VIÑETAS DE TIERRA ADENTRO (PERRO)

Por Arnoldo Fernández Verdecia.  

Nadie como él para cuidar el hogar, los animales del patio. 

Mientras duró su juventud era muy valorado en su territorio, pero al llegar la vejez muchas cosas cambiaron.  

Su cuerpo ya no era el mismo, comenzó a perder la visión, no corría con la velocidad de antes, el oído no era tan perfecto, el olfato tampoco. Las pulgas invadieron su pelo. Las garrapatas su piel.  

A pesar de todo, luchó por ser el de antes, pero era difícil ir contra el tiempo. 

Una noche violaron la propiedad de su amo y salió a enfrentarlos con la misma valentía de antes, pero un líquido extraño llegó a sus ojos y todo oscureció, cuando despertó casi no veía, lagrimales intensos no pararon de llover sobre sus párpados, ¡duele el alma mirar sus ojillos! 

Debe tener más de quince años, tal vez más, pero es un luchador, por eso recorre calles y avenidas del pueblo buscando algo de comer, pero vuelve a casa, ¡su lealtad es conmovedora!

Siempre tiene sed, a veces la apacigua en un charco, una tubería rota o en cualquier lado donde sea posible beberla. 

Duerme al aire libre, no le importa el sereno, mucho menos las picadas de cualquier insecto nocturno. 

Tenemos una relación especial, sabe que amo los animales, sobre todo los perros; de hace unos días a acá intensos aguaceros lo hicieron emigrar al portal de mi casa, así que le puse un chor viejo, lo alimento, no le falta agua fresca y acaricio su cabeza muy suave en las mañanas y cuando llega la noche, al sentir mis manos, ¡aúlla como un perro bebé!, ¡aúlla muy triste!, ¡aúlla y me conmueve!, a él le cuesta creer que lo amo. 

CHICO RURAL

Por Ricardo M del Toro

Ser un chico rural tiene magia. Nací y crecí, entre dos arroyos, Ceiba y Mije, y entre tres ríos, Las Biajacas, el caudaloso Contramaestre, y el Mogote, todos a poca distancia de mi natal casa. Con una montaña de azul brumoso que nos vigilaba desde la distancia: Loma de la Gloria. A pocas leguas, trepabamos a la Sierra y en esta, sus fértiles y productivas plantaciones de café.Todo lo que nos rodeaba era verde y orgánico; productivos sembradíos de maíz, vegetales y viandas. Bien cercano un importante ingenio o central azucarero, Central América con sus miles de hectáreas sembradas de caña de azúcar. Todavía los pesticidas y otros químicos casi nos eran ajenos. Pura vida sana! La época de lluvia durante mi infancia era espléndida. Los chicos salíamos en medio del aguacero a jugar con el fango -lodo- a represar el agua en nuestra calle sin asfaltar. Todo humilde, todo modesto y de esas dos palabras brotaba nuestra felicidad. En el campo, a la entrada de la puerta de cada bohío, estaba colocado una herramienta para arrancar el fango de los zapatos. Dos estacas verticales que sostenían horizontal un pedazo de metal, tal vez de un viejo machete, que arrancaba el fango de la suela del zapato...Un ejercicio sanitario. Y sí, ser rural es hermoso. Las niñas en las calles frente a sus casas, jugando en círculos a "La rueda, rueda de pan y canela. O a, amagar y no dar, dar sin reír, dar sin hablar, dar un pellizquito y salir a volar". Y los varones: "Borriquillo a quién tienes arriba?" Todo muy sano. Nuestra escuela pública, inolvidable nuestros dedicados amorosos maestros, verdaderos educadores. Luego la adolescencia y los amoríos furtivos, que se disfrutan bellamente, y pasan y vienen los definitivos. Y cuando eres un chico rural y tu comunidad es laboriosa, voluntariosa  para lograr mejoras para el bien común, aprendes a ser un ciudadano útil. Yo feliz de ser un chico rural, no importan los años, no importa la distancia, esos arroyos, esos ríos tal vez convertidos en tierra quebrada por la sequía, siempre serán míos y yo, de ellos y su humildad. ¡Es hermoso y justo amar la humildad!

