económico y sociocultural de la
inmigración canaria en Contramaestre (1913-1950), publicado en Revista Guize.
Vol. 2, 1995. Ver también: “El patronato
festivo y la evocación ritual de San Juan en Contramaestre”, en A. Galván (ed.)
Canarios en Cuba: una mirada desde la Antropología. Santa
Cruz, 1997, p. 126.
8. Ver de Juan Carlos Rosario y Guillermo
Sierra: Estudio económico y sociocultural de la inmigración canaria en
Contramaestre (1913-1950), publicado en Revista Guize. Vol. 2, 1995. Ver también: “El patronato festivo y la
evocación ritual de San Juan en Contramaestre”, en A. Galván (ed.) Canarios en
Cuba: una mirada desde la Antropología. Santa Cruz, 1997.
9. Guillermo Sierra y Juan Carlos Rosario:
Estudio económico y sociocultural de la inmigración canaria en Contramaestre
(1913-1950), publicado en Revista Guize, 1995. Vol. 2, p. 133.
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