lunes, 29 de junio de 2015

El llamado del corredor: Putaaaaaaaa…




Por Arnoldo Fernández Verdecia. caracoldeagua@cultstgo.cult.cu

A Diana

Hoy domingo he visto a Puta recorriendo nuestro barrio, había perdido la cuenta del tiempo que no la veía. Sus ubres, cargadas de leche, son su evidencia de los hijos traídos al mundo, para los cuales debe buscar comida diariamente y muchas veces no la consigue. Está muy flaca y sus ojos parecen hundidos en las cuencas húmedas. Me ha mirado con tristeza; puso su hocico en mi mano derecha y segregó saliva, parecía decirme lo tanto que me amaba, a pesar de no verme por largas semanas. Ella tenía la costumbre de visitar a mi mujer en el lugar donde vendía sus artesanías durante años, creo que más de diez; a la hora del almuerzo sus manchas marrones en el lomo la delataban, intuía cuando yo aparecía con aquel olor tan agradable a su estómago; venía con un trote feliz, porque nos sabía amigos y algo de comida siempre teníamos para su nobleza canina; pero un 23 de abril el corredor no tenía a sus amigos adorados, habían desaparecido sin dejarle una pista donde encontrarlos y saber de ellos; por varios días fue hasta el lugar, frente a la librería de la ciudad, pero allí no había nadie; durante semanas siguió buscándolos y casi se convenció de su ausencia definitiva.  Vagó por la ciudad creyendo verlos en muchos lugares, pero eran otros olores, ninguno parecido al de las personas que tanto amara. No tenía rastro alguno para encontrarlos. Un día decidió olvidarlos, algo había pasado y sus amigos   parecían esfumados de aquel corredor tan familiar, ahora tan extraño. Puta se fue a otros mundos; tuvo nuevos hijos; su cuerpo mostraba una imagen quijotesca, dolorosa ante personas sensibles amantes de los animales; no tenía refugio alguno e iba de un lado a otro buscando un trozo de pan, restos de arroz, tal vez huesos abandonados por alguien, o quizás piltrafas de carne roja o blanca echadas irresponsablemente en los latones de basura; se armó de una paciencia casi humana y en la noche contaba a sus hijos sobre aquellos amigos  que tanto amó y un día desaparecieron sin dejar huellas. Algo había pasado, su olfato lo presentía, hasta que una mañana de domingo sus ojillos vieron mi silueta y saltaron de alegría, vino a mí en un giro de nobleza extraordinaria y puso la humedad de su nariz en mi mano, yo casi la había olvidado;  me dolía tanto verla así, flaca, con aquella ubre colgándole, quizás con muchos hijos, pero no podía hacer nada, responsablemente acaricié su pelo por un rato, luego le dije adiós y ella me miró con ese dolor de animal bueno en el ruedo de los imposibles, entonces comprendí que era tan humana como nosotros mismos.

viernes, 12 de junio de 2015

Cuba: "En los blogs y en las redes sociales es tu conciencia la único que puede decirte que publicas y que no"*



Luis Sexto, Premio Nacional de Periodismo José Martí.
Por Lilibet Enriquez Infante 

Luis Sexto, Premio Nacional de Periodismo José Martí, asegura que “la ética responde a una práctica fundamental e insoslayable: yo tengo que respetar a mi semejante. Existe ética porque existe el otro, como principio que regula la conducta en la relación entre los hombres, porque el hombre convive y comparte el espacio, la profesión, los gustos”.

Muchos creemos que la Web es una dilatada llanura donde se puede decir cualquier cosa, porque la libertad individual nadie la puede regular. Eso permite la impunidad para ofender o insultar a un colega usando un pseudónimo o sostener ideas contrarias a las tuyas por el mero hecho de engañar a los demás, comentó el también miembro de la Comisión Nacional de Ética.

Los que tenemos blogs, sabemos que esas son habitualmente las reglas. En lo personal, suprimí los comentarios de mi blog, porque puedo polemizar con ideas e invertir tiempo en una discusión que resulte productiva, pero no puedo responder insultos o tonterías que escribe alguien debajo de un texto ajeno y no ofrecen una opción legítima y atendible a las ideas que se plantean.

“Necesitamos que los criterios polemicen, la verdad solo se va a encontrar en la discusión de muchos, pero manteniendo el equilibrio que supone el respeto a las ideas del otro. La polémica no la gana el que más grita, sino el que más sabe usar la razón”, afirmó.

