Ángel del Toro Fonseca. (Periodista y Ejecutivo de la Radio).Fot. Arnoldo Fernández. |
“Cuba no
tiene por qué temer: tiene hijos que sólo la abandonarían cuando cierren los
ojos.” José Martí
El paquete no es el peligro, el peligro
está en que no sepamos educar a nuestra gente en poder escoger atinadamente
entre arte y banalidad. Debemos aprender a convivir “en paz y unión” con el
paquete, de la misma manera que lo hacemos con los demás sistemas de
información y aceptar que ya no son los únicos en ofertar y decidir
información.
Periodista (P): ¿Consumes programas de los que se distribuyen en los
paquetes?
A.T.F: Sí como no, documentales de ciencias y técnica,
materiales relacionados con la naturaleza, con los descubrimientos del mundo,
materiales dedicados a la historia universal, sobre temas de patrimonio,
monumentos, la historia contemporánea. Hay otros materiales que vienen pero que
nunca han sido de mi interés como por ejemplo novelas, filmes de ciencia
ficción, pero si han sido de mi agrado algunos trabajos relacionados con
grandes eventos deportivos, pero telenovelas y musicales, te repito, realmente
nunca han sido de mi interés.
P: ¿Crees que todo lo que se distribuye en los paquetes sea
banal?
A.D.F: Yo creo que todo no es banal, hay un por ciento que sí
y hay un por ciento de material dañino que lejos de ayudar a la formación,
sobre todo de los jóvenes, pues trasladan un grupo de aspectos de la realidad
que no son consustanciales a Cuba, por ejemplo con relación a la identidad,
pero no todo es banal.
P: ¿En los programas que hoy exhibe la Televisión Cubana
podemos encontrar arte o banalidad?
A.D.F: Creo que hoy en la mayoría de los espacios que tienen
que ver con el entretenimiento hay bastante banalidad, en muy pocos hay arte
televisivo como tal y en cuanto a los contenidos distan mucho de lo que hace
falta y de lo que prefiere el público. Hoy es difícil encontrar, por ejemplo,
en la tarde de los domingos un material instructivo o un material que sea
interesante e incluso un material útil para cualquier televidente de la media
en Cuba. Me refiero por ejemplo a los humorísticos, donde se persigue los lunes
por la noche el único humorístico de valor que tiene Cuba hoy. El resto de los
humorísticos que se ofrecen en otros canales son totalmente banales y no tienen
nada que ver con la idiosincrasia de los cubanos.
P: Son muchos los artistas aficionados que se encuentran
asociados al Sistema de Casas de Cultura en toda la isla: ¿Crees que este talento pudiera ser presentado
al público a través de cualquier programa de participación a la medida de La
Voz de España, de la Voz de México o incluso la Voz Kid?
A.D.F: Estoy absolutamente seguro de que si se aplicara un
sistema de selección, que en otras ocasiones en Cuba se a hecho, en manifestaciones
como el canto y el baile, por solo poner dos ejemplos, pero todo ha ido a la
ruina de una manera inexplicable. Y también estoy seguro que en Cuba existe en
cualquier rincón aficionados con una
alta calidad artística, hablo de niños, adolescentes y jóvenes y hablo además
de personas mayores que han transitado en alguna ocasión por el Sistema de
Casas de Cultura, pero que no han tenido un cauce superior a lo que se
contempla en su localidad. Hoy existen niños que se quedan en el anonimato, que
comienzan incluso muy bien con los instructores de arte, pero como ese sistema
de preparación y selección no existe, al menos yo no lo veo, como en las
escuelas tampoco se sigue un ciclo de preparación y de selección, los niños y
los jóvenes en materia de arte de las diferentes manifestaciones, queda trunco.
Pero si algo estoy completamente seguro, es que en Cuba sobran valores, en las
diferentes generaciones para hacer procesos de selección que constituyen
espectáculos y te digo más, el espectáculo “Cantándole al sol”, que era toda una tradición, se ha vuelto algo
clandestino, porque de momento usted ve aparecer este espectáculo con los
premiados nacionales, sin embargo el ciclo en la base usted no lo ve, pero
además muchos niños se quejan de que ellos pudieran hacer esto u otro igual que
esos niños que son premiados, pero no tienen la oportunidad para la preparación
y la selección y de esa misma forma ocurre con los artistas aficionados al
baile teniendo en la isla un proyecto que estuvo liderado por el sonero
Adalberto Álvarez, como lo fue la competencia de bailadores de casino, pero
usted no sabe donde quedó esa iniciativa, siendo Cuba una isla de bailadores en
el centro de una confluencia de disímiles cantos y bailes. El caso del baile
requiere una mirada aparte para su preparación y selección, se necesita urgentemente
buscar esos valores que desde niños están haciendo cosas maravillosas y se
pierden en la madeja de un sistema que muchos no entendemos.
P: ¿Tenemos entonces talento, producción, televisión para
realizar programas de mayor vuelo artístico que los que hoy llegan al púbico
cubano en los paquetes?
A.D.F: Estoy absolutamente convencido que sí, tenemos
aficionados, tenemos un sistema de
instructores de arte en casas de cultura y centros educacionales y creo que hay
carencias en la logística y en materia de producción. No todos nuestros
especialistas de producción hacen lo que tiene que hacer para lograrlo, para
proponer, incluso un buen espectáculo, no solo de la televisión, sino en una casa
de cultura, en una universidad, en un
teatro. Y en cuanto a la logística, no creo que falte en Cuba, es que no está
bien encausada y que existe además muy
poca exigencia con la producción.
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