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| Los dictadorzuelos de la cultura tienen el don de la ubicuidad. |
Por Arnoldo Fernández Verdecia. caracoldeagua@cultstgo.cult.cu
En una conversación de café, un amigo cercano habló de la función negativa que ejercen los dictadorzuelos de la cultura; tienen el don de la ubicuidad, están en todas partes, resuelven los problemas, creen ser los creadores de lo que se hace, en fin, no permiten individualidades a su lado.
Mi amigo habló largo, dijo que si queremos construir visiones plurales de los procesos culturales, debemos comenzar por nosotros mismos y no ejercer tiranías que terminan asfixiando estéticas y maneras de organizar diferentes. Señaló a Orígenes y su principal doctrinario, Lezama Lima, como paradigma; nunca impuso su poética a escritores como Eliseo Diego, Fina García Marruz, Cintio Vitier y otros.
La conversación subió de tono y llegó hasta el Café Bonaparte, grupo que reúne en Baire, los domingos, a amigos y amigas. Mi amigo habló de extensos debates que allí florecen, muchas veces con un efecto coral, pues alguien cree tener el don de la ubicuidad, y a él, -“yo pienso con cabeza propia, me dijo”-, no le queda más remedio que convertirse en disidente, porque no resiste esa condición tutelar que alguien reclama para sí.
Así llegamos a José Martí, siempre atento a las tiranías para reducir sus efectos alérgicos; mi inquieto amigo, -inspirado en el Apóstol-, dijo que si queremos parecernos al futuro, tenemos que desarrollar el don de asociarnos y construir espacios de libertad, donde participemos en condición de iguales, sin que alguien se encargue de decidir por nosotros.
Habló de las ferias del libro celebradas en su pueblo, de los eventos, siempre giran alrededor de una persona; el otro, los otros, no existen, así se reparten honores, reconocimientos, pago de resoluciones; en fin, todo lo imaginable en el mundo de la cultura; cuando esta persona falta, todo se desmantela, porque no hemos sido capaces de construir el otro, así que no debemos predicar un tipo de moral –demasiado latosa-, si en casa no hemos sido suficientes para alzarnos con el don de la ubicuidad.
RMMR: La Otredad -investigada por la filosofia, la antropologia y la sociologia entre otras- se fundamenta en el reconocimiento del OTRO como un individuo diferente....
ResponderEliminarSi se conoce y reconoce la existencia de un otro, se asume la identidad propia...La otredad se construye a traves de algunos mecanismos psicologicos y sociales...
He parafraseado algunas observaciones que aprendi no hace mucho, conversando con mi hija, como parte del docotorado que realiza...mucho entre lineas, para mi lo principal es que mientras que el ego, la persona, sea lo unico permisible...ahi queda todo. Sin espacio para nada mas.
Ariel: Hermano bueno eso pero esa raza se multiplica como un alien. Hay que acabar con ella donde quiera que se encuentre, proliferan como la hierba mala y el daño que hacen y como los promueven jeje es un mal con muchos años y buenas raíces pero se puede combatir.
ResponderEliminar"si queremos parecernos al futuro, tenemos que desarrollar el don de asociarnos y construir espacios de libertad, donde participemos en condición de iguales, sin que alguien se encargue de decidir por nosotros".Arnoldo, no me queda claro esto...¿ de cuáles espacios y asociaciones me hablas, podrías explicitar?.
ResponderEliminarSaludos Joel, cuando hablo de la capacidad de asociarnos, lo estoy haciendo a partir de los sentidos que Martí -y admirablemente Hart retoma y fundamenta-, le dan al concepto, sobre todo las dimensiones culturales del mismo, más allá de estereotipos construidos que limitan el ejercicio de las potencialidades del ser humano. Asociarnos a favor de propósitos colectivos es la intención, José Martí, por su parte, afirmó que el secreto de lo humano está en la facultad de asociarse. A cada cual, según su capacidad y a cada capacidad según sus obras y educación. Creo explicar los referentes de mi posición, de todas formas, estoy abierto al diálogo crítico...Un abrazo
ResponderEliminarSaludos Joel, cuando hablo de la capacidad de asociarnos, lo estoy haciendo a partir de los sentidos que Martí -y admirablemente Hart retoma y fundamenta-, le dan al concepto, sobre todo las dimensiones culturales del mismo, más allá de estereotipos construidos que limitan el ejercicio de las potencialidades del ser humano. Asociarnos a favor de propósitos colectivos es la intención, José Martí, por su parte, afirmó que el secreto de lo humano está en la facultad de asociarse. A cada cual, según su capacidad y a cada capacidad según sus obras y educación. Creo explicar los referentes de mi posición, de todas formas, estoy abierto al diálogo crítico...Un abrazo
ResponderEliminarGracias Arnoldo, es que hay tantas asociaciones en Cuba, incluyendo las que les hacen el favor a quines no quieren que tengamos patria, que de momento pensé: ¿ cuántas más, cuáles, para qué ?. A ver: CDR, FMC, ANAP, Damas de Blanco, UNPACU, protectores de mascotas, dueños de autos polski (polakitos),UJC, UNEAC, AHS,PCC, santeros, cristianos, espiritistas, voladores de palomas mensajeras, ornitólogos, sección sindical...etc,etc
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