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domingo, 26 de abril de 2020

ANTE LO DESCONOCIDO. La pandemia y el sistema mundo*

Alejandro Pasquale, Origen y destino (Gentileza Galería Mar Dulce)
"Con la lucidez que lo caracteriza, Ignacio Ramonet realiza un análisis profundo acerca de una de las mayores crisis de la humanidad. Desde el comportamiento de las principales potencias y los países asiáticos, pasando por las consecuencias económicas, políticas y sociales, el avance del control a través de la tecnología, el rol de Estado y los ganadores y perdedores de esta pandemia, el texto que compartimos revisa distintos aspectos esenciales para entender este cambio de época".

A continuación, algunos fragmentos del análisis:

Por Ignacio Ramonet.

"Según la investigadora Isabel Sola, del Centro Nacional de Biotecnología de España : « Una vez dentro de la primera célula humana, cada coronavirus genera hasta 100.000 copias de sí mismo en menos de 24 horas…[23] » Pero además, otro rasgo singular y astuto de este patógeno es que, al invadir un cuerpo humano, concentra su primer ataque, cuando aún es indetectable, en el tracto respiratorio superior de la persona infectada, desde la nariz a la garganta, donde se replica con frenética intensidad. Desde ese momento, ya esa persona -que no siente nada- se convierte en una potente bomba bacteriológica y empieza a diseminar masivamente en su entorno -simplemente al hablar o al respirar- el virus letal…

(...)

Sólo una minoría de contagiados padece el segundo ataque del germen, concentrado esta vez en los pulmones, de manera similar al SARS de 2002 (aunque la carga viral del nuevo coronavirus es mil veces superior a la del SARS), provocando neumonías que pueden llegar a ser letales, sobre todo en personas mayores de 65 años con enfermedades crónicas.

Como el número de contagiados es masivo y simultáneo, esta minoría -que representa un 15% de todos los infectados -y que es la que acudirá a los hospitales-, puede alcanzar con celeridad cifras muy elevadas según el volumen de población… Como lo hemos visto en China, Irán, Italia, España, Francia, Reino Unido o Estados Unidos, basta con que varios miles de personas acudan al mismo tiempo a las urgencias de los hospitales para colapsar todo el sistema sanitario de cualquier país por muy desarrollado que sea.

En Wuhan, Teherán, Milán, Madrid, París, Londres o Nueva York, médicos y enfermeros se vieron pronto totalmente sobrepasados. Faltaron mascarillas, gel desinfectante, material de protección para el personal sanitario, camas en las UCI, respiradores, etc. En varias ciudades (Wuhan, Madrid, Nueva York), las autoridades, desbordadas, tuvieron que echar mano de las fuerzas armadas o de voluntarios civiles para construir a toda velocidad hospitales improvisados de miles de camas. En casi todas partes, las autoridades confesaron que no habían previsto semejante avalancha de enfermos, « un continuo tsunami de pacientes en estado grave…

...en noviembre de 2008, por el National Intelligence Council (NIC), la oficina de anticipación geopolítica de la CIA, que publicó para la Casa Blanca un informe titulado « Global Trends 2025 : A Transformed World» [29] . Este documento resultaba de la puesta en común -revisada por las agencias de inteligencia de Estados Unidos- de estudios elaborados por unos dos mil quinientos expertos independientes de universidades de unos treinta y cinco países de Europa, China, India, África, América Latina, mundo árabe-musulmán, etc.

Con insólito sentido de anticipación, el documento confidencial anunciaba, para antes de 2025, "la aparición de una enfermedad respiratoria humana nueva, altamente transmisible y virulenta para la cual no existen contramedidas adecuadas, y que se podría convertir en una pandemia global." El informe avisaba que "la aparición de una enfermedad pandémica depende de la mutación o del reordenamiento genético de cepas de enfermedades que circulan actualmente, o de la aparición de un nuevo patógeno en el ser humano que podría ser una cepa de influenza aviar altamente patógena como el H5N1, u otros patógenos, como el SARS coronavirus, que también tienen este potencial. »

