Por Orlando Concepción Pérez (Escritor y periodista)
Los caricaturistas de la República caracterizaron al pueblo de Cuba con el personaje llamado “Liborio”. Liborio se convirtió en el paladín al cual todos los que se sentían profunda y honestamente cubanos rendían cotidiano homenaje. A Liborio solamente se le podía rendir tributo mediante una conducta limpia, libre de los vicios de la corrupción, con una actitud ética ante todas las cuestiones que tenían que ver con la nación, con la Patria, en términos absolutos.
Liborio siempre se enfrentó a las acciones deshonestas de los más ambiciosos, ladrones y desvergonzados, que han llenado de manchas a la historia de Cuba, desde todos los tiempos.
La historia marca un antes y un después. Cuba y Liborio, como su más excepcional representante popular, ha sufrido el coloniaje, (con la intromisión de los Estados Unidos, con sus narices putrefactas, a partir de la expulsión de España de nuestros predios, con su europeo colonialismo criminal), y, ahora, con la intención de sentar las bases para la creación de un estado “socialista”, utopía no alcanzada todavía en ningún país del mundo.
Se decía tradicionalmente, que Cuba era “una isla rodeada de agua por todas partes”. Si se quiere definir con absoluta lealtad y amor a lo contrario de la mentira, a la actualidad de la Patria de José Martí, respecto a Liborio, habría que dejar impreso el lamentable concepto: “Cuba es un archipiélago rodeado de corruptos por todos sus puntos cardinales”.
En cualquiera de los pueblos de la geografía cubana, nunca antes –en ninguna de las épocas- había brotado con tanta fuerza “el marabú del robo”, de “los nuevos ricos”, “de mayor desprecio evidente hacia los pobres”, que constituyen cerca del noventa por ciento de la población. Impera la indiferencia, el desinterés, la vagancia, la carencia elemental de ética (“Ciencia de la moral”), la egolatría superficialista, y tantos otros defectos humanos. Enumerarlos y ejemplificarlos requeriría un número mil veces mayor de páginas, que el más voluminoso tratado de pésima psicología.
Liborio parece ser un personaje de ficción. Alguien, entre los despistados incapaces, ha preguntado si se trata de un “personaje extraterrestre”. Mencionarlo, víctima de todos los irrespetos, hace que brote la imprecación habitual de los mancos mentales: “Tu vives en el pasado”. Liborio representa la imagen más acertada de un presente soñado.
Sólo aquellos que nos quieren casar con la mentira, son capaces de esgrimir el menor de los reparos a las expresiones que anteceden. Ya no se usan las caricaturas contestatarias en los medios de prensa plana. Tanto David, como cualquiera de los más célebres artistas de la caricatura, se harían millonarios pintando los vicios con que se afea el panorama nacional, en cualquiera de los sectores públicos, productivos, sociales, de servicios, sin excluir a ninguna de las temáticas del criterio honesto.
Ya se habla de la “corrupción” como si se tratara de una palabra común, de una virtud. Nadie la define ni la micro localiza. Un corrupto no podría definirse a sí mismo. ¡Ah, y cuidado con poner como ejemplo a cualquiera de los más corruptos personajes que ensombrecen a Cuba con sus malas conductas!.
Liborio existe. Liborio vive, aunque lo hayan ausentado por miedo a la verdad. Los enemigos de Liborio son los enemigos de Cuba. Quienes desprecian a Liborio, son despreciados por él, y merecen el desprecio de los hombres dignos de Cuba. La defensa inclaudicable hacia Liborio, es una defensa a la Patria de José Martí. Pregunta sabia aunque impertinente: ¿Cuántos defienden a la Patria?, ¿Cuántos defienden a José Martí?. Queda abierto el debate.
Los caricaturistas de la República caracterizaron al pueblo de Cuba con el personaje llamado “Liborio”. Liborio se convirtió en el paladín al cual todos los que se sentían profunda y honestamente cubanos rendían cotidiano homenaje. A Liborio solamente se le podía rendir tributo mediante una conducta limpia, libre de los vicios de la corrupción, con una actitud ética ante todas las cuestiones que tenían que ver con la nación, con la Patria, en términos absolutos.
Liborio siempre se enfrentó a las acciones deshonestas de los más ambiciosos, ladrones y desvergonzados, que han llenado de manchas a la historia de Cuba, desde todos los tiempos.
La historia marca un antes y un después. Cuba y Liborio, como su más excepcional representante popular, ha sufrido el coloniaje, (con la intromisión de los Estados Unidos, con sus narices putrefactas, a partir de la expulsión de España de nuestros predios, con su europeo colonialismo criminal), y, ahora, con la intención de sentar las bases para la creación de un estado “socialista”, utopía no alcanzada todavía en ningún país del mundo.
