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martes, 29 de diciembre de 2015

Cloacas, fosas, baños públicos y mujeres putísimas, son los protagonistas de la poesía joven en Cuba





Por Arnoldo Fernández Verdecia. caracoldeagua@cultstgo.cult.cu 

La poesía que hacen los jóvenes en Contramaestre, oriente de Cuba, encuentra refugios en fosas, alcantarillas y  grandes cacerolas tocadas ante el bastón de carey de los líderes. Alguien dijo que estos muchachos no salen de un mundo sucio donde cloacas, fosas, baños públicos, gorriones que emigran y retratos eróticos  de mujeres muy putísimas, son los protagonistas. Sus poemas pasan de boca en boca, la gente los hace suyos, porque hablan de una inmediatez que las noticias oficiales no recogen.

Son herederos y continuadores, -estos jóvenes-, de una tradición iniciada por Agustín Alarcón, Oscar Rondón, Orlando Concepción y un poco más acá en el tiempo, Pedro Jesús Campos, Eduard Encina, Jorge Labañino, Osmel Valdés y Domingo González. No tienen miedo a la elaboración de poéticas contestatarias, ante un mundo que no tiene respuestas y se regodea en la retórica, el triunfalismo o una demagogia casi senil, donde todos repiten las mismas fórmulas y recetas, sin darle campo fértil al talento creador.

Creen en la utopía de un mundo mejor donde los jóvenes sean inquilinos críticos de esa casa llamada futuro, no desde la infancia pensada por otros para ellos, sino desde un protagonismo luminoso, donde José Martí acompañe sus almas y los ayude en el virtuosismo cívico que salve a nuestra Patria de los olvidos, las desviaciones y los caminos extraviados, que no llevan a esa era imaginaria llamada Utopía. 

El poeta de las cloacas y las fosas 
Onel Pérez Izaguirre (Onelito) como lo conocen todos en Contramaestre, ya desborda la patria local; su libro Fosa común anda en manos de algunas editoriales, interesadas ya en publicar la poesía minimalista que anima el verso de este joven de Baire. 
 Fosa común

Crecí sin padre,
como un perro al que le sale
sangre de la boca.

Nadie siente ese dolor,
sino el poeta cuando preguntan
si existe.

Les digo que no,
la poesía no abandona.

Es la culpa quien regresa
y descarga los sesos de mi padre
en la basura.

Me detengo.

Embarrarse las manos
no sirve de nada. 

¿Quién es esta persona? Lecturas que lo han marcado. La poesía como necesidad. Poemas más importantes. Premios y reconocimientos. Libros en proyecto de publicación. Escuchar audio en el siguiente canal:  
 


La poetisa de las alcantarillas y las mujeres putísimas 
Dianet Espinosa es una persona sensible, busca respuestas que otros no pueden darle, por eso ya desborda Contramaestre desde Los Negros con su poesía. Los lectores podrán leer muy pronto su libro Alcantarilla, donde el verso tiene garra  y  muestra fotográficamente un mundo global que lacera y corta las alas.

Alcantarilla  

No van lejos
Y los de atrás saborean
 la amargura de las moscas
los ojitos de una cucaracha
alrededor del desayuno
la sombra de una madre
el filo de un padre
el hombre que tiene el televisor
el hombre que quiere el televisor
el hombre que mira al hombre
que anhela el televisor como si estuviera
dentro del televisor
el televisor
donde hay un hombre  comiendo
algo que no logran identificar
porque solo conocen el mundo
de la cucaracha que aún sigue
                                        dando vueltas alrededor del desayuno.
¿Quién es esta persona  de Contramaestre? Lecturas que la han marcado. La poesía como necesidad. Poemas más importantes. Premios y reconocimientos. Libros en proyecto de publicación. Escuchar audio en el siguiente canal: 


El poeta de las cacerolas y los gorriones que emigran
Ernesto Andrés de la Fe (Lezama) como lo conocen todos, ya desborda la patria local aquí en Contramaestre, oriente de Cuba. Nuestros lectores pueden leer su plaquet Sustancias peligrosas, donde el verso tiene vuelo de águila. Lezama es un poeta de andar jovial, carismático y sobre todas las cosas,  enfocado en el poeta que  se desborda así mismo y todavía sigue aquella zarza ardiendo que un día viera desde su místico Guaninao.


