Por Arnoldo Fernández Verdecia arnoldo@gritodebaire.icrt.cu
Ser cubano es un proceso que transita momentos no terminados. Es de todos conocido que la perspectiva cultural aporta ambigüedades que no permiten adentrase en lo profundo de la cubanía. ¿Se puede hablar de cultura material cubana? ¿Se puede asumir el de cultura espiritual cubana?
Soy de los que no acepta la clasificación de valores espirituales que asume al cubano como vividor, dicharachero, poco reflexivo, choteador, ligero y proclive a la corrupción y al sexo por las características del Trópico; imágenes de referencia para los turistas que vienen tras el mito de la mulata, el buen ron y una naturaleza afrodisíaca.
Me parece que en esa posible ligereza, tan maltratada, el cubano oculta profundas heridas que le vienen a través de su historia: los fracasos de Yara, el Zanjón, la intervención yanqui en la Guerra del 95, los Independientes de color, la Revolución del 30, el asalto al Moncada, Alegría de Pío, Playa Girón y el Período Especial, entre muchos otros.
Si comprendemos lo cubano como mezcla de razas, artes, comidas, religiones, bebidas, entonces aceptamos un injerto que tienes muchas ramas.
Una metáfora parece identificarlo: ajiaco, pero en el sentido culinario del término, resultado de varios cocimientos puestos al calor del Trópico, proclive a varios picores, una olla que viene de lo profundo a la nata y su contenido es más sabroso si lo calentamos al otro día.
Me pregunto entonces, ¿por qué no aceptar como cultura cubana la suma de grandes voces del pensamiento, la lírica, la ciencia, que una vez trató de inventariar el sabio Jorge Mañach? De ser así, lamentablemente Cuba no tiene un Carlos Marx, un Gotha, Cervantes o un Shekaspeare. No tiene una Biblia escrita en su espíritu, un Corán, o tal vez un Popol Buch; sólo conserva unos modestos petroglifos que parecen ser la huella de los primeros padres e ilustran la infancia del pensamiento cuando Europa tenía armas de fuego y barcos de velas.
Está claro entonces que no se debe buscar lo cubano por la alta cultura, sino en lo popular. Sus formas comprenden la lengua marginal, la música, la danza, los juegos, la mitología, los ritos, la religiosidad y las costumbres. De la mezcla de ese patrimonio intangible trasmitido por silenciosos fundadores traídos a la fuerza desde África, Islas Canarias, China, o los que huyeron desde la vecina Haití, o de las repúblicas latinoamericanas en el siglo XIX, cristaliza una capacidad imaginativa que no le encuentro comparación en la historia.
En esa clarividencia de asumir las cosas a veces duras, otras alegres, se define lo cubano, un ser capaz de apreciar el mundo de lo ancho a lo profundo, aunque para ello acuda a expresiones que no se reconocen en la norma culta de la lengua, y es que su existencia tiene tantos matices, que lo obliga a la creación de palabras para nombrar su mundo, el que le entra por lo cotidiano y lo hace diferente de un inglés, francés o un alemán.
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y mucha alegría que nos tiene que dar ser como somos, de donde seamos y donde estemos, la propia forma de ser siempre es un orgullo
ResponderEliminarArnoldo, Gracias por esta pagina Caracol de Agua es bonita e interesante.
ResponderEliminarNiuvis Rondon
always.niuvis@yahoo.com
Hola mi querido Arnoldito:estan fenomenales tus escritos en Caracol de Agua;te
ResponderEliminarexhorto a que continues de ese modo.Por ahi nos damos cuenta de la valia de los
escritores del llamado 'interior"de Cuba que a su vez se proyectan al exterior y nos
dan aconocer sus suenos,preocupaciones e ideas que a todos nos interesan.Un abrazo
Pedro.
pedromanuel_55@hotmail.com
Te felicito Arnoldo, me gusta el articulo porque en gran medida es la realidad, con
ResponderEliminaruna óptica propia de la sociedad en que vives.-
En España, además de la clasificación de valores que mencionas, los consideran vagos
embaucadores;, y en cuanto al sexo " lo mismo dán que toman ".-
Sique por este camino, pero cuenta algo mas de la vida cotidiana de nuestro pueblo
y país, disociándolo lo más posible del concepto político.-
Abrazos: Pepín
josefernandezcarames@yahoo.es