Se decía tradicionalmente, que Cuba era “una isla rodeada de agua por todas partes”. Si se quiere definir con absoluta lealtad y amor a lo contrario de la mentira, a la actualidad de la Patria de José Martí, respecto a Liborio, habría que dejar impreso el lamentable concepto: “Cuba es un archipiélago rodeado de corruptos por todos sus puntos cardinales”.
En cualquiera de los pueblos de la geografía cubana, nunca antes –en ninguna de las épocas- había brotado con tanta fuerza “el marabú del robo”, de “los nuevos ricos”, “de mayor desprecio evidente hacia los pobres”, que constituyen cerca del noventa por ciento de la población. Impera la indiferencia, el desinterés, la vagancia, la carencia elemental de ética (“Ciencia de la moral”), la egolatría superficialista, y tantos otros defectos humanos. Enumerarlos y ejemplificarlos requeriría un número mil veces mayor de páginas, que el más voluminoso tratado de pésima psicología.
Liborio parece ser un personaje de ficción. Alguien, entre los despistados incapaces, ha preguntado si se trata de un “personaje extraterrestre”. Mencionarlo, víctima de todos los irrespetos, hace que brote la imprecación habitual de los mancos mentales: “Tu vives en el pasado”. Liborio representa la imagen más acertada de un presente soñado.
Sólo aquellos que nos quieren casar con la mentira, son capaces de esgrimir el menor de los reparos a las expresiones que anteceden. Ya no se usan las caricaturas contestatarias en los medios de prensa plana. Tanto David, como cualquiera de los más célebres artistas de la caricatura, se harían millonarios pintando los vicios con que se afea el panorama nacional, en cualquiera de los sectores públicos, productivos, sociales, de servicios, sin excluir a ninguna de las temáticas del criterio honesto.
Ya se habla de la “corrupción” como si se tratara de una palabra común, de una virtud. Nadie la define ni la micro localiza. Un corrupto no podría definirse a sí mismo. ¡Ah, y cuidado con poner como ejemplo a cualquiera de los más corruptos personajes que ensombrecen a Cuba con sus malas conductas!.
Liborio existe. Liborio vive, aunque lo hayan ausentado por miedo a la verdad. Los enemigos de Liborio son los enemigos de Cuba. Quienes desprecian a Liborio, son despreciados por él, y merecen el desprecio de los hombres dignos de Cuba. La defensa inclaudicable hacia Liborio, es una defensa a la Patria de José Martí. Pregunta sabia aunque impertinente: ¿Cuántos defienden a la Patria?, ¿Cuántos defienden a José Martí?. Queda abierto el debate.
Liborio no es el pueblo cubano
ResponderEliminarCierto escritor dijo que “Liborio parece ser un personaje de ficción en la Cuba de hoy”. En realidad dicho personaje sí es pura ficción, pues fue creado por el caricaturista Ricardo de la Torriente en las primeras décadas del siglo pasado. Hace su aparición en el semanario satírico ilustrado La Política Cómica, en 1911.
Su figura fue utilizada ininterrumpidamente por otros caricaturistas hasta desaparecer a finales de los años cincuenta de ese siglo, cuando ya había cumplido su papel de denuncia de los males que aquejaban a la República.
Liborio llevaba en sí muchas de las características del cubano y para desempeñar el papel que le había asignado su creador se valía, además de los recursos expresivos de su figura, del lenguaje.
En este último eran comunes el doble sentido, la ironía, la sátira y otros recursos literarios expresados con el gracejo del cubano de la época.
Aunque tradicionalmente se ha querido identificar al pueblo cubano con el referido personaje caricaturesco, Liborio era solo eso. Y sin dejar de reconocer su importancia como forma de expresión del antagonismo de intereses entre los cubanos y el imperialismo yanqui Liborio carecía de muchos rasgos que sí estaban en el pueblo que pretendía representar.
Así pudiéramos señalar que Liborio era un observador pasivo, conformista, pesimista y con un dejo pequeño-burgués en sus proyecciones. Su papel fue de víctima del sistema imperante que lo humillaba y denigraba pero que nunca provocó en él siquiera una protesta ni propuesta de solución a los graves problemas que aquejaban a la Nación.
Sus expresiones generalmente llevaban implícita una denuncia tácita. Por eso como forma de lucha de ideas desde la cultura Liborio tuvo sus méritos, pero de ahí a hacer una identificación biunívoca entre él y los cubanos existe una gran distancia.
Cuando aparece el personaje de marras en un medio de comunicación masiva ya nuestro pueblo había llevado a cabo una revolución que duró más de 30 años y que dio al traste con la dominación imperial española en la Isla.