El salto adelante 

A los millones de gorriones que cayeron sobre el suelo de China
la primera gran orden del primer gran líder
Es salir a los parques y tocar grandes cacerolas.
Un país no se mide por la diversidad de sus pájaros
Eran frágiles gorriones y no entendieron
que la revolución
va más allá de un montón de plumas sobre el suelo.
No les estaba permitido posar
Simples pájaros que no se adaptaron
Así son las guerras modernas
se escuchan millones de personas
todos vienen y pelean  contra los gorriones
mientras las tristes alas no dejan batir
Eso tal vez quedó en el olvido
La memoria  de los pájaros (por suerte)
no surte efecto a largo plazo
Así terminan las grandes guerras
Cuando comienzan a morir gorriones.

¿Quién es esta persona? Lecturas que lo han marcado. La poesía como necesidad. Poemas más importantes. Premios y reconocimientos. Libros en proyecto de publicación. Escuchar audio en el siguiente canal:

miércoles, 19 de junio de 2013

Un comentario para Arnoldo a partir de su Anatomía de la poesía en Santiago

Los mapistas escribían al borde de sus pliegos. Más allá del confín del  mundo había Dragones. Los ochentas terminaban y en la Casa de Heredia, al amparo de Aida Barh...
Por Oscar Rojas Olsina  (Poeta)

Yo recuerdo una época. Entraba el año con mucha lluvia. Blandas mañanas cálidas como un reptil recién llegado nos miraban tan fijo. Los mapistas escribían al borde de sus pliegos. Más allá del confín del  mundo había Dragones. Los ochentas terminaban y en la Casa de Heredia, al amparo de Aida Barh, se reunía  el Taller Literario Municipal, semana tras semana. Mirna (Figueredo) hablaba poco, ocupada en entender  esos aromas sutiles de las cosas que yo entonces ni percibía.  Garrido (Alberto) pulía su diamante en la  crudeza de su ciencia con una energía inagotable. Marcial (Lorenzo) nada marcial regresaba del Instituto Superior de Arte y  nos regalaba su sapiencia envuelta en el mejor humor del mar  de los Caribes. Bajo su gravedad, León  Estrada, el poeta, nos leía sus versos y nos daba su opinión. Cuando salió su libro, Circo de Barro, lo  acuné y lo cuido hasta hoy. Lo de Teresa (Melo) fue amor a primera vista. Un poco más allá, en la villa de  San Luis, Aroche (Jorge) ya había soltado sus caballos y el tropel era una fiesta. Los anfitriones eran  Hímilcon (Morales), el nicaragüense; Heriberto (Mejias), el filósofo; Pedro (Rizo), el macho y Guía (Roberto), el silencioso. La lista de invitados era infinita,  yo hube navegado con esos animales largamente y a mi lado Serrat, Séneca, Lezama... Tuve esa suerte. La fiesta no acababa.

Cualquier estudio de la “poesía joven” en Santiago de Cuba debiera contar con esos nombres, todos con  una obra publicada y, cuando menos, interesante. Hay, por supuesto, otros cuya obra no me consta que  pueda ser consultada.

Reynaldo García Blanco llegó después, con sus fábulas y su inspiración.

A finales de los noventas la actividad cultural estaba muy deprimida, faltaba la logística, el entusiasmo  decaía, los cubanos estábamos muy ocupados resolviendo los problemas de la vida cotidiana. A esa  hora, desde la AHS y en coordinación con el Centro de Cultura Comunitaria, Jorge Aroche, Ruben  Wong, Santiago Cutié y yo planteamos un proyecto dirigido a  la reanimación de la literatura. Se  hicieron incursiones en la escuela de Trabajadores Sociales, en la escuela de Instructores de Arte. La  Brigada José Martí comenzaba a formarse.   

Rubén Wong es un narrador, no tiene poesía publicada, no es poeta.

Frank Dimas no era parte del proyecto. Entre otras razones porque el proyecto estaba formado por un  grupo de amigos. Las disidencias o coincidencias de Frank Dimas con el poder  político escapaban  entonces y aún hoy siguen escapando a los intereses del proyecto a los del grupo y a los míos.
Mis disidencias o coincidencias con el poder político escapan a tu entendimiento.