*Foto tomada del grupo en Facebook, Maffo y sus San José 

#pueblo #barrio #Cuba #maffo

¡QUINCE AÑOS, MI CARACOL!

Por Arnoldo Fernández Verdecia

En la vida real empecé en 2007 con muchísimo miedo, porque tener un blog era muy peligroso y podían vincularme a ciertas cosas que ponían en peligro la estabilidad en el trabajo, el hogar, el barrio;  era el tiempo de Yoani Sánchez y Generación Y. 

Los primeros dos años no cuentan, pero en honor a la verdad tenía que compartir un día como hoy el verdadero comienzo de Caracol de agua, mi blog, en principio fue un cimarrón que de vez en cuando aparecía y luego se escondía en la soledad del monte. 

En 2009 junto a mi amigo el escritor Orlando Concepción, un 25 de agosto, celebramos la publicación oficial de Caracol de agua; ese día almorzamos juntos y decidimos comunicar al mundo que mi blog era un hecho cultural que no tenía miedo mostrarse en lo que en verdad era: una página al servicio de las ideas, la cultura y la historia. 

A partir de ese año fue muy difícil lo que vino para mí, cada publicación era monitoreada por el comisariado cultural del pueblo donde vivo, cada autor publicado era objeto de análisis, cada crítica social, cultural, histórica, literaria, era severamente evaluada por los funcionarios del partido y de las instituciones. Recuerdo Concepción llamó al blog, "granada sin espoleta."

Mucha gente buena, de aquí y de afuera, ayudaron a Caracol de agua a existir, no menciono nombres para evitar olvidos y ser justo.  

Gracias a Ricardo del Toro Tamayo, Caracol de agua hasta el año 7 fue convertido en un libro titulado: "Cuba con los mismos bueyes", regalo que nunca me cansaré de agradecer. Ricardo fue mecenas de esta obra, que en el concurso de literatura de no ficción Carmenluisa Pinto de Miami, recibió el gran premio. 

No puedo dejar de mencionar a mi amadísima Carolina porque salvó en otro libro, "Cuba en el alma", lo mejor de Caracol en 11 años, cuando el comisariato político y cultural de mi antiguo trabajo y de mi pueblo, se unió para desaparecerme del mundo digital. 

Caracol de agua, mi blog, cumple 15 años hoy, a pesar de los sinsabores, de la censura, de la cacería de brujas, de los condicionamientos ideológicos, de la difamación..., ha logrado vivir y doy gracias a Dios, a los amigos y al amor por permitirlo. 

#blog  #blogger  #blogcaracoldeagua #Blogósfera #Cuba #Contramaestre 

LA PROMESA

Por Arnoldo Fernández Verdecia. 

Comprarla hoy es una necesidad, casi un lujo porque el precio del litro ronda los 120 pesos.

Muy pocas familias pueden tomarse un vaso diario, una promesa política del pasado que cada vez más se posterga.

Lo triste es comprarla a inescrupulosos vendedores que, para ganarle el doble, le echan la misma cantidad de agua.

Casi siempre una leche mezclada pierde su esencia milagrosa y apenas llega al fogón, se corta.

Adiós al deseo infinito de un café con leche, un chocolate o bien fría en la  tarde o cuando cae la noche.

Lo triste es que no puedes recuperar tu dinero, porque el vendedor desaparece por unos cuantos días del barrio y luego cuando aparece no tienes la evidencia de su estafa.

La promesa de un vaso de leche como una aspiración normal para la familia cubana, será sólo eso: una promesa que el viento se llevó.

#lechedevaca #Lecheros #lecheria #Cuba #PromesasIncumplidas

VIÑETAS DE TIERRA ADENTRO (INFARTO)

Por Arnoldo Fernández Verdecia. 

