En
L’Ombelico del Mondo, programa internacional de Radionauta FM, el fundador de
Le Monde Diplomatique, Ignacio Ramonet, analizó el rol de los medios en el
panorama internacional y las nuevas formas de informarse en la era digital.
En
una sociedad hipermediatizada, el rol activo de quienes consumen la información
es preponderante. Esa es la conclusión que el escritor y periodista Ignacio
Ramonet trae de las prácticas de los grandes medios de información y de quienes
a diario están expuestos a ellos.
“Informarse
no puede ser una actitud pasiva”, explicó el fundador de Le Monde Diplomatique, en
una nueva entrevista de la serie que L’Ombelico
del Mondo lleva adelante con los principales protagonistas del
mundo del periodismo internacional en español.
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¿Cómo analiza el panorama mediático latinoamericano ante la aparición de esta
gran cantidad de medios alternativos, populares y comunitarios?
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Por una parte es normal que en el nuevo contexto que hay en América Latina, de
gobiernos democráticos y gobiernos progresistas que están dirigiendo la mayoría
de los países del continente, abran un espacio para este tipo de medios.
Digamos que estamos viendo a muchos países de América Latina yendo hacia una
configuración deseada por muchos teóricos donde el espectro mediático se divida
en tres de igual importancia entre medios privados, financiados por la
publicidad, medios públicos, financiados por el Estado, no por los gobiernos; y
medios comunitarios, cuya visión es por una parte dar cuenta del movimiento
social de una manera mucho más próxima y la línea local, o hiperlocal, para que
la ciudadanía pueda expresarse.
El
nuevo momento tecnológico que estamos viviendo, en el que se han desarrollado
tecnologías de comunicación muy ligeras y muy baratas y de alcance planetario,
está permitiendo que al lado del sector privado casi hegemónico hace unos años
y el sector público en desarrollo actualmente, haya una infinidad de medios que
se estén desarrollando. Porque hoy para tener un medio planetario basta con
abrir un blog, cualquiera lo puede leer, en Argentina como en México como en
Asia, en cualquier lugar donde haya alguien que hable español. Y los hay en
toda parte del mundo. Por consiguiente esto ha dado la posibilidad, junto con
las redes sociales, que cada persona tenga la capacidad de expresarse.
Estas
dos razones, la política democrática y la tecnológica de red ha permitido que
haya una emergencia de la expresión de la ciudadanía en el sentido más amplio
de la palabra.
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¿Y cómo reaccionan, ante esto, los medios hegemónicos?
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Las dos razones que hemos dado en la primera respuesta crean si se quiere una
atmósfera de inquietud en los medios dominantes. Hasta hace muy poco éstos eran
privados y hegemónicos, no tenían rivales. Eran los únicos que tenían la
posibilidad de dirigirse a todo el mundo sin que ese mundo tuviese la
posibilidad de responderles. Por consiguiente tenían el monopolio de la
información y el monopolio de la ideología del mensaje. Esto ha cambiado.
En
los últimos 10 o 15 años, sobre todo desde la llegada de internet, y en América
Latina desde la expansión de los nuevos gobiernos progresistas y democráticos.
Entonces esta inquietud hace que los medios dominantes de antes se vean
enfrentados a tres grandes problemas en este momento: estos dos que acabo de
nombrar más la crisis económica, que hace que tengan menos publicidad. Y eso
los pone nerviosos sencillamente. Entonces cuando creen que tienen una
información y que son los únicos que disponen de ella se precipitan. Con esa
precipitación creen que van a ser más rápidos que los medios digitales y
cometen errores que no prevén. Porque esa manipulación corresponde a lo que
quieren ellos decir.
Por
ejemplo en el caso célebre de la falsa foto del presidente Chávez en la mesa de
cirujía, evidentemente la información no era que el presidente Chávez había
sido operado, eso lo sabía todo el mundo. Ellos querían en cierta medida
mostrar a un Chávez debilitado, que es lo que habían soñado durante mucho
tiempo. Entonces en vez de darse tiempo para verificar si esa foto era real o
no, a pesar de la justificación extremadamente extraña y laberítinca que se
había dado con respecto al origen de esa foto, inmediatamente decidieron
publicarla. Y ¿qué ocurrió con las redes sociales? En 20 minutos demostraron
que era falso, que ni siquiera era una foto sino un videograma de un video.
Eso
demostró varias cosas. Por un lado que los grandes medios hegemónicos ya no son
fiables. Lo que sabíamos, pero esta es una gran demostración. No son fiables.
No porque sean grandes, poderosos, tengan mucho dinero o se difundan en muchos
países tienen que ser fiables. Y por el otro lado que el enjambre que
constituyen los internautas puede en algún momento preciso ser una fuente de
fiscalización y verificación de la realidad de una información mucho más
importante que todas las salvaguardias que los grandes medios puedan hacer.
-
Sin embargo hay mucho debate respecto de la fiabilidad de las redes sociales.
Existen relaciones de poder, información malintencionada…
–
Las redes sociales no son fiables. Pero así como podemos afirmar tranquilamente
que no son fiables, tampoco los grandes medios como El País, el New York Times, El Universal. Hoy en día la cuestión de la
confiabilidad de los medios es muy importante porque efectivamente no está
garantizada en ningún lugar. Y el ciudadano tiene que aprender a verificar él
mismo que fuente va a usar.
Las
que se pretenden objetivas no lo son y se puede demostrar fácilmente. En cierta
medida yo creo se trata de fuentes subjetivas, porque sé lo que me está
diciendo, que va en el sentido de lo que creo o en la dirección contraria.
Porque con respecto a eso yo puedo ajustar mi punto de vista. De allí que se
vuelve cada vez más importante tener acceso a los hechos, a los datos y con eso
me hago mi propia interpretación.
Hoy
las redes sociales nos procuran nuevas herramientas. Que no nos dejan solos
frente a los medios hegemónicos. Yo antes estaba solo frente a ellos. Cuando me
daban una información yo no sabía si era verdadera o falsa, debía confiar en
ellos. Ahora no. Puedo ir a internet y ver qué dice fulano o mengano. Y quizás
ellos también se equivoquen pero globalmente yo puedo hacerme mi idea. En
conclusión, informarse es una actividad.
Es
decir, uno no puede informarse pasivamente. Uno no puede quedarse así
tranquilamente frente al televisor y esperar que le digan la verdad. Hoy no
puede ser porque tenemos herramientas, dispositivos, que nos están permitiendo
armarnos. Y por consiguiente si luego decimos que estamos manipulados no es una
excusa. Porque que nos quieran manipular es normal. Hoy día disponemos de
herramientas que nos permiten defendernos contra esa manipulación. Y nosotros
debemos se activistas en contribuir en nuestra propia información.
Julio Cesar Rosales: Ojala en nuestro Contramaestre( que significara en nuestra Cuba) ,un día cercano contemos con el amplio y barato acceso a esta maravilla que es la Internet, sin miedos....cuanta información maravillosa para confrontar, cuanta maravilla de conocimientos para nuestros muchachos, cuanta alternativa para la auto preparación profesional....y estas son "la luz" que trae la red de redes,los resistentes a ultranza solo hablaran de "las manchas"
ResponderEliminarLa Verdad Objetiva solo se apropia mediante la investigación científica, proceso activo de la percepción, y para investigar hay que ampliar las fuentes de información.
ResponderEliminarNunca tuve Internet.
Busqué libros, por todas las vías, y ampliaba buscando las Bibliografías Consultadas en cada libro que leía... Es así de simple... ¡INTERÉS POR CONOCER!