Una de las premisas del proyecto era no promocionar la obra propia sino las de la literatura universal.   Las actividades del proyecto eran las habituales lecturas, conversatorios, conferencias, debates que se realizaron en varios municipios, incluyendo el tuyo. Si eso originó un movimiento, no lo sé. Si hubo  movimiento y quedó en el olvido; qué mal. De cualquier modo, nunca perseguimos la gloria ni dejar en  la memoria de los hombres nuestra canción. Que era una canción de siembra. 

La poesía rentada no existe. La poesía es, por su propia naturaleza, una manifestación de  libertad. Mis  versos nunca me ganaron un centavo del “exterior”. Premios sí, gané unos pocos, pero me pagó el  fisco. El mismo que paga toda la actividad cultural en Cuba.  Editar un blog es un privilegio y una responsabilidad. La defensa de la cultura requiere seriedad. El éxito o el fracaso son engañosos en las obras del arte. Las influencias son inevitables y naturales, no  hay que negarlas. Bien asimiladas, ayudan a redondear un concepto de las cosas.

La poesía nos descubre la verdad.

Teresa y León creo que van a coincidir conmigo en que si un magisterio hubo entre nosotros fue el de  Aida Bahr. Maestra de todos. Orgullo y sostén.

De las alusiones personales no te voy a responder. Sólo una cosa, nunca sentí ninguna inclinación especial por Febo, prefiero a Afrodita, a Palas. Yo recuerdo una época de tardes que nos reconocían con la precisión de una punta teñida de amarillo.

Un hábito entibiaba la noche inmóvil entre el piso y el techo. Bajo la luz de los espejos del agua tanta  dicha. Peinada y asomada tanta dicha.  

viernes, 28 de diciembre de 2012

Anatomía de la poesía joven escrita desde Santiago: ¿Carnaval? ¿Espectáculo? o ¿Chancleteo?*


*Ensayo leído la tarde del 21 de diciembre de 2012 en el evento Tierra adentro.


Por Arnoldo Fernández Verdecia. arnoldo@gritodebaire.icrt.cu

La poesía joven que se escribe desde Santiago de Cuba está muy preocupada por poses, gestos, jerarquías y apropiaciones simbólicas de los espacios de poder cultural, más que por ganancias en la expresión, y digamos, audacia en búsquedas imaginativas y experimentales.

Creo que hay toda una socialización del texto pensado como espectáculo y teatro de representaciones;  quizás, las últimas promociones están muy interesadas en mostrar desacuerdos y herejías con, los que pudiéramos llamar, Clásicos imprescindibles: Reinaldo García Blanco, Teresa Melo y León Estrada. Las voces mencionadas ejercieron una especie de mecenazgo en todos los tocados por el delirio del versolibrismo. 

García Blanco, maestro en el tono conversacional, con propuestas cargadas de ironías, juegos, y carnavalización de lo sagrado; y las contaminaciones y saturaciones en el discurso de la historia universal y nacional, influyó notablemente en los nacidos entre 1970 y 1990.  Gracias a sus amparos providenciales la poesía que se escribe desde Santiago hoy, ganó nuevas voces que condimentaron temáticas y hallazgos. Escribir como Reinaldo instaló una escuela en muchos epígonos, aunque después algunos se descontaminaron, o lo hicieron a través de la teatralización, o el chancleteo, de sus influencias. García Blanco, quiéranlo o no, es un clásico. Campos de Belleza Armada, Reverso de foto & Dossier, y País de Hojaldre (1) están ahí atentos; forman parte de la memoria poética santiaguera. No olvidar tampoco antologías(2) que dieron a conocer a muchos fuera de fronteras gracias a su mecenazgo, del que algunos huyen hoy, para mostrarse libres del modo de escribir y teatralizar el proceso poético.