El informe advertía, con impresionante antelación, que « si surgiera una enfermedad pandémica, probablemente ocurriría en un área marcada por una alta densidad de población y una estrecha asociación entre humanos y animales, como muchas áreas del sur de China y del sudeste de Asia, donde no están reguladas  las prácticas de cría de animales silvestres lo cual podría permitir que un virus mute y provoque una enfermedad zoonótica potencialmente pandémica… »

Los autores también preveían el riesgo de una respuesta demasiado lenta de las autoridades : "Podrían pasar semanas antes de obtener resultados de laboratorio definitivos que confirmen la existencia de una enfermedad nueva con potencial pandémico. Mientras tanto, los enfermos empezarían a aparecer en las ciudades del sureste asiático. A pesar de los límites impuestos a los viajes internacionales, los viajeros con leves síntomas o personas asintomáticas podrían transmitir la enfermedad a otros continentes." De tal modo que "olas de nuevos casos ocurrirían en pocos meses. La ausencia de una vacuna efectiva y la falta universal de inmunidad convertiría a las poblaciones en vulnerables a la infección. En el peor de los casos, de decenas a cientos de miles de estadounidenses, dentro de los Estados Unidos, enfermarían, y las muertes, a escala mundial, se calcularían en millones ».

Como si ese documento no fuera suficiente, otro informe más reciente, de enero de 2017, elaborado esta vez por el Pentágono y también destinado al presidente de Estados Unidos (que ya era Donald Trump), alertó de nuevo claramente que "la amenaza más probable y significativa para los ciudadanos estadounidenses es una nueva enfermedad respiratoria" y que, en ese escenario, « todos los países industrializados, incluido Estados Unidos, carecerían de respiradores, medicamentos, camas hospitalarias, equipos de protección y mascarillas para afrontar una posible pandemia.

A pesar tan explícitas y repetidas  advertencias, Donald Trump no dudó en deshacerse, unos meses después de este último informe (!), del Comité encargado -en el seno del Consejo de Seguridad Nacional- de la Protección de la Salud Global y la Biodefensa, presidido por el almirante Timothy Ziemer, un reconocido experto en epidemiología[31]. Ese Comité de técnicos era precisamente el que debía liderar la toma de decisiones en caso de una nueva pandemia… « Pero –explica el periodista Lawrence Wright, que entrevistó a Ziemer y a todos los miembros de ese Comité- Trump eliminó a quienes más sabían sobre este asunto… Uno de tantos errores colosales del presidente de Estados Unidos. Los anales mostrarán que ha sido responsable de uno de los fallos de salud pública más catastróficos de la historia de este país. Si hubiera escuchado, hace meses, las advertencias de los servicios de inteligencia y de los expertos en salud pública sobre la grave amenaza que suponía el brote de coronavirus en China, la actual explosión de casos de covid-19 podía haberse evitado.

Hubiese bastado también que Trump y otros dirigentes mundiales escucharan los repetidos avisos de alerta difundidos por la propia OMS. En particular el grito de alarma que esta organización lanzó en septiembre de 2019, o sea la víspera del primer ataque del nuevo coronavirus en Wuhan.  La OMS no dudaba en prevenir que la próxima plaga podía ser apocalíptica : « Nos enfrentamos a la amenaza muy real de una pandemia fulminante, sumamente mortífera, provocada por un patógeno respiratorio que podría matar de 50 a 80 millones de personas y liquidar casi el 5% de la economía mundial. Una pandemia mundial de esa escala sería una catástrofe y desencadenaría caos, inestabilidad e inseguridad generalizadas. El mundo no está preparado.

Con mayor precisión aún si cabe, otro informe anterior ya había avisado sobre el peligro específico de los nuevos coronavirus : « La presencia de un gran reservorio de virus similares al SARS-CoV en los murciélagos de herradura, junto con la cultura de comer mamíferos exóticos en el sur de China, es una bomba de relojería… La posibilidad del surgimiento de otro SARS causado por nuevos coronavirus de animales, no debe ser descartada. Por lo tanto, es una necesidad estar preparados.

(...)

