sábado, 17 de agosto de 2013

Ser periodista es algo más que un título universitario*

"Un texto es exactamente idéntico en uno como en otro caso. ¿Dónde está el periodista talentoso, capaz de redactar sabiamente? ¿Por qué está tan carente de noticias el periodismo actual..."

Por Arnoldo Fernández Verdecia. arnoldo@gritodebaire.icrt.cu 
 
En su casa, rodeado de libros, revistas, y periódicos, me recibe, en la mesa de trabajo, mi amigo Orlando Concepción Pérez, e intuyo una conversación amena con este precursor del periodismo en Contramaestre. 

 
Investigar u obtener una cifra, un criterio objetivo, o una valoración de un hecho, resulta una quimera para algunos; para otros es mejor no molestar y quedarse en lo complaciente. Con voz incisiva ofrece sus consideraciones sobre el ejercicio periodístico antes de la Revolución y durante la misma.


¿Cuáles son las diferencias entre el periodismo que se hacía antes de 1959 y  el actual? ¿Qué significa para usted  ser periodista?

Debuté en el periodismo a los 14 años. Si hubiera tenido la oportunidad de estudiar periodismo, no lo habría hecho. ¿Para trabajar cuándo, cómo y dónde? Me crié con aversión a la censura de todos los regímenes. ¿Un periodista libre? ¡Ni soñarlo! Había que mantener los ojos abiertos. 

 
Es muy difícil para cualquier ser humano que vive en Cuba, establecer comparaciones entre el periodismo de antes y el de hoy. Son muchos los aspectos de diferencia. Antes, solamente en la capital del país, existían varias docenas de diarios de capital privado. No cabe comparar aquella situación con los diarios que existen en la misma ciudad actualmente, y que son órganos oficiales de las organizaciones políticas y de masas más importantes de la nación. 

 
La forma física de los diarios era totalmente diferente. El tamaño de una página de entonces tenía la misma dimensión que dos de las páginas actuales. Yo comencé a colaborar con un semanario, “Cuba Deportiva”, dirigido por Raúl Miranda, que me concedió la corresponsalía, a pesar de mis catorce años. 

 
Los diarios tenían una jefatura de corresponsales, que eran voluntarios, y dedicaban una página a las provincias; entonces Cuba tenía 6 y cada una tenía un diario que podía recorrer todo el país. Con la multiplicación del número de provincias en cada una se edita una especie de boletín, periodísticamente muy aburrido. 

 
También está el problema de la formación de  los periodistas. Solo existían en Cuba, las escuelas Manuel Márquez Sterling y Mariano Corona. Ahora se estudia en la universidad. Podrían exhibirse una ráfaga de comparaciones. En definitiva, nada parecido”.
 

¿Por qué el ejercicio periodístico es tan cuestionado en Cuba hoy?

Pienso, y ojalá me pueda equivocar, que la involución del periodismo en la hora actual ha llegado a una situación indetenible. Se han inflado tanto las plantillas que el globo ha reventado.  Para escribir ocho de las páginas actuales en un día, sobra con ocho periodistas. ¿Quién puso en un cuadrito a los demás?  Eso es en lo concerniente a los recursos humanos, que no es lo más grave. ¿Dónde está la calidad periodística?, si al igual que en la sociedad precedente, un dueño le dice al periodista ¿cuál tema puede si o no enfocar y cómo debe enfocarlo, que no afecte la línea? El pueblo lector se pregunta ¿cuál es la línea?, sin hallar la respuesta.

¿No hay creación en el periodismo cubano?

Un texto es exactamente idéntico en uno como en otro caso. ¿Dónde está el periodista talentoso, capaz de redactar sabiamente? ¿Por qué está tan carente de noticias el periodismo actual, en el que se podría sacar la impresión de que Cuba es un jardín florido, en el cual no sucede nada de interés?

El afán de centralizar la prensa en la capital tiene consecuencias negativas.  ¿Realmente no salen de cada diez noticias una que pueda ser de interés? ¿Por qué no se publican encuestas? ¿Es que no se hacen por temor a algo imprevisto? ¿Quién ha visto hombres bravos con temor? Ojalá algún mago detenga la involución.

Todavía no me ha respondido ¿Qué significa ser periodista en estos tiempos?

Un talentoso cinéfilo lo dijo en pocas palabras: “¡Ser periodista!”. Cualquiera, aunque no sea muy buen entendedor, sabe que no es periodista todo el que tiene un carné o ejerce la profesión. Ningún carné hace a un hombre.

Es sabido que no es un profesional el graduado universitario, sino aquel que ejerce con dignidad una profesión. Ese termómetro para medir lo digno y lo indigno, quizás lo tienen “secuestrado” quienes no hagan el uso más adecuado de él. 

 
Hay muchas cosas que permanecen como incógnitas con las que se puede coincidir. Ese es el derecho de cada cubano, y el deber, el de señalar lo mal hecho para que se rectifique y se haga bien, porque nadie está retribuido para hacer barbaridades.

Al concluir nuestra conversación llegó el pulposo batido de zapote, que saboreamos divinamente, como sí la muerte no rondara y la vida rebozara de placeres en nuestra pequeña Atlántida. 

 
Las palabras de mi amigo Orlando Concepción Pérez me sirvieron, sobre todas las cosas, para comprender que ser periodista en Cuba es algo más que un título universitario.

 

11 de octubre de 2010.

*Publicado originalmente en mi libro Orlando Concepción tierra adentro, Ediciones Santiago, Cuba, 2013. 

5 comentarios:

  1. Idalberto Aguilar Macias: Tenemos que reconocer que nuestro periodismo todavía está muy lejos de ser crítico, muchas son las causas, en primer lugar, miedo, pero un miedo que se divide en dos, el primer temor, al problema, a veces no tenemos pantalones de enfrentarnos al moustro y lo segundo, cuando tenemos el coraje entonces tememos a la reacción política. Considero que con ninguno de los dos se puede continuar haciendo periodismo. Recuerdo que hace unos años divulgue textualmente por nuestra casa radial un trabajo que se reflejo en Juventud Rebelde, acerca de la Corrupción, por cierto muy fuerte, como debe ser, y algunos oyentes de cierto Rango se alarmaron, incluso llegó a mis oídos de que se me iba a llamar, menos mal que no ocurrió. Yo creo que ha llegado el momento en que el periodista asuma el papel que le corresponde, Denunciar a través de nuestros géneros lo que haya y a quien haya que denunciar, si queremos realmente tener nuestra contribución en salvar esta obra que se llama Revolución. En conclusión un periodista con miedo que cuelgue el Sable

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  2. Idalberto Aguilar Macias: Es sabido que no es un profesional el graduado universitario, sino aquel que ejerce con dignidad una profesión. Que gran verdad.

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  3. Eddy Gil: Idalberto es sumiso tu "periodi13 tocoarksmo"

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  4. Idalberto Aguilar Macias: Señora con mucho respeto, yo no hago un periodismo para complacer a la oposición, ni a nuestros enemigos, yo ejerzo el periodismo para defender a mi pueblo, que es el cubano, yo tengo como arma al periodismo no para acabar con el Gobierno Revolucionario, sino para criticar lo que anda mal, lo que considero que no es correcto. Cuando realicé el anterior comentario traté de reflejar el actuar pasivo de algunos de mis colegas, es mi pueblo , mi ciudad la que tiene fundamento de hecho y de derecho para cuestionarme sobre mi ejerció profesional, son ellos los que me escuchan diariamente.Saludos.

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  5. Eddy Gil: nah Idalberto eres un vocero mas. El periodismo se hace para ser imparcial toque a quien toque.PUNTO!!

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