La Melo, a pesar de su condición habanera, no por identidad, sino por sus estudios universitarios, devino santiaguera imprescindible y colocó, en los 80, 90 y 2000 los problemas de la mujer en el devenir poético nacional (3). Las altas horas y El vino del error son curiosos vigías que recuerdan a los que llegan, lo que no debe repetirse o tocarse, porque ya pertenece a su reino. Escribir como La Melo también marcó a muchos, que hicieron escuela en la poesía gracias a su mecenazgo. Negar eso hoy desde la herejía, o la carnavalización de su imagen, a partir de propuestas agresivas contra la palabra, apelando a la vulgarización del verso, a la humanización de los héroes y la historia, y pretender ser más imaginativos y fundadores, se me parece mucho a la moda del regguetón. Con el tiempo, la memoria selecciona lo bueno y  olvida lo trivial, así sucederá con esos turistas de la poesía que pretenden escribir y representar modas de Francia en Santiago de Cuba y en el panorama nacional. No está mal hacerlo, pero las continuidades deben reconocerse, aunque las discontinuidades sean manifiestas.

León Estrada es de los que tiene el oído atento para captar procesos, hechos y figuras en la poesía. Hacerlos públicos en la palabra (4). Hasta él llegaron muchos de los que hoy tienen un lugarcillo en el Olimpo poético y se alimentaron de su experiencia. ¿Por qué ironizar su obra? ¿Por qué negar esas influencias, ese mecenazgo? Sus libros no tuvieron la resonancia de los clásicos antes mencionados (García Blanco Y Teresa Melo). Pero ¿quién duda de los méritos ganados por este caballero de la poesía?

La llamada Generación Pérdida (o Saltada), para utilizar un término menos romántico y quizás más estadístico (Oscar Rojas Olsina, Frank Dimas (5), Rubén Wong (6) y seguidores),  intentaron negar la visibilidad alcanzada gracias a los ajustes y orientaciones recibidas de la asesoría intelectual de las voces tutelares de la poesía santiaguera.  Creyeron alcanzar un posicionamiento más cómodo, sin la molesta presencia de esos inquilinos. Derivaron hacia una especie de poesía rentada, alimentada por proyectos independientes venidos desde el exterior, interesados más en mostrar disidencias con el poder político que las nuevas calidades ganadas en la expresión.

A finales de los 90 y el primer lustro del 2000 creían reinar en Santiago y originaron un movimiento que pronto quedaría en el olvido. De ellos, Oscar Rojas Olsina (7) fue el más atrayente al carnavalizar el acto poético  y presentarse con poses estudiadas y representaciones gestuales que lo convertían en un apolíneo de la poesía. Escribir y ser como Rojas Olsina llegó a tocar a muchos que leían como él, hacían los chistes de ocasión apelando a su imagen, e incluso pretendían ser dioses de todas las mujeres que se acercaban al horno donde se cocía el pan.  Gay y lesbianas formaban parte del  andamiaje de estereotipos construidos por esta generación; especie de ritual inaugurado en talleres y eventos literarios que se hacían. Quizás a ellos se deba el axioma de que en Santiago de Cuba todo el que escribe poesía es gay o lesbiana. A Olsina le sucedió como al Cucalambé: muy pocos tienen noticia de su actual paradero; y muy poco se sabe de su obra literaria. Los demás miembros de la llamada Generación Perdida están esparcidos en la geografía santiaguera y no han trascendido más allá de sus fronteras. El referente aludido no debe obviarse, ni desestimarse, siempre que se quieran marcar límites y sembrar nuevas calidades. Las fincas no son productivas sino tienen abono y atenciones calificadas. 