Es bien conocido también que, en 2015, Bill Gates, fundador de Microsoft, avisó que estaban reunidas todas las condiciones para la aparición de un nuevo azote infeccioso que podría fácilmente ser desperdigado por el mundo por los enfermos asintomáticos: « Puede que surja un virus -explicó- con el que las personas se sientan lo suficientemente bien, mientras estén infectadas, para subirse a un avión o ir al supermercado… Y eso haría que el virus pudiera extenderse por todo el mundo de manera muy rápida… El Banco Mundial calcula que una epidemia planetaria de ese tipo costaría no menos de tres billones de dólares, con millones y millones de muertes.

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« La ciencia sabía que iba a ocurrir. Los Gobiernos sabían que podía ocurrir, pero no se molestaron en prepararse. – explica el veterano reportero y divulgador científico David Quammen quien, para escribir su libro Contagio[38] (Spillover. Animal infections and the next human pandemic),  recorrió los cuatro rincones del planeta persiguiendo a los virus zoonóticos, es decir los que saltan de los animales a los humanos – Los avisos decían: podría ocurrir el año próximo, en tres años, o en ocho. Los políticos se decían: no gastaré el dinero por algo que quizá no ocurra bajo mi mandato. Este es el motivo por el que no se gastó dinero en más camas de hospital, en unidades de cuidados intensivos, en respiradores, en máscaras, en guantes... La ciencia y la tecnología adecuada para afrontar el virus existen. Pero no había voluntad política. Tampoco hay voluntad para combatir el cambio climático. La diferencia entre esto y el cambio climático es que esto está matando más rápido.

(...)

En todo caso, a escala planetaria, el nuevo patógeno no pudo ser inmediatamente contenido y enclaustrado en la zona donde apareció. Y esos primeros días de indecisión y desconcierto resultaron decisivos. El germen pudo así escapar de su zona de nacimiento y, con insólita celeridad, conquistar el mundo. Ni siquiera los adeptos más convencidos de las teorías de la colapsología imaginaban que toda la humanidad sería golpeada con semejante contundencia en tan breve tiempo. Apenas han pasado cuatro meses desde el instante (diciembre de 2019) en que los primeros casos de esta nueva neumonía infecciosa fueron identificados en Wuhan. Y en tan corto intervalo, la plaga ha provocado una auténtica crisis sistémica y una interrogación sobre el sentido mismo de la civilización humana.

(...)

¿Cómo será el planeta cuando termine la pandemia? El mundo va a necesitar voces autorizadas, con carisma y fuerza simbólica, que muestren el buen camino colectivo para iniciar una etapa nueva, como se hizo después de la Segunda Guerra mundial. La ONU deberá reformarse y dar entrada, como miembros permanentes del Consejo de Seguridad, a nuevas naciones como India, Nigeria, Egipto, Brasil y México, más representativas de la realidad del mundo contemporáneo.

(...)

Todos los países del planeta siguen enfrentando -al mismo tiempo y por primera vez- la embestida de una suerte de alienígena… La pandemia va para largo. Y es posible que el virus, después de mutar, regrese. Tal vez el próximo invierno… Dada la enormidad de lo que está ocurriendo, se avecinan cambios. Aunque nadie sabe cuáles serán los posibles escenarios que se impondrán. Las incertidumbres son numerosas. Pero está claro que puede ser un momento de rotunda transformación.

(...)

Cualquier respuesta post-pandémica debería apoyarse, como sugiere Edgar Morin, en « los principios de una economía verdaderamente regenerativa, basada en el cuidado y la reparación ».

(...)

Sería inteligente anticipar también la próxima crisis climática, que podría sorprendernos pronto igual que lo hizo el SARS-CoV-2… Detener el consumismo furioso y acabar con la idea del crecimiento infinito. Nuestro planeta no puede más. Agoniza. Se nos está muriendo en los brazos… Es imperativo acelerar la transición energética no contaminante y apresurarse en implementar lo que los ecologistas reclaman desde hace tiempo, un « Green New Deal », un ambicioso Acuerdo Verde que constituya la nueva alternativa económica mundial al capitalismo depredador.

(...)

Por el momento, sociedades enteras siguen confinadas en sus viviendas. Dóciles, asustadas, controladas, silenciosas. ¿Qué ocurrirá cuando se levanten los confinamientos ? ¿Qué habrán estado ruminando los pueblos durante su inédito ‘aislamiento social’ ?¿Cuántos reproches han estado acumulando contra algunos gobernantes ? No es improbable que asistamos, aquí o allá, a una suerte de estampida revoltosa de ciudadanos indignados -muy indignados- contra diversos centros de poder acusados de mala gestión de la pandemia…

(...)