A las dos de la madrugada a mi vecino le dio un infarto, era tanta la calor que su corazón no pudo soportarlo.

Mi vecino es un hombre joven, ama los perros, es una buena persona, pero su corazón no consiguió resistir tantas madrugadas seguidas sin corriente eléctrica.

Igual que a mi vecino nos pasará a otros, la resistencia humana tiene límites y a veces, por mucha voluntad que tengamos, no conseguiremos superar   lo irresistible.

Seguro dirán que otros como mi vecino saldrán a la calle, dirán horrores en su desespero, algunos piensan eso, pero la mayoría somos como mi vecino, encerrados en la noche ponemos todo en manos de Dios y esperamos el fin. 

*Imagen tomada de Internet.

#infarto #infartodemiocardio #infartoagudomiocardio #apagonesencuba #Cuba #Contramaestre

RASTRO DE LA DIÁSPORA CUBANA EN CHILE

"Ruber Osoria fue seleccionado  en 2022 mejor talento joven de fotografía latinoamericana."

"Primer fotógrafo cubano en ganar la beca de residencia para artistas cubanos emigrantes."  

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El joven fotógrafo presenta en Chile su exposición personal Rastro de la diáspora cubana en Chile, trabajo que será recogido en un fotolibro .

La expo puede apreciarse en la biblioteca municipal de Concepción en el marco de Biofoto 2024,  la feria fotográfica más importante de la región Biobio,  una iniciativa de Afoconce Asociacion de Fotógrafos  de Concepción  de la cual Ruber es miembro y Cofundador desde el 17 de agosto al 14 de septiembre, también se presentará en distintas ciudades de Chile  

La diáspora cubana en Chile es una comunidad vibrante, resiliente y silenciosa. A través de estas fotografías, puede apreciarse la importancia de visibilizar sus historias. 

En Chile, como en cualquier otro lugar, los migrantes son personas con sueños y aspiraciones, no delincuentes, son personas como tú o yo buscando un lugar donde crecer, contribuir  y ser parte  de  una comunidad más amplia.

Estas fotografías son un llamado a   la empatía, a comprender   e invitar a  reflexionar sobre nuestra humanidad, reconociendo que todos compartimos  un viaje en este mundo y conocer un pequeño pero representativo grupo de personas que han dejado su huella en dos tierras: Cuba y Chile.  

No solo es una exploración visual, sino también un viaje personal y una conexión profunda con las historias de aquellos seres humanos que han dejado su tierra natal en busca de un nuevo comienzo.

La necesidad de crear este proyecto surgió de mi propia experiencia como migrante. En 2018, dejé atrás mi Cuba querida y me establecí en Chile. Durante este proceso, me encontré con otros cubanos que compartían sus propias historias de esperanza, sacrificio y adaptación. Quería capturar esas experiencias en imágenes, para que no se perdieran en el olvido y para que el mundo pudiera ver más allá de las estadísticas y los titulares.

"En mi camino tuve la fortuna de contar con un mentor excepcional: Fernando Melo. Fernando no solo es un destacado fotógrafo, sino también un apasionado defensor de la libertad de expresión artística. Él me guió, me inspiró y me enseñó a mirar más allá de la superficie, a encontrar la esencia en cada rostro y cada escena. Sin él, este proyecto no habría sido posible.

Fernando también fue el editor de este libro. Su ojo crítico y su dedicación meticulosa aseguraron que cada imagen contara una historia, que cada palabra resonará en el corazón del lector. Agradezco a Fernando de manera especial, porque gracias a él, pude comprender y aprender los procesos de creación de imágenes, conocer nuevas herramientas y evitar obstáculos que, de otro modo, habrían dificultado mi camino.