El segundo lustro de la década del 2000 recibe a nuevas voces que con gran acierto acuden a los Clásicos y se alimentan de ellos. Tres ganan notoriedad (8): Yunier Riquenes (9), Oscar Cruz (10), y Eduard Encina (11). Desde ese posicionamiento participan en eventos, asumen funciones editoriales y en algunos casos devienen importantes promotores. Sin embargo, en algunos casos la herejía viene en proceso, y luego de ganar  visibilidad con algunos premios, instalan definitivamente la negación de los Clásicos Santiagueros, para desde esas cenizas levantar el nuevo reino, donde ellos determinan caminos y el carnaval de las poses y el teatro de gestualidades cobra dimensiones intolerables, según algunos, aunque otros reconocen como positivo el hecho de auxiliarse de un repertorio estudiado  para socializar la poesía como espectáculo y convertirla en fenómeno de masas, más allá de las fronteras de una biblioteca benedictina. De ellos, Oscar Cruz es el que asume la poesía como un carnaval donde reina el alcohol, las putas, el desenfreno erótico y la liberación de las pasiones humanas. La historia es blanco de ironías y los héroes y procesos son bajados de sus pedestales y humanizados tremendamente. Orina el espacio pudiera afirmarse, traza límites de mapa con sentidos obsesivos e incluso deja claro su instrumental en materia lingüística, una suerte de línea argumental que persigue plantar principios estéticos ante el discurso coral y anecdótico de su generación. Pudiera parecer escatológico presentarse así en el teatro actual de la poesía santiaguera, pero Oscar Cruz retoma, sin saberlo, el ideal apolíneo, antes asumido por su tocayo Rojas Olsina, y se alza con el liderazgo de la llamada Generación Herética. Oscar exhibe una homofobia en sus poses que ha determinado que el coro actual de poetas de otras provincias lleguen a definirlo como el “homo fóbico de la poesía santiguera”. También Cruz muestra irrespeto hacia los Clásicos, aquí mencionados, y se presenta como el único Gallo que canta en el gallinero. Nadie escapa a su repertorio de poses, gestos y construcciones humanizadoras y agresivas a lo sagrado. Escribir y mostrar las poses a lo Oscar Cruz ya se ha instalado  en muchos jóvenes que no logran liberarse de su imagen. Poemas como Pájaros de Manduley,  La maestranza y La plomada dialogan con casi todos los que acuden desde Santiago al versolibrismo.

“…desde el pecho a la cabeza, la gente le percibe
blancas manchas producidas por pájaros cagones
que suelen defecar encima de patriotas y poetas, son
pájaros nocivos, adaptados al vivir de Vista Alegre,
una zona aburguesada y colonial (...)
me pregunto si ese es el pago que merecen los poetas,
cuando ya no tienen nada que decir”.(12)
……………………………………………………………………………………………
“…una noche, cerca
de mi casa, y plena del alcohol
que bebía los domingos, Dayana
me llamó: “oye muchacho, tienes
la sonrisa y el descaro de tu padre.
tienes  el horror de ese gran hijo
de puta”. no le respondí.
rato después caímos a la cama.
sentada ante mis ojos, ponía las
piernas en v, y frotaba con clase
la ranura. su sexo velludo se abría
para mí como una iglesia que
empezaba a ser mi fundamento
y mi envoltura: “tuyo es el reino:
decía, préndelo”.(13)
……………………………………………………………………………………………
“(…)
Cantaba bonito el desgraciado.
solo que nunca más volverá
a posarse en nuestro patio.”(14)

Las nuevas voces surgidas en el ámbito universitario de Oriente expresan esas disonancias con los Clásicos. "La historia de la literatura ha probado que muchas generaciones poéticas buscaron autodefinirse no en sus predecesores inmediatos, sino en el punto acrisolado donde la lengua alcanza auténtico valor moderno".(15) Oscar Cruz (16), en términos jerárquicos, se presenta como su líder apolíneo, a pesar de negar  el andamiaje de estereotipos exhibidos por los Yansy Sánchez, Rainer, Gizeh Portuondo, Erika Castellanos, Javier L Mora, Rodolfo Tamayo, Ramón Muñiz, Daniel Liens, Reinier Rodríguez, que agreden la calidad de la palabra y en alguna medida retoman la poesía testimonial, donde hablan gay, lesbianas, putas, en fin, seres periféricos apartados de la ciudad ilustrada. El carnaval llega a grados inverosímiles con ellos, pues asumen vivencias, inspiración, escribir y leer, como procesos complementados mutuamente. Las poses representan la banalidad de los sujetos líricos. La palabra y sus significados agresivos, contestarios, adquieren carta de presentación y se vuelven normales en cada acto. Con ellos, la poesía sale de lo íntimo y se instala en lo público, dialoga con la masa humana, no acostumbrada a escuchar lo trivial y la obscenidad como poesía.

