Por Arnoldo Fernández Verdecia. caracoldeaguaoriente@gmail.com
El domingo 5 de febrero parecía un día más en Contramaestre, ciudad del oriente de Cuba; las mujeres lavando; los hombres asegurando el sobrevivir económico; pero un ama de casa rompió con esos moldes cotidianos de pueblo de provincias y presentó ante un parque Jesús Rabí abarrotado de personas: “Una locomotora de sueños”.
Así tituló Nancis Vega Garcés su primer libro, según ella, “escrito gracias al concurso de mis nietos, responsables principales de cada una de las historias que escribo”.
Vega Garcés se reconoce como “un ama de casa que tiene muchas historias dolorosas que compartir”, por eso dialogó sobre su azarosa vida y los problemas que una y otra vez la asedian.
En las palabras de Osmel Valdés, encargado de la presentación del mismo en Contramaestre, se reconoció la calidad de “Una locomotora de sueños”, según él, entre las mejores obras escritas para niños en Santiago, junto a “Niebla” y “El silencio de los peces”, de Teresa Melo y Eduard Encina, respectivamente.
Sugerente puede considerarse la valoración de Valdés cuando dijo a título personal: “Aquí hay una poesía que va de lo dulce a lo trágico. Historias que nos hacen mirarnos en el espejo de lo que Nancis escribe. En principio el libro se llamaría “Trueques y números”, pero los leyistas de la literatura no lo consideraron adecuado y el poeta Eduard Encina terminó proponiendo “Una locomotora de sueños”, que finalmente fue aceptada y funciona de maravilla para el conjunto de la obra”.
Algunos poemas, por la brevedad y calidad de los mismos, merecen compartirse en las páginas de Caracol de agua:
Cleptomanía
La rata oscura
El domingo 5 de febrero parecía un día más en Contramaestre, ciudad del oriente de Cuba; las mujeres lavando; los hombres asegurando el sobrevivir económico; pero un ama de casa rompió con esos moldes cotidianos de pueblo de provincias y presentó ante un parque Jesús Rabí abarrotado de personas: “Una locomotora de sueños”.
Así tituló Nancis Vega Garcés su primer libro, según ella, “escrito gracias al concurso de mis nietos, responsables principales de cada una de las historias que escribo”.
Vega Garcés se reconoce como “un ama de casa que tiene muchas historias dolorosas que compartir”, por eso dialogó sobre su azarosa vida y los problemas que una y otra vez la asedian.
En las palabras de Osmel Valdés, encargado de la presentación del mismo en Contramaestre, se reconoció la calidad de “Una locomotora de sueños”, según él, entre las mejores obras escritas para niños en Santiago, junto a “Niebla” y “El silencio de los peces”, de Teresa Melo y Eduard Encina, respectivamente.
Sugerente puede considerarse la valoración de Valdés cuando dijo a título personal: “Aquí hay una poesía que va de lo dulce a lo trágico. Historias que nos hacen mirarnos en el espejo de lo que Nancis escribe. En principio el libro se llamaría “Trueques y números”, pero los leyistas de la literatura no lo consideraron adecuado y el poeta Eduard Encina terminó proponiendo “Una locomotora de sueños”, que finalmente fue aceptada y funciona de maravilla para el conjunto de la obra”.
Algunos poemas, por la brevedad y calidad de los mismos, merecen compartirse en las páginas de Caracol de agua:
Cleptomanía
La rata oscura
vive
escondida
en
lo profundo
de
su guarida.
Saca
el hocico
sin
que la vean
por
un segundo
nos
ofaltea.
La
rata oscura
sale
de noche
rompe
el silencio
todo
lo rompe.
Se
roba el queso
roba
el jamón
y
se lo come
con
el ratón.
Escape al futuro
Tarros de acero
Escape al futuro
Tarros de acero
rompió
la soga
rompió
la cerca
rompió
el establo.
Ha roto todas
Ha roto todas
las
ataduras
que
lo tenían
hecho
un buey manso.
Saberse libre
Saberse libre
saltar
correr
sin
soga ni amo
es
su gran sueño.
Sentir la hierba
Sentir la hierba
y
con sus tarros
cortar
el aire
vencer
el tiempo.
“Una locomotora de sueños”, es un texto de la Colección Farolito, de Ediciones Santiago, con ilustraciones de Andrés Batista Valdés y la corrección editorial a cargo de Rainer Martínez.
Tiene razón Eduard Encina, en la nota de contracubierta, cuando afirma sobre la autora: “Hay una parte en ti que desconoces, una parte que vive en las palabras. Nancis Vega lo sabe y por eso escribió este Libro-Locomotora…”
Nancis se sobrepuso al ama de casa atrapada en el dominio de la mujer doméstica, cuando este domingo arrancó su locomotora en la ciudad de Contramaestre y anda ya pitando por Cuba y el mundo, junto a las escritoras Yulexis Ciudad y Mai Judit Serrano; las únicas hasta ahora con libros publicados, más allá de esas retóricas lírico depresivas de municipio que tanto nos desaniman.
“Una locomotora de sueños”, es un texto de la Colección Farolito, de Ediciones Santiago, con ilustraciones de Andrés Batista Valdés y la corrección editorial a cargo de Rainer Martínez.
Tiene razón Eduard Encina, en la nota de contracubierta, cuando afirma sobre la autora: “Hay una parte en ti que desconoces, una parte que vive en las palabras. Nancis Vega lo sabe y por eso escribió este Libro-Locomotora…”
Nancis se sobrepuso al ama de casa atrapada en el dominio de la mujer doméstica, cuando este domingo arrancó su locomotora en la ciudad de Contramaestre y anda ya pitando por Cuba y el mundo, junto a las escritoras Yulexis Ciudad y Mai Judit Serrano; las únicas hasta ahora con libros publicados, más allá de esas retóricas lírico depresivas de municipio que tanto nos desaniman.
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