También quiero mencionar a Arnoldo Fernández Verdecia, un periodista incansable que trabajó desde Cuba para documentar estas historias. A pesar de las dificultades, incluso cuando estaba enfermo y bajo la luz  de un candil, Arnoldo redactó mis historias con pasión y precisión. Su compromiso con la verdad y su habilidad para transmitir emociones son invaluables.

 “Rastros de la diáspora cubana en Chile” es más que un libro de fotografías, es una instantánea de la humanidad, una mirada a los sueños y las luchas de aquellos que cruzaron fronteras en busca de un futuro mejor. A todos los que han sido parte de este viaje, ¡gracias!

Con gratitud, Ruber Osoria."

#fotografia  #fotógrafo #chile #contramaestre #Cuba #cañete #concepción #biobiochile #DíaMundialDeLaFotografía 

DESHIELO

Por Arnoldo Fernández Verdecia

Se descongela, todo se descongela, es tan largo el apagón, pero tan largo y seguido. 

Se descongela, todo se descongela, ni las palabras pueden salvar las cosas. 

Se descongela, todo se descongela, fueron tantas las promesas, pero tantas que creímos en el hielo posible.

Se descongelan las ideas, la utopía, todo se descongela, el mismo país se descongela. 

Cuando abro la puerta del refrigerador todo se descongela y el miedo a perder lo poco me pone rabioso, muy rabioso y hablo en voz alta, bien alta, tan alta para que me oigan en todo el país. 

Se descongela, todo se descongela amor, es tan largo el apagón  y tan seguido, que ni los huevos pueden salvarse. 

Es tan largo y seguido el apagón que tal vez mañana, tal vez, comience el deshielo del mismísimo hombre nuevo.

#hombrenuevo #utopía #comunismo #socialismo #Cuba #Contramaestre

NO ESTAMOS CIEGOS NI SORDOS

Por Arnoldo Fernández Verdecia

Hay un cinismo colosal, se ha metido en casi todas las instituciones, si no pagas por debajo de la mesa, engrosas la lista infinita que no avanza. 

Ese cinismo casi siempre  muestra su rostro detrás de un buró, es un rostro grotesco, pero rostro al fin que te aplasta si no juegas sus leyes matojeras. 

De haber sido un país donde todos nos creíamos con derechos, hemos pasado  a ser un país donde los derechos tienen un costo impagable. 

Los Juan Criollo de la novela de Carlos Loveira florecen como mala hierba, están en todos lados, viven a la sombra de la burocracia, porque ellos mismos son el corazón de la burocracia y la burocracia es imposible extirparla cuando no tiene cura. 

Los peores cínicos son los que hacen fortuna a costa de la burocracia, los que por cualquier cosa que uno necesita medran para tener barriga llena y corazón contento. 

El cinismo entró en el alma nacional, mató la piedad, no le importa los que sostienen su mentira. El cinismo es inefable con los humildes, los mastica en sus oficinas  y luego los escupe como saliva  inservible.

#Cuba #burocracia #burocratas #Valores #cinismo

SENTIDO COMÚN

Por Arnoldo Fernández Verdecia

Desde pequeño sueñan irse, porque es mucho el desarraigo,  la precariedad, la vida sin propósito. 

No es aconsejable esperar, porque mañana no existe como promesa, ni como paraíso, ni como realización personal...

Mañana seremos más viejos que hoy.  Cada día que pasa se aleja la posibilidad de emigrar  a cualquier lugar para conseguir lo que aquí no es posible. 

¿Quiénes se quedarán en la hora final? ¿Quiénes enterrarán los muertos? ¿Quiénes acompañarán a los abuelos en sus últimos instantes? ¿Adónde irán a parar las bibliotecas de los que mueren? ¿Qué pasará con las mascotas cuando no quede nadie? 

La mayoría quiere irse, los argumentos no sirven de nada para detenerlos, los padres lo saben, los abuelos lo saben, no quieren que se vayan pero todos saben que no es la mejor opción quedarse, es preferible verlos partir, a verlos sufrir. 