Y si se vieron frustrados sus sueños de construir una Patria independiente y soberana fue por la oportunista intervención norteamericana que vio llegado el momento de apropiarse de Cuba, cual fruta madura que por su propio peso debía caer en las manos imperiales.
Ese mismo pueblo ya había enfrentado las sucesivas intervenciones militares yanquis, la Enmienda Plat y los tratados que asegurarían el dominio sobre Cuba.
Y fueron las sucesivas generaciones de cubanos las que enfrentaron a todos aquellos gobiernos corruptos, tiránicos, antidemocráticos y proimperialistas que flagelaron a la República entre 1902 y 1959.
Fue el pueblo el que derrotó a la última de las tiranías a costa de la vida de más de 20 mil de sus mejores hijos para tomar las riendas de sus destinos el 1ro de enero de 1959.
Wilson Peña Torres
En un trabajo publicado recientemente bajo el título “Liborio parece ser un personaje de ficción en la Cuba de hoy”. Su autor expresa que:
ResponderEliminar“Si se hace un recorrido mental y objetivo sobre lo sucedido en el territorio nacional en los siglos XIX y XX y lo que ya ha transcurrido del XXI se llega a una lamentable conclusión: nunca se ha mostrado la corrupción con su rostro tan macabro, como atentado a los más puros ideales de Liborio que en los decenios finales del siglo XX y principios del XXI”
Nada se había dicho nunca acerca de la historia de Cuba más alejado de la realidad.
Durante toda la República mediatizada que se instauró en Cuba el 20 de mayo de 1902, como consecuencia de la oportunista intervención norteamericana y hasta 1959 en que triunfó la Revolución encabezada por Fidel Castro, la corrupción institucional fue su rasgo más distintivo.
Ladrones y corruptos de toda laya era frecuente que llegaran a amasar enormes fortunas apoyados por esferas gubernamentales o las hicieron formando parte del aparato estatal, burgués (La corrupción es un mal endémico e inherente al capitalismo).
En su afán de acceder al poder para hacerse todavía más ricos eran frecuente en esta época, felizmente ya rebasada por la historia, los fraudes electorales, la compra de votos y otros vicios entronizados que nada tenían que ver con la “democracia” que preconizaba el sistema burgués en la Cuba de ayer.
El control de los casinos de juego y de prostitución y la vinculación con las mafias que dominaban estas actividades y el tráfico de drogas era compartido por figuras prominentes del entramado gubernamental.
La clásica “botella” que no era más que el cobro de salarios estatales a través de una plantilla sin trabajar era una fuente inmoral de ingresos para unos cuantos camajanes, que en muchos casos simultaneaban este negocio con cargos públicos de mayor o menor importancia.
La designación de autoridades judiciales, policiales o de otro tipo-dinero por medio- era otra de las vías de enriquecimiento de no pocos funcionarios corruptos.
La compra de acciones, la inversión de capital o la integración en empresas millonarias por parte de figuras públicas que lograban incrementar sus riquezas a ritmos acelerados constituía algo común en esa época a que alude el comentario de marras.
El ejemplo más ilustrativo de lo antes expresado lo constituye el ciudadano Fulgencio Batista y Zaldívar, personaje siniestro de la historia de Cuba y quien fuera el último presidente de aquella República.
Tristemente recordado el susodicho personaje irrumpió en la vida republicana con un golpe de estado en 1933, acción que luego repetiría en 1934 y 1952.
Esta última lo llevaría al poder para establecer una oprobiosa dictadura que asesinó a más de 20 mil cubanos y que fue derrocada el primero de enero de 1959.
Fulgencio Batista, fue el gobernante más corrupto que ha tenido nuestra República. Hombre de origen humilde llegó a convertirse en uno de los cubanos más ricos de su época. Al ser derrocado huyó con sus compinches más allegados llevando en su equipaje más de 100 millones de pesos, en su mayoría robados del Tesoro de la Nación.
Por tanto la cúspide de la corrupción en Cuba hay que buscarla desde 1959 hacia atrás.
(Continuará…)
opiEn el trabajo titulado “Liborio parece ser un personaje de ficción en la Cuba de hoy”, se expresa lo siguiente:
ResponderEliminar“Se decía tradicionalmente, que Cuba era una isla rodeada de agua por todas partes. Si se quiere definir con absoluta lealtad y amor a lo contrario de la mentira, a la actualidad de la Patria de José Martí, respecto a Liborio, habría que dejar impreso el lamentable concepto: Cuba es un archipiélago rodeado de corruptos por todos sus puntos cardinales”
Y continúa el autor señalando en su artículo los defectos que a su juicio caracterizan al cubano de hoy “marabú del robo” “los nuevos ricos”, la indiferencia, el desinterés, la vagancia, la carencia elemental de ética, la egolatría superficialista, etc.