Pensemos en lo que ocurrió con la pandemia de la « gripe de Kansas » (mal llamada « española) que se extendió a todo el planeta entre enero de 1918 y diciembre de 1920. ¿Quién la recordaba antes de la plaga actual, aparte algunos historiadores ? Todos la habíamos olvidado… A pesar de que infectó a unos quinientos millones de personas -la tercera parte de la humanidad de la época- y mató a más de cincuenta millones de enfermos…

¿Y qué pasó después ? ¿Europa y Estados Unidos construyeron acaso la ‘sociedad justa’?... La respuesta es : no. Las promesas se desvanecieron. La mayoría de los supervivientes de la mortal gripe se apresuraron en olvidar. Un manto de amnesia recubrió el recuerdo. La gente prefirió lanzarse a vivir la vida con un apetito desenfrenado en lo que se llamó los « felices años veinte » (the roaring twenties). Fue la época del jazz, del tango, del charlestón, del triunfo de Hollywood y de la cultura de masas. Una euforia artificial y alienante que acabaría estrellándose, diez años después, contra el crack bursátil de 1929 y la Gran Depresión…

En aquel mismo momento, en Italia, una doctrina nueva llegaba al poder. Estaba destinada a tener mucho éxito. Su nombre : el fascismo… ¿Se repetirá la historia ?"
 

lunes, 31 de julio de 2017

Lo que puede venir en Venezuela*


Foto tomada de  la multi-estatal Telesur.
En este escenario muchos ponen el ejemplo de Cuba, que tras el embargo de Estados Unidos impuesto en 1960 vio cómo su economía, sobre todo después de la caída de su mayor auspiciante, la Unión Soviética, se fue al piso y millones de personas cayeron en la pobreza y sufrieron años de escasez.

Pero el aislamiento de Cuba no significó que el gobierno fuera menos popular internamente ni que la estabilidad política se fracturara.

Y, de todas formas, hoy el mundo está más globalizado y los países se ven más afectados por lo que ocurre en el escenario internacional.

En eso, pocos países son como Venezuela, que si bien tiene un gobierno autodeclarado antiimperialista, es profundamente dependiente de lo que ocurre en otras naciones.

El 70% de lo que consumen los venezolanos viene del exterior, el Estado tiene importante activos en el extranjero y el 95% de sus ingresos son de la venta petrolera.

Todos esos vínculos comerciales se ponen en riesgo cuando se rompen las relaciones de Venezuela con otros países.

Más rechazo de la comunidad internacional puede que no acabe con la crisis política y social del país. Incluso puede profundizarla.

Pero también puede conseguir que Maduro se sienta contra las cuerdas y acceda a lo que le piden la oposición y la comunidad internacional.

El mundo, en todo caso, tiene los ojos en Venezuela.

La pregunta es qué implica realmente que un país esté aislado en el mundo globalizado de hoy en día.

Lo primero que habrá que ver, en especial si se producen las sanciones económicas al sector petrolero venezolano, es cómo reacciona el gobierno en su búsqueda de mayor apoyo y acuerdos comerciales con países como India, China y Rusia.

*Tomado del diario español ABC 

jueves, 15 de mayo de 2014

Surrealismo económico en Cuba

El Estado debe tener en cuenta el tema de la inversión del capital privado nacional.
Por Ernesto Andrés de la Fe. (Escritor) ernestoandres.delafe@nauta.cu

Ya es un hecho. Cuba está abierta a la Inversión Extranjera como una forma de ingresar capital y esto en materia de desarrollo es un paso de avance. Generar ingresos del exterior, empleos, desarrollo tecnológico y social, es quizás una de las pocas cartas que tenemos para una mejora progresiva de la economía. Cuba ofrece a los inversores facilidades y comodidades,  así como garantías en impuestos y fuerza de trabajo calificada.

Sin embargo, hay quienes sostienen que con la apertura a la inversión extranjera directa, va a aparecer en la isla una división de clases extraordinaria. Es cierto, tienen razón los que piensan así. China con su modelo nos ha demostrado como convergen Socialismo y Capitalismo en busca de sostener la economía con nuevos métodos y mejoras para los trabajadores, y ello le ha permitido ser una de las economías más sólidas en medio de la crisis que golpea al planeta.

