En el cine de mi pueblo ya no se proyectan películas. Ahora solo sirve de escenario a cómicos y cirqueros. |
Por Osmar Barrios Mora (Realizador de audiovisuales y promotor cultural)
En el cine de mi pueblo ya no se proyectan películas. Ahora solo sirve de escenario a cómicos y cirqueros. Lejanos están los tiempos en que luego de largas colas para entrar, disfrutábamos con los estrenos de filmes espectaculares que el tiempo convertiría después en clásicos.
Atrás quedaron la magia, la emoción de ver iluminarse la pantalla. Los jóvenes perdieron el espacio para sus citas amorosas. Hace poco participé en una tertulia donde se trató el tema del cine (La industria, no el local) y llegamos a una conclusión demoledora: Hemos perdido el gusto por la sala oscura.
¿Por qué el cine ya no atrae a la gente? Pienso que se debe en lo fundamental a los pobres presupuestos que se destinan a la industria nacional. Los obsoletos proyectores de la era soviética ya no cumplen su cometido, y los nuevos que están en el mercado resultan demasiado “caros” a la mentalidad ahorradora que cultivamos. Súmese a ello el estado deplorable de muchas salas cinematográficas, su lunetario, el sistema de audio, la ventilación; en fin, el abandono. Un aparte para las propuestas que distribuye el ICAIC. Son filmes desfasados y en su gran mayoría, de bajo nivel estético.
En estos tiempos de gran desarrollo tecnológico, el espectador cubano prefiere quedarse en casa a disfrutar de su película favorita. No tiene que comprar ticket para entrar, terminaron las largas colas, no necesita compañía. Se ha convertido en un espectador privado. Ha transformado el lunetario en un cómodo butacón, el sonido le llega a través de los cinco canales de audio de su teatro en casa, controla la temperatura en modernos ventiladores, y el clásico proyector deja libre el camino al consabido DVD. Resta solo cargar la memoria flash con cualquier bodrio que acaba de llegar en el paquete de la semana.
Recientemente le comenté mi preocupación a un amigo, gran conocedor del séptimo arte y me afirmó: “El cine no va a morir”. Su lacónica respuesta me dejó reflexionando ¿Se refería a la industria del entretenimiento o al cine de mi pueblo? Si hablaba del último tengo mis dudas, porque para mí hace mucho que murió.
Ariel Arias: Oye el cine de contramaestre hay que levantarlo Todavia el gordo manolo magran trabaja ahi Me acuerdo de la pelicula La vida sigue igual de Julio Iglesias eso fue un fenomeno tu la viste ahi
ResponderEliminarLázaro Javier Chirino Díaz: El cine de Nueva Gerona esta hecho leña... como muchos
ResponderEliminarMaria Jerez Jerez: De cuatro instalaciones que hay en Palma Soriano, solo uno se mantiene activo... el resto quedó en el olvido y ahora el presupuesto para reactivarlo no se tiene. Se ha perdido eso de invitarnos ir al cine a ver una buena película
ResponderEliminarOlga Thaureaux Puertas: Creo que el reto también está en las propuestas cinematográficas. El mundo de los CVD y sus propuestas es por minutos.
ResponderEliminarRosa Cristina Baez: Independientemente de los bodrios al uso en la isla, este es un fenómeno que esta carcomiendo los cines barriales al menos en toda América, seria bueno un estudio minucioso sobre el tema
ResponderEliminarVincenzo Basile: Europa tambien. No voy al Cine desde que salió la pelicula "Che, el argentino" y "Che, guerrilla", es decir, desde el 2009
ResponderEliminarSegún la mentalidad del Diario Granma:
ResponderEliminar"Lo más importante es cerrar los cines 3D privados que proyectan filmes 3D de mala calidad artística. ¿Presupuesto para reparar los cines estatales? No! la patria tiene necesidades más ingentes.
Rosa Cristina Baez: La ultima peli que NO vi en el cine fue algo de perros que pusieron en un Festival del NCL y ganó y todo pero tenia una carga de violencia que fue mucho para mi y me levante y me fui... luego no he podido ir mas, yo que veia hasta 3 pelis en un dia... nada que la renguera esta es una joda totañ
ResponderEliminarCarlos Ramon Sanabria ¿Y si alguien quisiera abrir una pequeña sala de cine (con los D que sean) en tu pueblo? A no, ya sabemos la respuesta...Bueno... a ver, es una de esas preguntas sin destinatario predeterminado. Retorica.
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