Por Arnoldo Fernández Verdecia. afdez@enet.cu
Cuba
es muy mediática por estos días. El último bastión de la Guerra Fría, según las grandes
multinacionales de noticias queda en el pasado;
pero son muchos los caminos a recorrer para llegar a un no retorno en la
normalización de las relaciones entre la mayor isla del Caribe y Estados Unidos.
Esto último, también es una realidad compartida por los medios. Me interesa aquí
visualizar algunos asuntos observados en la realidad compartida junto a mis
compatriotas de todos los lugares del mundo.
Hemos
llegado al fin de una época demasiado prolongada, donde Cuba es el último
eslabón del socialismo y Estados Unidos está muy claro de ello. Cambiar las
reglas del juego es la nota; ya no interesa a los tanques pensantes derrotar al
gobierno de La Habana
desde el punto de vista militar e ideológico;
sino culturalmente y este tipo de confrontación tiene sus riesgos, si lo
sopesamos en toda su hondura social.
La
historia construida sobre el socialismo parte de la certeza de que grandes
cambios ocurren a partir del derrumbe del Muro de Berlín. El mundo es otro a
partir de esa fecha. Se dice que las
sociedades han aprendido a ser más plurales al elegir sus destinos y no pueden
imaginarse variantes de pensamiento único en el Tercer Milenio en ninguna
nación del planeta. Pero ¿es realmente así?
Dicen
la mayoría de los científicos sociales que las Cubas futuras deben imaginarse
en términos plurales, pues las sociedades de tipo excluyentes por cuestiones
políticas e ideológicas, no son admisibles en las nuevas décadas del Tercer
Milenio. Quizás tengan razón, tal vez no. La real es que los cubanos debemos
aprender a relacionarnos en plural, sin
creernos con todas las verdades en la mano; hay que saber escuchar a los otros diferentes
y aceptar los errores cuando se han cometido. Entiendo que reconocerlos es un
largo proceso, pero ya están sembradas las semillas para recoger los beneficios
de esa convivencia civilizada hacia la que vamos andando. Estados Unidos lo
apuesta todo a la cultura, ella debe decidir el destino de los cubanos, sus
elecciones personales, y si las cuestiones ideológicas seguirán siendo
determinantes al valorar la calidad de un ser humano y su posicionamiento en la
pirámide estatal.
Es
cierto también que la confrontación de culturas ayuda a fortalecer las
identidades, pero también las vuelve terrenos movedizos sujetos a los vaivenes
de los proceso económicos, muchas veces trascendentales al elegir los destinos
familiares, más allá de una racionalidad concreta.
Otro
aspecto a visualizar en este entramado complejo son los pasados que tienen esas
Cubas construidas en muchos lugares del planeta; por tanto, cada ser humano
nacido en esta isla del Caribe, esté donde esté, tiene una memoria y en
dependencia de ella su manera de representarse el futuro; por tanto pudiera decirse que Cuba tendrá en
las próximas décadas muchos futuros,
donde convergerán esas experiencias y se construirá el país querido por
todos.
Las
visiones pesimistas sobre ese tránsito al futuro están ahí, acompañan nuestros pasos, y de alguna manera hablan
de los peligros presentes y las sacudidas de un mercado revuelto y brutal, al
que no le interesa el ser humano, sino la plusvalía. Los ensayos realizados
hasta el momento en la isla lo confirman, entonces el reto para el hombre
mayoría, sujeto al salario es el siguiente: ¿cómo hago valer mis derechos en
ese mundo que toca mi casa, mi gente y las vuelve otros, pues todo se reduce a
buscar dinero a cualquier precio, aunque en ello vaya la dignidad?
No
puede ignorase tampoco que estamos ante un momento de grandes expectativas de
cambio; el hombre común lo cree así,
para la nomenclatura del Estado es una certeza; pero la pregunta que se
cae de la mata es: ¿Cómo conciliar justicia y equilibrio económico en una
sociedad que prioriza la economía por encima de todo? ¿Dónde quedará una
cultura humanista que nos permitió llegar hasta aquí teniendo como escudo la
resistencia y la seguridad en un mundo justo para todos? ¿Seguirá siendo equitativo
el nuevo mundo surgido luego de esos cambios? O ¿Tendremos que aprender a
luchar por los valores en los que creemos y conquistarlos en medio de
esa avalancha económica que puede barrerlo todo?