Ya el Estado no tiene que preocuparse por mantener la gastronomía y otros servicios que carecían de calidad por la corrupción que en ellos se generaba;  además, el Ministerio del Turismo, por ejemplo, no tiene que inquietarse por el servicio extra hotelero pues existe  un sin número de lugares de este tipo que cuentan con calidad y variedad de ofertas.

Con la despenalización del dólar se comenzó a notar la diferencia de “clases”, es cierto que todos tenemos las mismas oportunidades en cuanto a la Educación y la Salud, sin embargo, el tema de la diferencia viene a servirse a la mesa fuertemente con las “Misiones Internacionalistas”, que hasta el momento son la principal vía de ingresos al país y han creado una clase media, -no reconocida por el Estado-, que se empeña en seguir explicando a los estudiantes universitarios, a través de asignaturas  como Filosofía Marxista Leninista,  que en Cuba las clases sociales pertenecen al pasado, cuando la gran verdad es que día a día sentimos una enorme distancia entre el discurso y la realidad.

Espero que este preámbulo haya sido comprendido, aunque las viñetas que utilizo parecieran que nada tiene que ver una con otra, estamos frente al dilema: Si hay tantas facilidades para los inversionistas extranjeros y no es de ocultar que  en la isla la lucha clases sociales es un hecho: ¿Por qué no apostar también por la inversión de capital privado nacional? ¿Será  necesario sacrificar por lo menos dos generaciones, manteniendo una ideología ajena a la economía que se está implementando,  para que esta acabe de entrar al mercado como lo ha hecho China en los últimos años, después de la era Mao?

Creo que el Estado debe tener en cuenta, a tiempo, el tema de la inversión del capital privado nacional, y conjuntamente con el ingreso del capital extranjero,  potenciar renglones que necesitan un cambio radical en su gestión y administración.

Con la aparición de las nuevas formas empresariales, fundamentalmente la referida a las Cooperativas no Agropecuarias, se le ha intentado dar una solución; aunque a decir verdad las garantías y facilidades de arrendamientos de locales estatales, dígase unidades gastronómicas y de servicios, así como otros lugares en desuso, no resultan lo suficientemente seguras para alentar a futuros inversionistas, con capital privado nacional, a entrar a un mercado que parece un gran rompecabezas.

El tema de la formación de clases es totalmente imposible de frenar, pues “el Hombre piensa como vive”,  y si aumenta por las causas que sean los ingresos, aumenta el poder adquisitivo y el poder de demanda hacia nuevos productos, eso está más que claro.

Es lógico cometer errores en la aplicación de los nuevos modelos de gestión económica, cuando la infraestructura y la administración de las empresas mayoristas y minoristas, ha permanecido mucho tiempo, fuera de la competencia y existe poca experiencia.

El surrealismo económico continúa estudiándose detrás de un buró, mientras,  tocan a la puerta proyectos de inversión de capital privado nacional; tal vez una manera, no a gran escala como la extranjera, pero que a larga ayudará a resolver muchos problemas. 

martes, 28 de mayo de 2013

Con las fuentes periodísticas hay que trabajar con astucia

Lo contrario, andar por ahí como hormigas bravas, lo único que hace es cerrar puertas.

Publicado originalmente con el título: El trabajo con las fuentes periodísticas…. El dato o la vida
 
Por Lilibeth Alfonso Martínez (Blog La esquina de Lilith)
 
Las fuentes, ay las fuentes. Las hay de todas formas,  redondas, cuadradas, con varias caras, como casas de espejos, como fábricas de globos…, pero están ahí, necesarias y buscadas por todos los periodistas nacidos y por nacer. El dato, o la vida.

Todas tienen en común la necesidad urgente de quedar bien parados ante la prensa, así como nosotros -los periodistas- la nuestra de no dejar pasar gatos por liebres y, en todo caso, cogerlos en el intento.

Es una relación de amor-odio que funciona a las mil maravillas casi siempre con indulgencias de parte y parte, con cariñitos no demasiado glotones por aquí y por allá.

