¿Qué será de la auténtica Cultura Cubana? |
EDITORIAL
Por Ernesto Andrés (Presidente de la Asociación Hermanos
Saíz) Célula Contramaestre.
¿Cómo es posible
que se repitan las mismas cosas en una especie de círculo vicioso y no suceda
nada al respecto?, así pensábamos mientras la Directora de Cultura,
aquí en Contramaestre, oriente de Cuba, proponía al gobierno local que había
que cederle espacio a los particulares para que mostraran otra manera de hacer
las cosas en los espacios públicos. Pensamos, tamaña forma de negociar la
cultura. ¿Por qué lo sostenemos?
Lo preocupante
del caso es que la propuesta viene de la máxima responsable por velar que se
cumpla la política cultural en Contramaestre y que de manera tan estridente deja el barco a la
deriva, en un intento desesperado por hacer de las “Noches contramaestrenses”,
actividad que se realiza los sábados en nuestra ciudad, todo un
espectáculo para los diversos públicos, diríamos más bien un negocio, sin importar
que están mutilando la verdadera cultura.
¿Qué falso
concepto de Cultura tiene la citada Directora? Al parecer, para ella la cultura
es un cabaret. Es imposible pensar una mente racional que crea que un
particular, sin los contenidos necesarios, acompañado de una carpa con bebidas
y audio potente, se apropie de los espacios públicos, sin tener la capacidad de
proponer alternativas donde prime el talento y el buen gusto que ayuden al
mejoramiento humano, al sano entretenimiento y a la utilidad de la virtud.
Cualquiera a su
usanza puede pensar que detrás de esto hay, lo que pudiéramos llamar, tráfico
de Influencias; pero en esto hay algo más peligroso, estamos dejando que lo pseudocultural
se adueñe de la cultura, que es el alma de la nación cubana. Lamentablemente no
tenemos instituciones capaces de hacer visible un civismo responsable que se
pronuncie al respecto. Las autoridades locales prefieren “salvar el momento” y
no piensan en el futuro. ¿Qué será del cubano de Contramaestre con decisores que negocian
nuestra cultura tan arbitrariamente? ¿Qué será de la auténtica Cultura Cubana?
Nos toca a
nosotros, fieles defensores de la cultura y veladores por la correcta
aplicación de la política cultural, tomar cartas en el asunto. La Cultura Cubana
no la mutila nadie por intereses de compadreo u otra cosa. Mientras quede un
joven artista comprometido, habrá energías suficientes para hacerle frente a
estos desfases de los decisores locales.
Es hora de que
rindan cuenta ante la
Asociación Hermanos Saíz y la Sociedad Cultural
José Martí, por mencionar algunas organizaciones, esas personas como la
funcionaria mencionada en nuestro Editorial. Tal parece que ella olvida que a las instituciones
culturales les corresponde potenciar el buen gusto, ir al rescate de lo más
genuino de los cubanos, hacer un socialismo con swing, pero al parecer ella y
los que la apoyan, son incapaces de conseguirlo.
Su obsolescencia
tecnológica no les impide competir con algo digno y de calidad; se sienten
incapaces de competir con esas carpas particulares que han encontrado un estilo
muy peculiar de llenar los espacios públicos: pantallas y un “loco” animando; pero:
¿quién dirige a ese “loco”?, ¿quién vela por lo que dice o hace?, ¿quién
permanece atento si viola los principios que establece la política cultural?
“No podemos temer
que nos tilden de conflictivos. Hay que entrarle con fuerza a este asunto,
duélale a quien le duela”. Estas fueron las palabras del poeta y pintor Eduard
Encina en la Plenaria
de la Asamblea Post
Congreso de la
Asociación Hermanos Saíz de Santiago de Cuba, el pasado 9 de
septiembre de 2015; a lo que el Viceministro de Cultura Abel Acosta acotó: “La
verdadera cultura, la real, la auténtica ha pasado a ser de la resistencia,
porque poco a poco la vulgaridad y la bazofia cultural se han ido imponiendo.
Por ello no podemos dejar de presionar a las instituciones estatales. La única
manera de enfrentar esta etapa compleja, en términos ideológicos, es desde la
creación, desde el arte mismo”.
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