Después
del 17 de diciembre de 2014 Cuba es moda en el planeta, el turismo la convierte
en destino imprescindible, todos quieren ver por sus propios ojos la nueva
Atlántida roja, o la llamada isla de corcho, o sencillamente el territorio
donde se respira una Guantanamera, una
mulata rumbera de musicales caderas, o
un tabaco aromatizado con aguardiente del Trópico. Llegarán por millones las
personas desde todo el mundo, pero ¿qué sucederá con los hombres y mujeres de a
pie?
Julio Cesar:Considero un dilema la lucha de nosotros, los cubanos de a pie, el mantener el paradigma humanístico en el que crecimos.La seguridad que le pueda ofrecer la nobleza de una sociedad a los que solo contamos con nuestros salarios es sin lugar a dudas muy importante para nosotros, nadie lo dude.Solo que no imagino mantenernos como pueblo sin ser actores de esa renovación economica, aportando todo el talento, la inventiva y emprendedorismo típico del cubano y no solo como asalariados.Esa participación directa,sin que entre los beneficios que puedan llegar a nuestra economía y el cubano emprendedor medie monopolio burocrático alguno, fortalecería nuestra democracia, incentivaría el papel del trabajo como fuente de todo valor y sin dudas le daría al pequeño empresario, llamado de cuentapropista, su justo valor en la economía nueva que queremos fomentar.La empresa, para ser socialista, no tiene que ser necesariamente estatal.No importa que miles de visitantes arriben con la añoranza de la "postal cubana en tono sepia", nosotros debemos definitivamente enrumbar hacia la elevación sostenible de la calidad de vida de los que seguiremos siendo de "a pie".
ResponderEliminarMi amigo, siempre se ha dicho que el futuro es de los jovenes y asi lo creo siempre contando con las experiencias que dan los mayores y asi ir aprendiendo mas. Estoy muy segura prque lo estoy viendo que en Cuba hay mucho, mucho, mucho talento para hacer de ella una bella tasa de oro si les es permitido hacerlo.No solo los jovenes con talento sino tambien los hombres y mujeres que decean lo positivo para su pais .Confio en Dios que asi sea .
ResponderEliminarEddygil:
ResponderEliminarlas semillas se sembraron cuando la Republica se formo. Esas semillas crecieron salieron algunas malas yerbas pero siguio creciendo dando buenos frutos hasta que en el 1959 de un solo machetazo castrista acabo con todo el sembradio y sus surcos....todo lo demas es ahora mala.
En otras palabrass y sin rodeos alguna. El oido fue sembrado con semillas de mala yerba y esa yerba como la marabunta a corcomido el corazon del arbol cubano que esta asfixiado. La cura es una tala y empezar de nuevo ya que esta malo y torcido claramente. EMO
Mi querido amigo, tienes toda la razon en todo lo que has dicho. Sobre la dignidad te dire que en todo tipo de sociedad hay que luchar por ella y ser muy fuerte para mantenerla, es solo una estrategia de aprender todos los sistemas sin dejar de ser uno mismo y siempre respetar . Donde hay derechos civiles siempre hay que exigirlos, luchar por ellos y al mismo tiempo ejercerlos, Un derecho civil es derecho siempre y cuando no ataque u ofenda a otra persona ENTONCES... deja de ser derecho para convertirce en agrecion sea fisica o verbal. Todo es un eterno aprendisage y de la misma manera que se aprende una cosa se aprenden todas y la major Universidad es El Tiempo , poco a poco siempre estando claro que el Paraiso no existe. La Sociedad nunca sera igual , es imposible que seamos iguales todos sencillamente porque que culpa tiene el inteligente que haya brutos, que culpa tiene el trabajador y honesto que hayan vagos y deshonestos, que culpa tiene una persona que estudia y se esfuerza que haya otros que se sientan a esperar que se lo den todo gratis y asi te puedo citar miles de ejemplos, por lo tanto hay que aprender a vivir siendo lo major que uno puede ser dentro de esta jungle mixta de todo tipo de animales y tartar de concervar esa dignidad que hace al hombre grande , solo le pido a Dios lo major para mi Cuba bella y que todos seamos un solo pueblo porque es nuestra patria y a todos nos pertenece seamos como seamos , pensemos como pensemos y creamos lo que creamos .
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