Y agregó que una polémica es una lucha de ideas y no una guerra de insultos. Nos falta superar el desequilibrio, pues no se es periodista para molestar. Por ejemplo, si hacemos una crítica todo es malo o bueno, no sabemos valores y desvalores. El comportamiento de un periodista no es el de un aficionado en el estadio latinoamericano, donde se aplaude y se insulta desde el anonimato…pero en el terreno tienen que haber otras reglas. Esa podría ser una imagen de la web.

La causa evidente de este debate, quizás no sea la definitiva, es la impunidad garantizada de la Web. Eso está facilitando que algunos den cauce a las bajas pasiones que nos acompañan y que muchas personas mantienen a raya porque aplican la ética en sus conductas. Yo no estoy exento de bajas pasiones, pero entiendo que algunas actuaciones no serían compatibles con mi formación, mis principios morales, incluso con mi profesión, que tiene ante las personas cierta sacralidad.

Pero el hecho de que el espacio de Internet haya ofrecido una alternativa, que se está convirtiendo en esencial, no es la culpable en parte ni en totalidad de la falta de ética de algunos. Incluso, aunque este regulado, ¿cómo lo puedes impedir materialmente? En los blogs y en las redes sociales es tu conciencia la único que puede decirte que publicas y que no. Hay que apelar al decoro humano, pero sobre todo al decoro profesional de quienes lo ejercen.

El uso de los instrumentos de la profesión debe estar regido por principios éticos, que nos obliguen a hacer un uso útil y constructivo de esos medios. Ese espacio está en nuestras manos como una especie de mandato social, que debemos agradecer usándolo éticamente, que es como decir honradamente.

Explicó que los últimos 25 años en el país han lastrado la conciencia social. “Nadie puede ser una flor en la miseria y si crece flor, posiblemente también le crezcan algunas espinas para defenderse. Todos los valores que la Revolución inculcó fueron decayendo con las insuficiencias materiales y la incertidumbre”.

Pero nuestra profesión no ha sido concebida para denigrar, sino para blanquear, para hacer justicia. Con todas las limitaciones del periodismo cubano, las más graves y difíciles de eliminar son las que nosotros mismos le imponemos con nuestra conducta, sentenció.

A la par de este debate, en algunos medios han surgido opiniones sobre el papel la Comisión Nacional de Ética, argumentando que debe ser más exigente y no solo aconsejar. Pero, explicó Luis Sexto, la Comisión es como un tribunal de arbitraje donde llegan los casos por una denuncia de una de las partes. Está facultada para juzgar cuando en un medio se cree que alguien ha violado el código de ética de los periodistas cubanos y hace la denuncia.

¿Qué participación está asumiendo para ayudar a un clima ético en el ejercicio de nuestra profesión?…Estas discusiones del documento fueron concebidas por la comisión como un modo de alertar. Es bueno que se discuta públicamente, pero hace falta que se medite: ser mejor profesional y persona depende uno, no solo de las circunstancias.

En el periodismo cubano tenemos un código de ética que nos dice cómo debemos actuar y por qué debemos actuar así. Pero es necesario que todos nos preguntemos: ¿para qué soy periodista? Para construir o para destruir, para formar o deformar. ¿Soy periodista solo para comer, para ganar fama? ¿Solo para aprovecharme de lo que yo puedo representar en la sociedad como profesional? De las respuestas quizás depende parte de la solución de lo que estamos afrontando hoy.

*Publicada originalmente en Cubaperiodistas con el título: "Tenemos el deber de respetar a nuestros semejantes"

sábado, 6 de junio de 2015

Por una comunicación política horizontal en la Cuba digital


Por Arnoldo Fernández Verdecia. caracoldeagua@cultstgo.cult.cu

Por estos días sesiona en La Habana, Cuba, el evento  internacional "Nuevos escenarios de la comunicación política en el ámbito digital", que reúne a delegados de más de treinta y seis países y de todas las provincias de la isla.  

Un acontecimiento como este tiene un contexto que lo determina y es la normalización de las relaciones de Cuba con Estados Unidos;  es evidente que la potencia imperial apuesta todo su arsenal ideológico a la reversibilidad de la revolución por la vía de Internet, manejando como pretexto la democratización del acceso on line y el derecho a la información de los seres humanos en cualquier lugar del planeta.  

Es por eso que dos de los puntos esenciales que se debaten con fuerza son la ciberseguridad y la gobernanza de Internet. El primero de ellos, vital, pues no es un secreto para nadie que en este mundo de la Revolución Digital, todos los que están conectados, sean Estados, organizaciones, individuos, están expuestos a ser vigilados, atacados  o sencillamente amenazados en la red.  