Considero que esa caracterización del cubano (que vive en Cuba) no se ajusta exactamente a la realidad y ofrece una imagen pesimista del asunto.
Sin dejar de reconocer cierto deterioro de los valores, que históricamente estuvieron en la personalidad de los cubanos, no debemos confundirnos. Ello, además de dificultar la solución de los problemas en ese sentido, corrobora la campaña mediática contra Cuba.
La inmensa mayoría del pueblo cubano no es corrupto ni ha perdido sus valores tradicionales.
Basta solo mirar la juventud que estudia, trabaja, participa en la defensa de la Patria y en el orden interior de la nación, en la que no están generalizados los problemas que afectan a otros países como el consumo de drogas, la violencia y la prostitución.
Habría que remitirse también a nuestra clase obrera, al campesinado, a la intelectualidad, a los cientos de miles de hombres y mujeres que han cumplido o cumplen misiones internacionalistas, teniendo como principal motivación el bien público. O en los miles de científicos que trabajan para el bien de su Patria y del mundo.
También podríamos detenernos a admirar a los miles de atletas que forman parte del movimiento deportivo cubano y que tantas glorias han dado a Cuba.
La corrupción no es un fenómeno de un solo país, sino un problema internacional. En Cuba ha aflorado también (habría que analizar las causas) pero si lo comparamos con otras realidades no ha alcanzado los niveles que le atribuye el autor al referido trabajo.
Decir lo contrario es hacerle el juego al enemigo interno y externo de la Revolución Cubana.
Liborio....ha vuelto a revivir...como personaje pasivo y tolerante ante las injusticias. ante los gobiernos corruptos y dictatoriales...estaba dormido...pero la historia lo ha vuelto a resucitar y esta vez...mucho más dormido y confabulado con el sistema...ahora es mudo, invisible y sin criterio...
ResponderEliminarPor poco me muero de la risa. Gracias a Dios que vine a leer porque iba a usar al personaje Liborio como Fiscal de la Republica, como hombre justo, decente y perfecto y resulta que tu me desmantelaste mi intencion... Asi que ya Liborio no es combativo? Jajaja
EliminarLiborio"" es el personage que reprecenta al pueblo, es la voz que define sus valores y sus derechos cosa que dejo de tener significad en Cuba hace mucho tiempo y de la misma manera que el pasar de los anos hace que existan los zombies Liborio es un viejo y cansado de hablar sin que lo escuchen, es un voz en un cajon guardado que nadie quiere ni escuchar porque la sociedad no tiene ya nada enn comun con Liborio.Desde el principiose fue destruyendo los valores por el simple hecho que no importaba lo capacitado que estuvieras tenias que tener condiciones politicas para ocupar un puesto grande , o sea que no importaban tus valores como ser humano ni como profecional eras sustituido por cualquier boniato que fuera capaz de destruir a cualquiera que hablara mal del sistema imperante, eso quiere decir que el que trabajaba , se convertia en esclavo de ese boniato porque si se quejaba , ese boniato tenia el PODER de destruir a ese trabajador , como se le decia al principio le hacia un #8 facilmente y hasta lo mandaba a la carcel y mucho mas , es por eso que la sociedad se fue corrompiendo y haciendo un gran tatro para poder vivir dentro de esa admosfera de odio entre unos y otros que hizo que miles se tuvieran que ir para librarce de esos boniatos empachados de poder y que con el tiempo ese boniato se fue pudriendo mas y mas y como toda raiz mala fue creciendo y Liborio se fue cansando de repetir lo que nadie escuchaba , lo mismo que pasa con lo aprendido de Jose Marti , todos los leen pero nadie los asimila, a todos les gusta pero solo lo ven como una novela .La sociedad cubana no aprende de la historia y repite una y otra vez lo mismo, Marti y los gerreros mambices lucharon por una patria , nos dejaron una encenanza que no asimilamos , lucharon por sacar la exclavitud y para ser libres de los espanoles y los odiados pero necesitados EU y volvimos a caher en lo mismo pero mas moderno,los esclavos vivian con miedo de sus duenos pero es peor vivir con miedo de tu propia sombra sin poder decir nada porque prevalece la corrupcion.Pobre Marti debe de estar sufriendo muucho junto con Maceo, Maximo Gomez y todos los demas , mi querida Mariana Grajales que dio sus hijos por Cuba . Solo le pido a Dios que se le pueda dar una medicina a Liborio y pueda revivir y encuentre oidos nuevos para que crezca la matica de la esperanza y sea como el girasol
ResponderEliminar