Por Arnoldo Fernández Verdecia. arnoldo@gritodebaire.icrt.cu
Hacer crítica literaria ha sido una "práctica menor", al menos, ese es el criterio de algunos escritores que no le dan credibilidad a la disección de la obra que realiza una persona, que no tiene los méritos probados para cuestionar su poética y trascenderla con sus análisis. En el evento Orígenes, esta fue una de las problemáticas confrontadas entre los participantes.
Para el poeta Oscar Cruz, uno de los miembros del jurado, hay una cosa clara y es que la crítica es energizadora si cumple el papel que le corresponde, pero desgraciadamente queremos llevarnos bien con todos y no cuestionar lo que no está al nivel requerido. Según Cruz, muchos de los grandes escritores del pasado, como el propio Lezama Lima, no le prestaban atención a los que no tenían oficio pues era una perdida de tiempo.
Eduard Encina, principal organizador de Orígenes, considera que la crítica cubana está desactualizada y no tiene la agresión necesaria. Hay mucho compromiso con autores ya establecidos y es hora de que esas cosas vayan cambiando. El evento Orígenes, en su tercera edición, se dedicará el género ensayo literario para promover la reflexión sobre esos asuntos tan sensibles en nuestro tiempo.
Según Encina se necesita: “Una crítica que jerarquice, que no tenga que ver con los cortes que tienen las revistas, que tenga un compromiso serio con la literatura que hacen los autores, plantear a la sociedad las poéticas que tienen algún valor, pero también rechazar las que no funcionan. Los escritores también son muy complacientes, no han tenido un sentido crítico de la literatura, eso ha generado un período largo de vacío y silencio, hemos sido incapaces de jugar el papel ético que reclama nuestra literatura. Estamos regodeados con la complacencia, al extremo de vivir la bohemia, no digo que no se viva, pero es que la literatura no ha sabido plantearse espacios críticos que traigan una polémica, capaz de dinamitar los sentidos que potencien la germinación y expansión de lo nuevo”.
Según el poeta de Baire Jorge Labañino, la crítica “padece de una levedad total, si no hace jerarquizaciones sobre los textos y procesos literarios que vive el país. Sería de mucho valor para la historiografía literaria, para la orientación del lector, una crítica vital que haga jerarquizaciones y distinciones de los procesos literarios”.
“En mi generación no hay crítica, la que existe tiene “mucha complicidad pues ayuda a los más laureados, hay un pacto entre ellos, no hay buena agresión, no se atreven a decir los defectos de las poéticas”, sentencia el poeta, también de Baire, Osmel Valdés Guerrero.
Fotografías:
1. Poeta y editor: Oscar Cruz
2. Poeta y narrador: Eduard Encina Ramírez
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Todo lo que plantean es cierto, aunque me disgusta la palabra agresión, ya bastante tenemos en Cuba con toda esta vida llena de violencia verbal. No se jerarquiza, eso es lo que pasa . Los mismos implicados han aparecedlo solo porque tienen unos premios y hay por ahí muchos libros mejores que los de ellos mismos y nadie los conoce porque como han dicho los presuntos implicados la ¿crítica? anda mal aquí.
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