El asunto es que las necesitamos. El caso es que muchas veces nos rehúyen. Es el contrapunteo de nuestro oficio, vivamos en Cuba, en China o en Kuala Lumpur.

No sirve lamentarse. Entrenarnos sí.

Con la fuente hay que trabajar con astucia. Uno es periodista y tiene el derecho…, pero si una cosa tiene que funcionar en el trato con la fuente es la empatía. Ese que te atiende no es, en ningún caso, un enemigo.

Oígame, porque en casi 10 años de periodismo he logrado maravillas con mi sonrisa y mis buenas maneras. Y no los llevo suave, pero me guardo de malas formas, incluso de envalentonarme con sus desplantes.

Lo contrario, andar por ahí como hormigas bravas, lo único que hace es cerrar puertas. Y de esos carae’tranca conozco a unos cuantos.

Otro asunto, es la confianza. Una fuente que ve a un periodista equivocar una información que le proporcionó -para bien o para mal, en este caso no importa- difícilmente te abre nuevamente la puerta de buen talante.

Algunas fuentes, incluso, están traumadas y quieren ver las notas que tomas, o te exigen mandar el trabajo por correo, para pasarle la vista por si… porque antes les pasó y hubo explotes y huevos fritos de todos los colores.

Así que otro mandamiento para una buena relación con nuestras fuentes es caerles como bichos, revisar una y otra vez, y tratar por todos los medios de no equivocarnos.

Por otro lado, hay que saber preguntar. Con excepción de algunas muy generosas y parlanchinas, por lo general una fuente no te responde nada que no le preguntes. Verdad de perogrullo, no? Pero cuántas veces he visto a colegas irse con la de palo porque, sencillamente, no sabían.

Y para saber, hay que estudiar o por lo menos preguntarlo todo. No hacerse el sabihondo ni pretender que conoces de todo, es fundamental. Es mejor parecer estúpido que equivocarte y serlo.

También, hay que ser éticos. Y cuidadosos. Se agradecen las cortesías, pero por mucho trabajo que se pase y por muchas necesidades que se tengan no se vale hacer concesiones porque entonces pierdes todo el respeto.

Y respeto, en general. Llegar temprano a las entrevistas aunque siempre seas el que espera, andar limpio y con todo listo para tomar notas, usted, permiso. Ustedes saben…

Y no tirar la toalla. En la vida, los no nunca son definitivos. O casi nunca. Insistir, enamorar, hacer de todo. De todo, por el dato bendito que necesitamos para hacer periodismo, así sea un información.

Y si no te funciona. A la fuente siguiente, mi gente, que los datos no son de una sola persona…Va y con la segunda tienes más suerte. Ahh, y no te olvides que en nuestra profesión, a la tercera todavía no va la vencida.

Tomado de http://eskinalilith.wordpress.com/2013/05/28/el-dato-o-la-vida-el-trabajo-con-las-fuentes-periodisticas/

martes, 26 de abril de 2011

¿Abel Rosales o la muerte del faraón...?

Abel Rosales había comenzado en la locución radiofónica con sólo 14 años, conduciendo programas juveniles en la ciudad de Contramaestre, en la provincia de Santiago de Cuba. Cinco años después, cuando vio que el juego iba en serio, decidió cursar estudios de la especialidad. Así se hizo locutor.

Harold Santana Gainza. Periodista y locutor cubano. Actualmente, presentador de noticias. Televisión Central de China (CCTV Internacional)

Aunque Tutankamen había muerto siglos atrás, sin dudas, primero fue Abel Rosales, luego “La muerte del Faraón”. Antes de su obra más premiada y aclamada, este joven disfrutaba una exitosa carrera en la creación radiofónica de Cuba.

De tanto oír su nombre ya me era familiar; pero lo vi por primera vez en los pasillos de CMKC, en Santiago de Cuba. Yo me reincorporaba a esta emisora, después de haber cursado mis primeros estudios universitarios.

