Al abrirle ventanas y puertas para que se fuera, me observó por un instante, no comprendía el ardid, pronto alzó vuelo, con la certeza de que no volvería a comer migajas en mi mano derecha. |
Por Arnoldo Fernández Verdecia. caracoldeagua@cultstgo.cult.cu
Un gorrión acude cada mañana al cuarto de baño donde hago mis necesidades fisiológicas, casi domesticado, cena migajas en mi mano derecha, pero siempre alerta ante los movimientos de mi cuerpo, para levantar vuelo.
Por esas casualidades de la vida, anoche leí Yugo y estrella, del cubano José Martí. Al despertarme, un verso revoloteaba en mi cabeza: “…en la vida, / Todo el que lleva luz se queda solo… el hombre que al buey sin pena imita, / Buey vuelve a ser (…) / El que la estrella sin temor ciñe, / Como que crea, crece!”
Al levantarme, fui al baño enseguida, el gorrión estaba allí, como siempre, esperando las mieles que tanto le gustaban. Con Martí en la cabeza cerré puertas y ventanas, el pajarito asustado ante aquella maniobra no esperada, volaba una y otra vez en busca de luz, pero siempre las paredes recibían su cuerpo.
El corazón le latía con tanta intensidad que casi se veía por encima de las plumas. Intenté capturarlo, hacerlo un buey manso, pero aquel guerrero iba una y otra vez de un lado a otro, prefería morir antes que perder el sol que tanto amaba. Al abrirle ventanas y puertas, para que se fuera, me observó por un instante, no comprendía el ardid, pronto alzó vuelo, con la certeza de que no volvería a comer migajas en mi mano derecha.
Eddy Gil: el hombre como los pajaros y animales nacieron para ser libres y no para ser engañados con una vida de zoologico...
ResponderEliminarErnesto Pérez Chang: Disculpa si me demoro en contestar. mi conexion no es directa y se tarda todo. Lei tu texto Libertad, es breve, poético, muy bueno. Ahora leere el ensayo sobre Virgilio... Un abrazo, amigo. Tu blog es excelente!!!!
ResponderEliminarAsí mismo es. Interesante y ameno la libertad no tiene precio algún día seremos enteramente libres y no el rebaño de Islotas en el que nos han convertido
ResponderEliminarAsí mismo es. Interesante y ameno la libertad no tiene precio algún día seremos enteramente libres y no el rebaño de Islotas en el que nos han convertido
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