Tal vez por lo dicho hasta aquí, seré acusado de profanador o maldito, quizás herético en sus sentidos profundos;  pero la distancia, al observar estos procesos analizados, ha sido muy favorable para detenerme en esos instantes en que las vanidades reinan, los olvidos devienen expediente, y lo nuevo suena falso, al mirarse el pasado cercano y lejano. Chancleteo y poetas a dos por medio en la poesía santiaguera de hoy, pudiera ser el cierre a este delirante ensayo; pero no quisiera que se olvidara tan fácilmente el pasado, inmerso en las aguas del presente, sin claridades definidas para proyectarse más allá de esos Clásicos, que a pesar de los tiempos, mantienen erguidas sus poéticas y luchan para no repetirse en los tiempos donde Francia y Santiago parecen estar muy cerca.

Notas
1. Ver Perros blancos de la aurora, Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 1994, Reverso de foto & dossier, Casa Editora Abril, La Habana, 2000,  País de hojaldre, Editorial Letras Cubanas, La Habana, 2004 y Campos de Belleza Armada, Editorial El Perro y la Rana, Venezuela, 2006.
2. Ver Aduanas de aire. Antología del fervor, Cuba-Argentina, Ediciones Santiago, Santiago de Cuba, 2002.
3. Ver Libro de Estefanía, Ediciones Caserón, Santiago de Cuba, 1990, El vino del error, Ediciones Unión, La Habana, 1998, y Las altas horas, Editorial Letras Cubana, La Habana, 2003. En mi opinión, los libros mencionados son los que determinan un mejor posicionamiento y visibilidad de la autora citada en el ser nacional y fuera de fronteras.
4. Ver sus libros: Circo de barro, Ediciones Caserón, Santiago de Cuba, 1989, El tiempo de los fieles, Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 1990, Cuaderno del año de la ira, Ediciones Renacimiento, Santiago de Cuba, 2001 y Libro de la duda y el deseo, Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2002.
5. Frank Dimas ha publicado los libros Bajo mundo, Ediciones Santiago 2001, El vuelo de los buitres, Estados Unidos, 2002, y Rosa insular, Ediciones Santiago, 2002.  
6. Rubén Wong en sus inicios como poeta, fue ganador del premio Luisa Pérez de Zambrana, 1996  y  alcanzó mención en los Juegos Florales del 2000.
7. Ver sus libros En territorio de su gran árbol azul, Ediciones Renacimiento, Santiago de Cuba, 1995 y Paisajes y retratos, Ediciones Santiago, 2002.
8. Son los únicos de Santiago de Cuba seleccionados en la antología Dejar atrás el agua. Nueve nuevos poetas cubanos, Editorial La Bella Varsovia, España, 2011
9. Ver los poemas de acento homo erótico de Yunier Riquenes: Por qué los hombres se enamoran de los hombres, Cómo decirle al abuelo si estuviera vivo, Eran amigos y se hacían favores amatorios, en  la antología Dejar atrás el agua. Nueve nuevos poetas cubanos, Editorial La Bella Varsovia, España, 2011, pp.90-93. Ha publicado un excelente libro de poesía con el título Claustrofobias, Editorial Letras Cubanas, La Habana, 2009.
10. Oscar Cruz asume posturas de vanguardia, diferenciándose en este sentido del coro actual de poetas jóvenes.Ver sus libros Los malos inquilinos, Ediciones Unión, La Habana, 2007 y Las posesiones, Editorial Letras Cubanas, La Habana, 2009.
11. Ver de Eduard Encina El silencio de los peces, Editora Abril, La Habana, 2003, Golpes Bajos, Editora Abril, La Habana, 2004 y Lectura de patmos,  Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2011. 
12. Ver Oscar Cruz: Pájaros de Manduley, en La Noria, No. 3, Santiago de Cuba, 2011, p.14.
13. Ver Oscar Cruz: La maestranza, en La Noria, No. 3, Santiago de Cuba, 2011, p.13.
14. Ver Oscar Cruz: La plomada, en La Noria, No. 4, Santiago de Cuba, 2012, p.30. 
15. Tomado de Liuvan Herrera Carpio: Oscar Cruz y Legna Rodríguez, poetas  que perdieron la aureola, en El Caimán Barbudo, 25 de abril de 2012
16. Hago esta apreciación sobre la base del dossier publicado en Internet en la siguiente dirección: http://revistadesliz3.blogspot.com/2010/02/dossier-10-jovenes-poetas-de-santiago.html.    No pretendo establecer linderos y valoraciones a partir de criterios no registrados en textos que no tengan  carácter público.


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