Irse es el sueño de los jóvenes, también es el sueño de los padres, de los abuelos, de los tíos, pero no todos pueden conseguirlo. 

¿Cuándo cesará la fuga? ¿Cuándo terminará la tragedia? ¿Cuál es el país de mañana? ¿Qué les espera a los que decidan quedarse? 

#emigrar #emigrante #emigrarahora #emigrarenfamilia #emigrantes #Cuba #vida

DE LA UPEC Y SUS DEMONIOS

Por Arnoldo Fernández Verdecia. 

 

Hubo una Unión de Periodistas de Cuba (Upec), en la que alguna vez creí, una a la que me sentí orgulloso de pertenecer, una que me hizo creer en sus eventos, cursos, premios,  medallas... 

Pero hubo otra Upec que nunca escuchó mis reclamos, que actuó en las sombras y se puso del lado de personas sin escrúpulo alguno,  de personas que difamaron de mí por los cuatro puntos cardinales sin tener prueba alguna. 

Nunca, nunca me citaron a ningún encuentro para compartir argumentos, valoraciones, escuchar mi posición que era lo menos que podían hacer. 

Escribí a mucha gente de esa Upec pidiendo las razones por las que, de la noche a la mañana, no existí más para ella, pero nadie respondió. 

Personas muy queridas de esa Upec me dijeron extraoficialmente que había sido expulsado de la misma por contrarrevolucionario, por ejercer el periodismo independiente.

¡Qué injusticia más grande! En todos estos años nunca hice nada contra el sistema, ni formé parte de grupos o sectas interesadas en subvertir el orden. ¡La vida que he vivido es mi mejor evidencia!

A la primera de las Upec la quise, porque me permitió crecer, superarme, amar el periodismo; a la otra Upec no la odio, pero no olvidaré que nunca fue capaz de ser transparente conmigo y hablarme de frente,  con respeto, como uno de sus miembros. 

No olvido a Martí cuando escribió: 

"... el decoro encalla donde la intriga sale ilesa." 

LEZAMA Y MIS AVENTURAS CON PARADISO

Por Arnoldo Fernández Verdecia. 

Lo descubrí en quinto año de la carrera, alguien me habló de Paradiso, de la censura implacable, del ostracismo sufrido en vida por el autor y un día, durante una exposición de libros cubanos, no dudé en llevármelo, aunque eso me costó un análisis implacable del director de la biblioteca, que preguntó enseguida  por las personas  que pasaron por allí, apenas supo de mí, me mandó a buscar y en palabras mesuradas me dijo: 

-Mejor lo devuelves y no pasó nada. 

Intenté convencerlo de que no lo tenía y entonces fue radical: 

-¡Devuélvelo o paso el asunto al decano!

Luego me puso el brazo en el hombro y con lenguaje de padre me dijo: 

-Te lo daremos en calidad de préstamo. 

No me quedó otra opción que devolverlo y el director cumplió su palabra, me lo prestó por varios días y ahí comenzó la aventura infinita de leer Paradiso, confieso que no pude pasar del primer capítulo. 

Años después, en la biblioteca de mi pueblo encontré la edición príncipe donde aparece la piña de Fajad Jamís, y volví a hacer lo mismo, me la llevé. La muchacha que atendía esa sala de lectura enseguida supo que era yo y me mandó a buscar, dijo palabras duras y luego me lo prestó por tiempo infinito. Lo leí con energía, con muchísima energía y sentí que había crecido. Confieso que  lo leí como un larguísimo poema en prosa, a veces como un ensayo literario, otras como un testimonio y también como contrapunteo de la cubanidad y la cubanía. 

Tenía ante mí un monumento a la lengua española que mucha gente torcida consideró "antiliteratura" o sencillamente "barroquismo estéril." 