Luego, Abel fue a vivir y a trabajar a la capital cubana y me tocó asumir la difícil tarea de dirigir el noticiero estelar de la CMKC, mucho más cuando él era el precedente. Un amigo común nos acercó, durante las sesiones teóricas del Evento y Concurso Caracol de la UNEAC. Así comenzaron nuestras primeras conversaciones sobre vida y radio.
Gracias a su pasión y a su trabajo en la producción para la radio de onda corta, hoy Abel Rosales se desempeña como locutor, reportero y editor del Servicio en Idioma Español de Radio Internacional de China.

Su voz bien timbrada voz de “barítono atenorado”, como diría mi profe Alea, expresa toda la espiritualidad, la gracia y la determinación de la personalidad de este joven locutor.

Abel Rosales había comenzado en la locución radiofónica con sólo 14 años, conduciendo programas juveniles en la ciudad de Contramaestre, en la provincia de Santiago de Cuba. Cinco años después, cuando vio que el juego iba en serio, decidió cursar estudios de la especialidad. Así se hizo locutor.

Emisoras de Santiago de Cuba, como Radio Grito de Baire (Contramaestre), Radio Majaguabo (San Luis), Radio Baraguá (Palma Soriano) y la provincial CMKC fueron testigos de su desempeño ante los micrófonos de programas tan diversos como musicales, juveniles, noticiarios, de orientación y radio-revistas.

En 1997, sus inquietudes literarias lo llevaron a escribir sus primeros guiones, desde documentales hasta dramatizados. En su afán de preservar aquellas ideas que plasmó en el papel, comenzó a producir y dirigir sus creaciones para la radio. Así puso en las ondas los programas que con el paso del tiempo contendrían las esencias de una estética muy suya.

Después de cinco años conjugando sus estudios con el trabajo diario, obtuvo en 2001, su título de Licenciado en Arte de los Medios Audiovisuales, en la especialidad de dirección, en el Instituto Superior de Arte, de Cuba.

En su tesis de grado, Abel Rosales sostuvo y demostró que la poesía contiene elementos para construir el argumento de historias de ficción, adaptadas a la radio. La evidencia fue “La muerte del faraón”, cuento de alta calidad dramatúrgica, actoral y sonora, inspirado en la prosa poética “Carta de Amor al Rey Tutankamen”, de la poetisa cubana Dulce María Loynaz. Con esta propuesta, obtuvo disímiles galardones en concursos de radio.

En Ciudad de la Habana continuó su pasión por los informativos radiofónicos, con la dirección general de la revista “Buenos Días, Ciudad”, de Radio Ciudad de la Habana.

Después de diplomarse en periodismo en la Universidad de la Habana ejerció la profesión que le abrió el mundo del reporterismo para la radio, la TV y la web. Estudiantes de periodismo y de comunicación audiovisual han tenido en Abel Rosales a uno de los mejores tutores de los últimos tiempos en la radio cubana.

Son innumerables sus premios y reconocimientos en los más trascendentes concursos de radio, entre ellos el Festival de la Radio Joven “Antonio Lloga In Memorian”, el Festival Nacional de la Radio o el Concurso Caracol de la UNEAC. En más de una ocasión, jurados de los que formé parte, concedieron a Abel Rosales los más altos galardones en las especialidades que cultiva.

En 2007 y 2008, obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Cultural y ha sido miembro de jurados de creación radial a diferentes niveles. Asimismo ha obtenido cuatro premios internacionales, otorgados por la Caribbean Broadcasting Union (CBU)

Los temas de sus creaciones varían, desde el deporte, con programas dedicados a figuras como el gimnasta cubano Erik López, hasta el ballet, y sus abordajes a las carreras de los Maitres Fernando Alonso y Aurora Bosch.

Radio Habana Cuba, la emisora internacional de la isla caribeña, le abrió sus puertas en 2006. Desde entonces, asumió el reto de continuar “Formalmente Informal”, el programa más antiguo de la onda corta en América Latina, fundado por el insigne periodista Orlando Castellanos, y preservado durante años por otros talentosos realizadores. Asimismo Rosales dirigió la Revista Iberoamericana, uno de los principales informativos de RHC.

Hoy, desde Beijing, tras su habitual presentación en la estación radiofónica más grande del continente asiático, está el gusto de Abel Rosales por la cultura china, los enigmas y lo desconocido.

Tomado de http://bitacorasinocubana.blogspot.com/2010/07/abel-rosales-o-la-muerte-del-faraon.html


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