¿Cómo enfrentar eso? Lo primero, calificando a las personas para un acceso a la condición de conectados con claridad de propósitos y estar educados en términos éticos al compartir información o sencillamente consumirla. ¿Qué busco? ¿Qué comparto? Son interrogantes que deben hacerse todos los que tengan la condición de conectados.   

Otro elemento básico: ¿cómo promuevo una comunicación política horizontal al interior del país que me permita visibilizar a los diferentes actores de las organizaciones políticas y de masas de la nación, y que las mismas puedan crear canales de diálogo en tiempo real? Hace algún tiempo escribí un texto para ser compartido en el Taller Regional de Weblog y Redes Sociales, celebrado en las Tunas, año 2014. A propósito del evento “Nuevos escenarios de la comunicación política en el ámbito digital”, traigo a colación uno de sus  fragmentos:  

“Es casi normal que algunos directivos de los medios tradicionales apelen a marcos regulatorios dogmáticos para limitar posturas críticas en los blog. Una especie de política de avestruz cercena la pluralidad y ello da lugar a visiones sesgadas donde los problemas, si se expresan en la esfera pública desde el compromiso con una ética revolucionaria, son valorados como “políticamente incorrectos”. Surge así la sospecha, la revisión de los tonos, las frases fuera del contexto narrativo, el malentendido apriorístico, el llamado a ubicarse en el lugar desde el cual se accede a la condición de conectado.“Una práctica narrativa  que no corra sobre los cauces de la prensa tradicional es descalificada desde la supuesta profesionalización del periodista, el único portador de las habilidades necesarias para construir la información; el bloguero es colocado en ese catalejo, desde ahí se  miran sus sombras. Si es un periodista bloguero, entonces los marcos regulatorios terminan imponiéndose, así aparece lo que llamo “bloguero por encargo”, una cuestión de estadísticas construidas por los directivos de los órganos de prensa, para visualizarse en términos de cantidad ante los que supervisan  las políticas de presencia en Internet. No puede aceptarse un sitio web que no tenga cinco o seis blogueros por encargo, ello crea la ilusión de libertad para expresarse, cuando en realidad funcionan como una extensión del columnista tradicional de los medios tradicionales.“Algunos directivos están empoderados en posiciones dogmáticas que impiden el nacimiento de una conciencia crítica en la blogosfera cubana en revolución. Los límites se definen muchas veces sin el conocimiento necesario, ello genera lo que llamo “encapsulamiento insular”,  pues todo se reduce a narrar lo idílico del sistema, pues en todo momento alguien se encarga de recordarnos el agradecimiento  a los mayores, entonces el ser crítico termina diluido en esa retórica y no se atreve  a ser comunicador depositario de un activismo cívico en la búsqueda del sueño de una Cuba justa para todos.“Debemos aspirar a una comunicación horizontal que permita dialogar con los actores políticos y sociales de la sociedad cubana, e incluso con instituciones globales defensoras de perfiles progresistas, cercanos a nuestros propósitos de luchar por la utopía de un mundo mejor. Todo bloguero revolucionario, que se respete a sí mismo, compartirá contenidos que ayuden a la emancipación de los seres humanos en cualquier lugar del planeta, incluso en nuestro patio con propósitos bien concretos:1. Vigilancia sobre los vacíos informativos de la prensa oficial. 2. Vigilancia del dominio político. 3. Cuestionamiento de silencios, omisiones y  vacíos en la esfera pública. 4. Restauración de la capacidad y la fe de dialogar entre cubanos. 5. Promover la tolerancia hacia y con la diversidad.“Personalmente creo que el analfabetismo digital que nos caracteriza, sobre todo en el dominio de algunos  directivos,  limita en gran medida el surgimiento de una sociedad futura donde el macro-relato y el micro-relato mediático sean lo motivante para la real poli. Algunas interrogantes pueden ayudar a pensarnos en medio de la complejidad: ¿Es posible imaginar un  ciudadano expresivo en la blogosfera en revolución y en las redes sociales, que sea sugestionado por nuestras maneras de narrar la realidad? ¿Es políticamente probable imaginar una comunicación horizontal futura en la sociedad cubana entre gobierno y ciudadanos? ¿Nuestra condición de plaza  sitiada seguirá siendo una barrera, para pensarnos y expresarnos en la blogosfera realmente como somos? ¿Conectarse desde una institución del Estado seguirá creando condicionamientos morales que limitan la aplicación de la 2.0 en la blogosfera cubana en revolución?”

“Nuevos escenarios de la comunicación política en el ámbito digital” 2015, discute todos los elementos mencionados  y se pronuncia por establecer políticas que ayuden a construir espacios posibles en medio de las complejidades de la Revolución Digital que vive el planeta. Esperemos los resultados.


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