La muchacha emigró un día a La Habana y me pidió Paradiso, no quería devolverlo, pero me exigió  cumplir mi palabra y aquella edición que había estudiado  con infinita devoción volvió a los anaqueles de la biblioteca de mi pueblo; años después el poeta Eduard Encina  me la enseñó, alguien se la había donado. Encina descubrió que había estado en mis manos antes por las marginalias anotadas en sus páginas. No olvido sus palabras: 

-¡Guajiro, se cuanto amas este libro, te lo regalo!

Por esas cosas inexplicables de la vida, alguien me lo pidió prestado y no tuve el acierto de anotar su nombre, así que lo perdí.

Gracias a una piadosa bibliotecaria, de las mejores de este país, volví a tenerlo, pero en una edición que tenía dos magníficos prólogos: uno de Cintio Vitier y el otro de Roberto Méndez. 

Tengo una convicción profunda al terminar estas letras: será muy difícil encontrar lectores fornidos hoy que se atrevan a leer Paradiso. Paradiso no es para lectores epidérmicos de pantallas móviles.

LA ROSA Y LAS BIBIJAGUAS

Por Arnoldo Fernández Verdecia

Noche tras noche persigo a las bibijaguas, cuando me descuido llegan y se comen las hojas y botones de mi mata de rosas.

Las bibijaguas me consideran su peor enemigo, les he causado más bajas en la historia que nadie. 

Me odian, las bibijaguas me odian mucho, por eso tienen un plan, apenas me ven se colocan en posición de combate, trepan a mis pies, a mis piernas y pican muy fuerte, tengo que sobreponerme a sus ataques y regar ceniza o abate sobre los agujeros donde viven. 

Las bibijaguas casi siempre me ganan, porque son capaces de atacar cualquier noche bajo el amparo de sus mejores aliadas: la oscuridad y la lluvia. 

Mi mata de rosas tiene mucho miedo a las bibijaguas, sabe que tarde o temprano pueden provocarle la muerte. 

Mi mata de rosas es feliz, muy feliz cuando me regala sus mejores flores. 

Las bibijaguas esperan, están al acecho, la estoy esperando también, en nuestra eterna guerra tiene que ganar alguna vez la belleza. 

COMER ES UN MILAGRO

Por Arnoldo Fernández Verdecia 

Hoy es uno de esos días en que el cuerpo se niega a hacer cualquier cosa, una rara sensación de inmovilidad, algo así como estar sujeto a cadenas invisibles. 

Trato de leer un poco, entusiasmarme con un buen libro, pero me doy cuenta que leo por gusto, porque mi cabeza está  extraviada en el sin sentido de los días. 

Extraño un baño en el mar o en el río, pero el mar está muy lejos y el río contaminado. 

En días como hoy creo estar en un lugar donde el tiempo no pasa, donde la gente se va, regresa y uno permanece, permanece, eternamente permanece fijado a una tierra que no gira. 

La vida se reduce a sobrevivir, sobrevivir como sea posible. El fin justifica los medios. 

Comer es un milagro. Comer, comer, comer; en comer se va el tiempo. Soy esclavo de la comida. Tú también lo eres si vives aquí.

VIÑETAS DE TIERRA ADENTRO (GRAJO)

Por Arnoldo Fernández Verdecia. 

Un extraño olor aparecía de vez en cuando en sus axilas, no lo creía suyo, pero tenía dudas, quizás era la paranoia que padecía con el grajo. Cuando bajó del automóvil llevó su nariz allí, era inconfundible. ¿Cómo me lo pegaron, santo Dios? Entonces recordó que hacía unos cuantos días que no tenía desodorante en casa, no quería ser presa de los especuladores, porque en ningún comercio del pueblo había. Volvió a llevar sus fosas nasales a sus axilas y molesto se dirigió a Calle 11, en una de las carpas, sobre un mostrador improvisado, había  varias marcas de desodorante, cuando preguntó el precio se lo comió el asombro: "900 pesos."  Volvió a llevar su nariz allí, entonces extrajo de la cartera el dinero, pagó y regresó a casa feliz, ya no tendría aquel grajo que lo hacía sentir un tipo de otro mundo.